Si bien existen hasta seis películas de Terminator, lo cierto es que la mayoría de fans de la saga prefieren quedarse con las dos primeras y no pensar en lo que sucedió después. Nada ha igualado la epicidad que consiguió James Cameron con Terminator 2 en 1991 y sobre ello ha charlado el mítico Robert Patrick con ComicBook.
El actor encargado de dar vida al icónico T-1000 realizó una interpretación magistral casi sin pronunciar palabra en toda la cinta y los efectos especiales que logró el equipo de Cameron para mostrarlo como metal líquido siguen asombrando. Precisamente la ausencia del cineasta es el origen del problema, o al menos eso es lo que piensa Patrick.
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Desde luego que el talento de Cameron tiene mucho que ver, ya que el paso del director por otras sagas como Alien o Avatar certifican que posee una visión extraordinaria a la hora de moldear el cine. Por otro lado, Patrick es consciente de la importancia que tuvo que le eligiese para ser el robot, ya que él era un completo desconocido en Hollywood.
De hecho, la idea principal es que el mismísimo Billy Idol interpretase al T-1000, aunque sufrió un accidente de moto que anuló cualquier posibilidad. "Eso creó la oportunidad para mí, y la aprovechamos, la ocasión se presentó, y la película funcionó. Y, sabes, 35 años después, la gente sigue hablando de ella, y me acompaña a donde quiera que vaya", apunta Patrick.
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La noticia Hasta el mismísimo T-1000 tiene claro por qué ninguna de las secuelas de Terminator 2 le llegan a la altura del betún fue publicada originalmente en Vida Extra por Juan Sanmartín .
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