Usar un AirTag para localizar objetos perdidos o robados no es algo nuevo y tenemos varios ejemplos de éxito. Sin embargo, no es tan frecuente acabar descubriendo un motín de millones de dólares gracias a los simples accesorios de Apple. Es justo lo que consiguió un humilde carpintero que sencillamente se había cansado de que le robasen las herramientas.
Se cansó de que robaran sus herramientas de trabajo
Contaban en The Washington Post cómo tras lo que parecían una serie de robos aleatorios se escondía una banda organizada con un importante alijo de objetos valorados en millones de dólares. Y todo, como decíamos en la introducción, empezó con el hartazgo de un carpintero de Virginia, Estados Unidos.
En hasta dos ocasiones, el carpintero había sufrido el robo de sus herramientas de trabajo, almacenadas en su furgoneta de trabajo. Decidió que si había una tercera, acabaría encontrando a los ladrones y lo haría gracias un AirTag y a la app 'Buscar' de su iPhone. Y así lo hizo al esconder varios AirTag entre los objetos que guardaba en la furgoneta. Y tuvo premio.
Applesfera
Una mujer descubrió que su exmarido iba a secuestrar a sus hijos gracias a este aparato de Apple
Una mañana a principios de año, se levantó y vio como por tercera vez había sufrido el robo de sus materiales de trabajo. Simples herramientas de carpintería pensarán muchos, pero para cualquier carpintero es el medio para conseguir un pan que llevarse a la boca, dado que de ellas se sustenta su trabajo.
Los AirTag no son GPS, pero sí son capaces de comunicarse con otros dispositivos Apple cercanos para enviar su ubicación a los servidores y que el legítimo propietario de los accesorios pueda ver dónde están gracias al mapa que aparece en la aplicación 'Buscar'. Y eso es lo que hizo el protagonista de esta historia, quien además denunció a la policía el robo e indicó el punto exacto en el que se encontraban las herramientas robadas.
"Es uno de los robos más grandes de la región"
Con esas palabras catalogaba uno de los agentes de policía lo que encontraron cuando acudieron a la ubicación que el carpintero les había facilitado. Ninguno de ellos esperaba encontrarse semejante alijo de objetos robados. Martillos, clavos, sierras… Es lo que uno espera de unos ladrones que en hasta tres ocasiones han robado estos utensilios. Pero había mucho más.
Sin despegarse de su iPhone y gracias a la detección precisa de los AirTag cuando se está cerca de ellos, tanto el carpintero como la policía lograron saber que el motín de los robos se encontraba en un almacén de los suburbios de Maryland, en el condado de Howard.
Applesfera
Esta usuaria decidió tirar varios AirTag a la basura y acabó descubriendo una trama de estafas a nivel gubernamental
Efectivamente, se encontraron herramientas de carpintería, sí, pero en cantidades industriales. 15.000 sierras, taladros, baterías, generadores de energía y un largo etcétera de productos cuyo valor total oscila entre los 3 y 5 millones de dólares, según revelaban fuentes policiales. También deslizaban la teoría de que, aparte de robar a profesionales independientes como el protagonista de esta historia, los ladrones también sustraían materiales de negocios especializados en la venta de herramientas de construcción.
Cuando se conoció la noticia por primera vez hace unos meses, la investigación aún continuaba. Se desconoce en qué punto está y si ya se han producido detenciones, aunque ya los agentes alertaban por entonces de que estaban ante una investigación de enorme magnitud. Todo es obra de una banda muy bien organizada y que, de no ser por unos AirTag, probablemente seguirían campando a sus anchas.
En Applesfera | 19 formas de usar los AirTag para que te inspires con ellos
En Applesfera | Elon Musk se fiaba tan poco de Twitter que hizo una excentricidad de millonario: comprar todos los AirTag de una Apple Store para los servidores. No salió bien
-
La noticia Harto de que le robaran, este carpintero puso un AirTag a sus herramientas. Al rastrearlas acabó encontrando un alijo valorado en millones fue publicada originalmente en Applesfera por Álvaro García M. .
Continúar leyendo...