Los gigantes Google y Ford crearan una nueva empresa conjunta para la creación de coches autónomos, en la que el primero aportará su base tecnológica y el segundo su experiencia en la fabricación de automóviles
La unión hace la fuerza, y eso es probablemente lo que han entendido el gigante tecnológico Google y el imperio automovilístico de Ford.
Según ha publicado TechCrunch, en base a unas fuentes cercadas a las empresas, Google y Ford estarían en negociaciones para desarrollar y construir coches de conducción autónoma a partir de una nueva empresa conjunta. De salir adelante el proyecto, este se presentaría oficialmente en el Consumer Electronics Show de las Vegas el próximo mes de enero.
Esta es la primera asociación de este tipo para la fabricación de coches autónomosEn principio, los términos del acuerdo que han trascendido dejarían la libertad a Google para asociarse con más compañías automovilísticas, sin ninguna exclusividad. Sin embargo, el hecho de que Ford haya tomado la delantera a la competencia, siendo este el primer caso de asociación de este tipo y seguramente el inicio de muchos, supone toda una ventaja respecto a las otras compañías a la hora de avanzar en el objetivo de comercializar de forma masiva ese coche autónomo; los cuales podrían estar ya circulando con normalidad durante los próximos cinco años.
El hecho de crear una empresa ajena a sus dos matrices supone que estas quedarían liberadas de cualquier contagio por problemas asociados con alguno de los coches proyectados. Además de evitar otros conflictos producto de la ausencia legal que existe aún en esta materia, pero que esperan quede solucionado antes de la venta de los primeros modelos.
Ya hemos tenido varias noticias de los proyectos que tenía Google para la puesta en marcha de su rama automovilística con varios prototipos y pruebas en terreno real, pero la asociación con Ford le permite dedicarse a lo que verdaderamente quieren: el desarrollo del coche. Dejando en un terreno compartido las molestas gestiones de costes y producción, en las que Ford ya cuenta con años de experiencia.
Supone una apertura de puertas a los proyectos a futuro de Google, que lejos de guardarse en secreto están empezando a asociarse para crecer en nuevos sectores de negocio aprovechando su investigación tecnológica.
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