
¿Te has planteado alguna vez tener tu propio espacio de almacenamiento en casa, bajo tu control y accesible desde cualquier lugar? Los servidores NAS se han convertido en una solución realmente versátil para quienes buscan algo más que las típicas nubes públicas. Ya sea porque manejas archivos personales, multimedia, copias de seguridad o buscas mayor privacidad, montar un NAS en tu hogar puede suponer un salto de comodidad, seguridad y autonomía.
En este artículo descubrirás todo lo que necesitas saber para elegir el NAS que realmente te conviene. No importa si eres un usuario que empieza en este mundillo o ya tienes cierta experiencia; aquí desgranaremos todos los detalles importantes, los factores que marcan la diferencia y te mostraremos los modelos de NAS más recomendados del momento según distintas necesidades.
¿Qué es un NAS y para qué sirve?
Antes de meternos en harina, conviene dejar claro qué es un NAS. NAS son las siglas de Network Attached Storage, que en cristiano significa almacenamiento conectado en red. Hablamos de un dispositivo que actúa como un pequeño servidor al que puedes conectar varios discos duros, y que te permite centralizar, compartir y gestionar archivos a través de la red local o de Internet. Vamos, algo así como tener tu propia nube privada en casa.
¿Y para qué se usa realmente? Las posibilidades son casi infinitas: desde crear una biblioteca multimedia, realizar copias de seguridad automáticas de tus dispositivos, montar tu propio servidor de archivos y carpetas para toda la familia o incluso ejecutar servidores privados de correo, VPN, cámaras de videovigilancia o aplicaciones web.
Ventajas de un NAS frente a la nube pública o los discos externos
Seguro que te preguntas si de verdad merece la pena montar un NAS en lugar de seguir usando Google Drive, Dropbox o simples discos USB. Las diferencias son notables:
- Independencia y privacidad absoluta: Tus datos no están en servidores de terceros, sino en tu propio equipo. Tú decides quién accede, dónde y cómo.
- Acceso multiplataforma: Puedes llegar a tus archivos desde ordenadores, móviles, tablets o incluso Smart TV, estéis donde estéis siempre que haya conexión a Internet.
- Gran capacidad y flexibilidad: A diferencia de muchos servicios en la nube, aquí puedes montar discos duros del tamaño que quieras y ampliar fácilmente el espacio.
- Funciones avanzadas: El NAS no es solo «guardar cosas»; permite automatizar copias de seguridad, compartir archivos, realizar streaming multimedia, gestionar permisos o incluso montar servidores virtualizados.
- Coste a largo plazo: Pagas el hardware una vez (NAS y discos) y te olvidas de cuotas mensuales, que no suelen ser baratas en la nube cuando se busca mucho espacio.
Partes y características clave de un NAS
Para elegir el NAS ideal hay que fijarse en una serie de componentes y funciones:
Sistema operativo y marca
En el mundo NAS, el sistema operativo es tan importante como el propio hardware. Cada fabricante integra su propio SO, normalmente basado en Linux y con su propia tienda de aplicaciones, interfaz y herramientas de gestión.
- Synology (DiskStation Manager – DSM): Muy valorado por su sencillez, estabilidad y soporte. Ideal para quienes priorizan facilidad de uso y quieren algo «que funcione sin complicaciones».
- QNAP (QTS): Más orientado a usuarios avanzados, con muchas más opciones, personalización y potencia.
- Asustor (ADM): Punto intermedio entre QNAP y Synology. Suele ofrecer mejor relación calidad/precio y hardware más completo.
- Western Digital (My Cloud OS): Máxima sencillez, pensado para usuarios que solo buscan nube y backup sin complicarse.
- FreeNAS, OpenMediaVault, XigmaNAS…: Sistemas gratuitos para quienes quieren montar su propio NAS partiendo de un PC o Raspberry Pi.
Revísalo antes de comprar, ya que las aplicaciones y funciones del sistema operativo determinarán qué podrás hacer después. La compatibilidad y las apps disponibles marcan la diferencia.
Hardware: procesador, RAM y bahías
El hardware es otro gran pilar a la hora de elegir tu NAS:
- Procesador: Los modelos básicos usan chips ARM, adecuados para tareas sencillas, mientras que los de gama media y alta incorporan procesadores Intel Celeron, Pentium o incluso Core i3/i5/i7 o AMD Ryzen. Cuantos más núcleos y mayor frecuencia, mejor gestión de multitarea, transcodificación y virtualización.
- RAM: Lo mínimo recomendable para un NAS doméstico son 2 GB, pero es recomendable 4 u 8 GB si planeas usar muchas aplicaciones, contenedores o máquinas virtuales.
