Recordamos algunos de los puntos claves en la trayectoría de Satoru Iwata, CEO de Nintendo y principal ideólogo de Wii y Nintendo DS.
Tal y como comunicábamos la pasada madrugada, Satoru Iwata (Sapporo, 1959), CEO de Nintendo, ha fallecido a causa de una complicación en su cáncer del conducto biliar. Noticia que nos cogía a todos por sorpresa debido a que, pese a su afectado aspecto físico, Iwata presentó síntomas de mejora el pasado año. Su ausencia en el pasado E3 hacía saltas las alarmas y, finalmente, se ha confirmado el triste desenlace. Aquí se puede leer el comunicado realizado por Nintendo en el momento de su fallecimiento.
Satoru Iwata conformaba la que es una de las mejores generaciones de altos cargos y directivos que haya visto esta industria. Shuhei Yoshida en Sony, Phil Spencer en Xbox e Iwata en Nintendo evidenciaban que la posición de ejecutivo no tenía por qué estar reñida con ser un auténtico apasionado de los videojuegos. Y desde sus inicios en el sector, Satoru Iwata dejó más que patente cuál era su auténtica devoción.
«En mi tarjeta de visita, soy un presidente de empresa. En mi mente soy un programador de juegos. Pero en mi corazón soy un jugador.».
Reconocido por el público mayoritario por su labor reciente, Satoru Iwata entró a formar parte de HAL Laboratory en 1983 para ser uno de los principales encargados de títulos como Balloon Fight o en las primeras iteraciones de Kirby, creado por un jovencísimo Sakurai. Pero su primer gran reto llegaría con Earthbound, juego de culto que Iwata se encargó de programar y hacer funcionar debido al desastroso código que presentaba en origen. Sus labores de programación volverían a destacar al trabajar en una buena parte del desarrollo de Pokémon Stadium sin ningún documento de referencia. Y sin salir de Pokémon, sería el mismo Iwata uno de los principales artífices de Pokémon Plata/Oro, optimizando y comprimiendo tanto la región de Johto como para que desde GameFreak pudieran incluir Kanto.
Pero, evidentemente, Satoru Iwata será siempre recordado por haber sido el artífice de una de las consolas más exitosas de la historia del sector. Heredando una compañía en un estado delicado tras el relativo fracaso de GameCube, Iwata fue pieza clave en el desarrollo de la innovadora y transgresora Wii; lo mismo que ocurriría con Nintendo DS. Se podrá compartir o no su punto de vista pero su excepcional trabajo en pos de ampliar las fronteras del videojuego y entrar en todas las casas fue la principal punta de lanza de dos de las consolas más aclamadas de la historia de Nintendo.
Después, apostaría por una no menos exitosa Nintendo 3DS y Wii U, el punto más negro en su curriculum como CEO de la compañía; con un puñado de juegos excepcionales y colaboraciones con estudios de la talla de Platinum Games, la consola de sobremesa más reciente de la compañía ha dejado muchas cosas por el camino pero siempre ha seguido una filosofía tan clara como rotunda: los videojuegos y su calidad por encima de todo. Y ahí, de nuevo, Iwata tiene una enorme responsabilidad debido a su arduo trabajo como asesor de los distintos equipos de desarrollo.
"Los videojuegos están hechos para ser una cosa. Divertidos. Divertidos para todo el mundo."
Y en las más estrictas labores como directivo, Satoru Iwata merece ser recordado por la forma de atajar la pequeña crisis sufrida en los últimos años, tras las fuertes bajadas en los beneficios. Negándose en rotundo a cualquier tipo de despido, el principal mandatario de Nintendo decidió que la decisión con la que seguir adelante en busca de una mayor eficiencia económica no era otra más que bajar los sueldos de todos los altos cargos de la empresa, algo que él mismo hizo varias veces durante el último lustro.
En su trayectoria encontraremos decisiones que alzaron a Nintendo a lo más alto y otras, más comprometidas, que la han dejado en una situación algo más complicada e incierta en todos los sentidos. Adherido, por herencia, a una forma de dirigir un tanto arcaica, lo importante y lo que quedará en la memoria de todos los jugadores es que Satoru Iwata apostó siempre por los videojuegos. Por los buenos videojuegos. Y ahora, allá donde esté, podrá reunirse con otros dos grandes genios salidos de Nintendo, Yamauchi y Yokio. Descanse en paz, Satoru Iwata.
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