Hace semanas que ver una nueva serie se convirtió en una misión (casi) imposible. No era por poca cantidad ni falta de suscripciones en plataformas de streaming (Netflix, HBO, Prime Video y Disney+), más bien porque sencillamente no encontraba algo que me llamase lo suficiente para dedicarle mi tiempo.
Todo es culpa de The Walking Dead. Empecé a verla otra vez con intención de acabarla y una vez más me he ahogado antes tiempo. Esta vez me he quedado justo antes del "momento Negan". Esto me llevó a una situación que se extendió hasta hace unos días: cero ganas de ver series y películas. Pero un anime de Netflix me ha salvado de este bucle de "quiero y no puedo".
Otra perspectiva de la Primera Guerra Mundial
Un clip en el Twitter de Netflix Anime fue suficiente para causarme el interés que me llevó a apagar el PC, encender la TV y buscar la serie en la plataforma de streaming. ¿Su nombre? Leviatán o Leviathan, una obra de animación de origen japonés inspirada en la obra homónima del escritor Scott Westerfeld. Se estrenó el 10 de julio de 2025, así que estaba recién salida del horno.
Han bastado tres de los doce episodios disponibles para enamorarme a unos niveles muy inesperados. La historia del anime y la obra original se centra en una versión alternativa o fantasiosa de la Primera Guerra Mundial. El comienzo coincide con el detonante de la Gran Guerra: el asesinato del Archiduque Francisco Fernando, aunque en este caso la atención se centra en otros personajes.
Hasta ahora, la serie sigue a dos personajes: Aleksandar von Hohenberg, hijo del archiduque austrohúngaro asesinado en Sarajevo, y Deryn, una joven que se hace pasar por un joven recluta llamado Dylan Sharp para alistarse en las Fuerzas Aéreas del Reino Unido. Sobra decir que ambos están destinados a encontrarse y a comprender que se encuentran en bandos contrarios, pero no quiero adelantar nada de los tres episodios que he visto hasta ahora.
La serie es una maravilla a nivel visual y sonoro. No soy un entendido en anime y puede que mi siguiente afirmación sea una tontería como una catedral, pero algunas escenas me recuerdan a las películas de Studio Ghibli. Por ejemplo, la escena de Deryn y la medusa a la deriva. No puedo decirte más sin hacer spoiler, pero es un buen ejemplo.
Más allá de todo lo que te he contado, mi parte favorita de Leviathan es cómo enfoca el conflicto de la Primera Guerra Mundial. La división de bandos, los avances tecnológicos y el modo de hacer la guerra es muy diferente a nuestra realidad. Los nombres de los bandos cambian de Potencias Centrales o Triple Alianza (Alemania, Austria-Hungría, Italia y otros) y Triple Entente (Francia, Reino Unido, Rusia y otros) a Clánkers y Darwinistas. Y aquí es donde el anime se pone muy interesante.
Dividir los bandos en Clánkers y Darwinistas sirve para establecer una distinción mucho más clara que en la realidad y añadir un trasfondo de fantasía que supone el mayor atractivo del anime... al menos en mi humilde opinión. No quiero entrar en demasiados detalles, como he dicho, pero voy a resumirte rápidamente de qué se trata porque es el motivo de que esté tan enamorado.
Los Clánkers son la Triple Alianza y centran su tecnología en las máquinas. Seguro que a los fans de Star Wars les suena este concepto. Toda su cultura gira en torno a los vehículos mecánicos, los robots y droides. Utilizan mechas, bípedos estilo AT-RT, aerostatos, globos aerostáticos, trenes, destructores y grandes naves de guerra que son fortalezas andantes. Sobra decir que tienen ametralladoras, cañones, lanzagranadas y todo tipo de armas convencionales. Son puro metal.
En Vida Extra
La única forma de mejorar el combate de Batman Arkham era marcarse un Metal: Hellsinger, pero rollo disco cyberpunk
Los Darwinistas son la Triple Entente. Su tecnología se basa en convivir con los animales en simbiosis y hacer bio-ingeniería para crear monstruos increíbles. En los tres primeros episodios he visto maravillas como una medusa a modo de globo aerostático, murciélagos y águilas que combaten aviones, pequeñas lagartijas como mensajeros y una enorme ballena transformada en un aerostato gigante. Esta última da nombre a la serie: Leviathan. Equipan a estas criaturas con ametralladoras, cañones y todo tipo de armas para hacer la guerra.
Los primeros episodios de la serie establecen la gran diferencia de ambas corrientes tecnológicas: ambos sufren daños en sus máquinas. Mientras que los clánkers tienen que ideárselas para forjar y reparar sus máquinas, los darwinistas necesitan alimentar y cuidar a sus criaturas para que se regeneren por sí solas.
Estoy deseando continuar la serie para aprender más de ambas corrientes. Y si el anime se me queda corto, que es muy probable, no descarto echar mano del libro de Westerfeld para ampliar. En cualquier caso, descubrir Leviathan ha sido lo más maravilloso que me ha pasado en semanas en lo tocante a series y películas.
En VidaExtra | ¿Te has enamorado de Death Stranding 2? Estos seis animes son tan únicos que los firma el mismísimo Hideo Kojima
En VidaExtra | El término What If...? es algo que siempre me ha dado curiosidad y tengo varios interesantes para los animes más conocidos del momento
En VidaExtra | Pluto me parece una joya de anime, pero hay algo básico en su enfoque sobre los robots que me refunfuña
-
La noticia He descubierto este maravilloso anime de la Primera Guerra Mundial después de pasar semanas completamente amargado fue publicada originalmente en Vida Extra por Alberto Martín .
Continúar leyendo...