- Bahías para discos: Desde modelos de 1 bahía (ideal para copias y nube personal) hasta equipos con 4, 6, 8 o más bahías. Cada bahía es un hueco para instalar discos duros (HDD o SSD). Cuantas más tengas, mayor capacidad y opciones RAID.
- Ranuras M.2/SSD: Algunos modelos de gama media-alta permiten instalar SSD o módulos M.2 para usar como caché y acelerar accesos a los datos.
Piensa siempre a medio o largo plazo. Si solo valoras lo que necesitas ahora, te quedarás corto rápido. Es mejor que sobren bahías a que falten y tengas que cambiar el NAS más adelante.
Discos duros y tipos: HDD, SSD y discos para NAS
Los NAS suelen venderse sin discos (salvo Western Digital, que los incluye). Las principales opciones son:
- HDD convencionales: Se pueden reciclar discos de PC, pero su fiabilidad no está garantizada para 24/7. Para un NAS, conviene usar discos específicos.
- HDD especiales para NAS: Como Seagate IronWolf, WD Red o Toshiba N300, diseñados para uso intensivo y RAID. Son más caros, pero ofrecen mayor fiabilidad y menor ruido.
- Unidades SSD: Más rápidas y silenciosas, aunque el coste por TB es superior. Se usan para caché o para usuarios que buscan máximo rendimiento.
- Discos llenos de helio: Permiten mayor capacidad, menor ruido y consumo reducido.
Elige discos específicamente diseñados para NAS si almacenarás datos importantes o el equipo funcionará continuamente. También, verifica la compatibilidad máxima de capacidad por bahía antes de comprar.
RAID: seguridad y velocidad para tus datos
La capacidad de combinar varios discos en matríces RAID es clave en un NAS para mejorar seguridad o rendimiento:
- RAID 0: Suma la capacidad y maximiza la velocidad, pero pierde todo si falla un disco. Solo recomendable si el rendimiento es prioritario y los datos no son críticos.
- RAID 1: Espejo de dos discos; si uno falla, se conserva toda la información. Ideal para copias de seguridad y datos importantes.
- RAID 5/6: Con 3 o más discos, combina rendimiento y tolerancia a fallos usando paridad. RAID 6 permite la pérdida de dos discos sin perder datos.
- RAID 10 (1+0): Combina velocidad y redundancia, requiere mínimo 4 discos. Es muy seguro y eficaz para usuarios avanzados.
- Otros modos: Como RAID 0+1, JBOD o SPAN, dependiendo de la configuración necesaria.
Elige bien el tipo de RAID según número de discos, valor de los datos y el equilibrio entre espacio, velocidad y seguridad.
Conectividad: cómo enlazar tu NAS al mundo
La conectividad es fundamental en un NAS moderno. El mínimo es un puerto Ethernet Gigabit (1 Gbps), pero muchos modelos ofrecen 2,5 Gbps, 5 Gbps, e incluso 10 Gbps en casos avanzados (requieren router y switches compatibles).
También suelen incluir:
- Puertos LAN adicionales: Para conectar varios dispositivos por cable o realizar agregación de enlaces, aumentando la velocidad y tolerancia a fallos.
- USB 3.x: Para conectar discos externos, hacer copias rápidas o enlaces a impresoras y SAI.
- HDMI: Algunos permiten visualizar y manejar contenido en monitor o televisor, incluso usarlo como PC.
- Lector de tarjetas SD: Útil para fotógrafos y creadores de contenido.
- Wi-Fi: Aunque no lo ideal por velocidad, algunos incluyen Wi-Fi. Se recomienda conectar siempre por cable para mayor rendimiento.
Consumo energético y ruido: detalles que acaban importando
El consumo eléctrico y el nivel de ruido son aspectos esenciales en equipos que funcionan 24/7. Un NAS eficiente puede mantener bajo consumo y silencio. Los modelos domésticos suelen consumir entre 4-5W en reposo y 15-20W en uso completo, aumentando con más discos y ventiladores.
El ruido también importa si el NAS está en tu oficina o habitación. Busca equipos con refrigeración eficiente y silenciosa. Los discos mecánicos generan más ruido que los SSD, y los modelos con muchas bahías incluyen ventiladores más grandes y ruidosos.
Funciones y aplicaciones típicas en un NAS
Una de las ventajas principales de los NAS es su versatilidad gracias a las aplicaciones que soportan. Algunas funciones habituales son:
- Gestión centralizada de archivos: Similar a Dropbox o Google Drive, pero en tu red.
- Copias de seguridad automáticas: De ordenadores, móviles y tablets.
- Centro multimedia: Streaming de música, fotos y vídeos, con apps como Plex o las propias del NAS.
- Servidor de impresoras y escáneres.
- Servidor de correo, VPN y virtualización.
- Videovigilancia: Uso de cámaras IP con el sistema.
- Compartición y permisos avanzados: Ideal para trabajo colaborativo.
