
Edmund Halley, el prolífico astrónomo que describió uno de los cometas más famosos de la historia, tuvo también un lado desconocido como marinero y posible espía.
Durante el invierno de 1986 el cielo lució un borrón blanquecino, una especie de bola de nieve lanzada con fuerza contra el firmamento nocturno. La misma estampa se toparon los amantes d… Seguir leyendo...
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