Tras triunfar en la industria móvil, Gorilla Glass es coches ya es una realidad en modelos como el BMW i8 y el futuro Ford GT, gracias a su dureza y reducción de peso.
La revolución móvil que actualmente vivimos, y que comenzó hace unos ocho años, no hubiera sido posible sin el acuerdo o al menos trabajo en paralelo de muchos actores que trabajaban para que el futuro de la informática viviera en la palma de nuestra mano. Y uno de los más importantes, y líder abosoluto a día de hoy fue Corning, que con su Gorilla Glass cambió para siempre la resistencia a arañazos en primer lugar, y a golpes y caídas en las últimas versiones. No deja de ser un vidrio muy bien tratado y ver Gorilla Glass en coches ya es una realidad.
Aplicar las ventajas de Gorilla Glass en smartphones a otros sectores tiene mucho sentido, porque los objetivos son comunes.De hecho, BMW ya ha usado Gorilla Glass en coches, concretamente en un panel del modelo híbrido i8. Ahora será Ford quien lo utilice en la luna delantera y en la ventana trasera del Ford GT que llega el nuevo año. También tendrá cubierta de Gorilla Glass el motor, lo que resulta increíble dadas las temperaturas que en él se alcanzan. Para Ford apostar por Gorilla Glass significa conseguir un producto más resistente que el cristal tradicional usado hasta ahora. Una prueba que han hecho es arrojar granizo a alta velocidad a ambos cristales. Mientras que el cristal tradicional se hizo pedazos, al Gorilla Glass no le produjo daños.
Pero lo mejor viene en el peso final del vehículo. Ya sabemos que al igual que en tablets o en smartphones, el peso de un coche deportivo también es crucial, aunque por otros motivos: velocidad y consumo. Gorilla Glass en coches ayuda a reducir el peso de las partes donde es utilizado en un 32%, una valor que puede ser pequeño pero que resulta crucial cuando se trata de aligerar el peso.
Por supuesto, Gorilla Glass en coches también es una solución bastante cara. Por ejemplo, en smartphones vemos terminales que utilizan materiales más baratos y menos resistentes, y aquí podría pasar algo similar, porque el precio se incrementa entre 24 y 48 dólares en el caso del Ford, pero en otros vehículos con menos margen puede ser poco atractivo. Se avecianan grandes cambios en la industria del motor, y será muy bonito ver cómo llegan nuevos actores a la revolución que se vivirá en ella.
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