Estas funciones permiten adaptar el NAS a tus necesidades actuales y futuras. Es recomendable revisar las apps disponibles antes de decidir el modelo.
¿Cuántas bahías necesito y cuánta capacidad debe tener mi NAS?
La respuesta varía según el uso y presupuesto. Con 2 bahías y discos de gran tamaño, la mayoría de particulares están cubiertos. Permiten configurar RAID 1 para protección frente a fallos.
Si necesitas gestionar mucho contenido, virtualización o un servidor familiar, opta por modelos con 4 o más bahías. El coste aumenta con cada incremento, tanto del NAS como de los discos.
¿NAS preconfigurado, casero o caja RAID?
No siempre es necesario adquirir un NAS completo. Existen cajas RAID USB para almacenamiento adicional sin servicios de red, mediante configuraciones de hardware directo al PC, TV o router.
Otra opción es montar tu propio NAS usando un PC viejo o Raspberry Pi con software como FreeNAS o OpenMediaVault. Es más flexible y económico, pero requiere configuración y consume más energía.
Los NAS comerciales (QNAP, Synology, Asustor, WD…) facilitan la instalación con software oficial, apps y garantías, aunque con menor personalización hardware.
Modelos de NAS recomendados según perfil de usuario
Presentamos algunos modelos destacados por calidad, precio o facilidad en diferentes escenarios:
Queremos destacar como un modelo de entrada al UGREEN NASync DXP4800 Plus
NAS domésticos de entrada
- Synology DS120J: Para copias, nube personal y compartir en red. Fácil y con buen ecosistema de apps.
- WD My Cloud Home: Solución sencilla, ideal para backups y acceso remoto sin complicaciones.
- QNAP TS-230: Dos bahías, para quienes quieren más flexibilidad sin gastar mucho.
NAS gama media polivalentes
- Synology DS220J / DS218 Play: Dos bahías, buen rendimiento para copias, multimedia y hogar.
- QNAP TS-251+: Multifunción, para multimedia, oficina pequeña o usuarios exigentes. Capacidad de ampliación y muchas apps.
- Asustor Nimbustor 2 AS5202T: Potente, pensado para gaming y streaming, con red 2.5G y salida HDMI.
NAS para usuarios avanzados y pymes
- Synology DS920+ / DS1621+: Para crecimiento, virtualización y múltiples aplicaciones. Muy valorados en entornos profesionales.
- QNAP TS-453D / TS-873A: Alta potencia, PCIe, varias bahías, HDMI y soporte RAID avanzado. Para productividad y edición.
- Asustor Lockerstor 4/ Nimbustor 4: Equilibrio entre potencia y precio, muy versátiles para seguridad, backup, cloud y streaming.
NAS para usuarios avanzados y pymes
- Synology DS920+ / DS1621+: Para crecimiento, virtualización y múltiples aplicaciones. Muy valorados en entornos profesionales.
- QNAP TS-453D / TS-873A: Alta potencia, PCIe, varias bahías, HDMI y soporte RAID avanzado. Para productividad y edición.
- Asustor Lockerstor 4/ Nimbustor 4: Equilibrio entre potencia y precio, muy versátiles para seguridad, backup, cloud y streaming.
NAS para empresas
- QNAP TVS-h1288X: Hasta 12 bahías, procesador Xeon, expansión y seguridad avanzada.
- Synology DS1821+: 8 bahías, hardware robusto y sistema escalable.
- WD My Cloud Pro Series PR4100: Solución completa para oficinas, respaldo y edición multimedia.
El precio final dependerá tanto del NAS como de los discos. Es importante calcular bien la inversión total.
Aspectos a valorar antes de comprar
Para decidir correctamente, considera estos factores clave:
- ¿Qué capacidad realista necesitarás en 2-5 años?
- ¿Vas a usar aplicaciones avanzadas como VPN, CCTV, multimedia 4K o virtualización?
- ¿Qué importancia da la privacidad y la seguridad? ¿Requieres cifrado?
- ¿Qué sistema operativo y apps prefieres que tenga tu familia o equipo?
- ¿Accederás siempre desde casa o también fuera? ¿Necesitas acceso remoto sencillo?
- ¿El lugar donde irá el NAS tiene restricciones por ruido o calor?
- ¿Te interesa ampliar memoria RAM o discos en el futuro?
Si aclaras estos aspectos, tomarás decisiones acertadas y aprovecharás al máximo tu NAS.
Contar con un NAS en tu hogar o empresa ofrece ventajas claras: gestión eficiente de archivos, copias automáticas, contenido multimedia y control total sobre tus datos. Te permite ganar espacio, ahorrar en cuotas mensuales y tener mayor seguridad. Dedicar tiempo a escoger el modelo correcto te garantiza años de uso satisfactorio y tranquilidad digital.
Continúar leyendo...