Un control de velocidad más inteligente podría ser mucho más eficiente y nos permitiría gastar menos gasolina.
Casi todos los coches que se venden en la actualidad incorporan o pueden incorporar sistemas de control de velocidad adaptativos, es decir, son capaces de analizar la distancia que guardamos con el coche que nos precede y así adaptar nuestra velocidad para respetar la distancia de seguridad. En caso de que no exista ningún obstáculo, la velocidad es la que marquemos en el sistema.
Esta tecnología es muy útil porque hace que viajes pesados se conviertan en menos pesados. Pero el control de velocidad puede hacerse más inteligente para ser, además de un elemento de seguridad importante, un dispositivo que nos ayude a reducir el gasto de gasolina en unos porcentajes muy altos según un equipo de ingenieros canadienses. Este equipo ha desarrollado un sistema para incorporar datos sobre curvas y condiciones del tráfico, que se recogen en tiempo real gracias a un sensor colocado en el vehículo, y que permitiría reducir hasta un 19% el consumo de gasolina en algunos modelos híbridos.
La eficiencia energética es uno de los objetivos fundamentales de la industria para los próximos años.
Las simulaciones realizadas por este equipo demostraron que la tecnología de control de crucero adaptativo podría exprimirse un poco más para aumentar la eficiencia energética bajo condiciones de bajo tráfico con pocos vehículos en la carretera. Por ejemplo, el tener la orografía del terreno permite al sistema acelerar un poco cuando el coche va en llano de cara a afrontar una pendiente, ahorrando unos pocos centilitros de gasolina reduciendo hasta un 15% el consumo medio.
Este sistema también está pensado para los híbridos enchufables y aprovecharía mucho mejor las características de los dos propulsores de este tipo de coches. Para los momentos de mucha carga se usaría el propulsor eléctrico y en los momentos de baja o media carga se emplearía el motor térmico para recargar parcialmente al eléctrico.
El objetivo es impulsar la eficiencia energética en el sector de la automoción antes de la llegada definitiva del coche eléctrico. Esta tecnología unida a los vehículos híbridos enchufables podría traducirse en unas reducciones de consumo de gasolina espectaculares que nos acercarían a las cifras prometidas por los fabricantes de menos de 4 litros. Este sistema presenta varias dependencias, pero personalmente espero que para la siguiente generación de coches híbridos enchufables veamos tecnología útil para sus motores, para que sean más eficientes.
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