El HTC One dorado puede estar mejor o peor diseñado pero lo que está muy claro es la coindicencia en apariencia con el nuevo iPhone 5s. ¿Estamos ante otro caso más de copia o inspiración basada en la competencia de HTC?
Lo original escasea, admitámoslo. En esta vida moderna es mucho más sencillo copiar que hacer algo nuevo, y más aún si sabemos que funciona. Es una regla básica. Pero parece que los de HTC están dispuestos a llevar esta máxima a puntos insospechados con su HTC One Dorado. Y es que no es la primera vez que HTC cae, convenientemente, en la cuenta de dotar a su flamante dispositivo con funciones y características extrañamente parecidas a las ya vistas en iPhone. En este caso, obviamente, es el diseño en oro el que ha sido objeto. No es que Apple tenga la exclusividad para utilizar este tipo de diseños basado en metales preciosos, pero siendo la segunda vez que ocurre y teniendo en cuenta las particularidades de este diseño, el asunto ya huele a déjà-vu.
Según anunciaba hoy la compañía, el nuevo HTC One dorado llegará a Europa, indudablemente, presentando batalla y al rescate de los fanáticos de Android que buscaban las líneas doradas entre los dispositivos de alta gama. El material, aluminio coloreado de color dorado, encierra virtualmente el mismo hardware que hasta ahora por lo que el diseño simplemente abre el HTC, al igual que Apple, fabricó un modelo de terminal con carcasa de oro de 18 quilatesabanico un poco más. Los que querían comprar un HTC One dorado gracias al oro de 18 quilates, lo sentimos muchísimo pero solo se fabricaron cinco de ellos y su coste asciende a más de $4500.
Como ya os comentamos en su momento, HTC, siguiendo la estela de Samsung, incluyo en el HTC One Max un sensor biométrico sorprendentemente parecido al ID Touch de iPhone 5s. Por desgracia para la compañía, la inspiración se quedaba simplemente en eso ya que la tecnología patentada por Apple sigue siendo, actualmente, mucho más eficiente, precisa y segura. Además tiene un problema meramente de diseño y es que sus sensor, colocado en la parte trasera del terminal, despista a muchos usuarios que no terminan de comprender como emplearlo con comodidad. No obstante, dejando de lado las rencillas entre gadgets tecnológicos hay que entender la parte positiva de movimientos como este. Copiar un sensor biométrico de seguridad solo es un primer paso para ir marcando un estándar al que seguramente se sumarán muchas otras compañías. Por otro lado, en el caso del HTC One dorado no somos capaces de encontrar una justificación tan sencilla. Al menos los amantes de HTC tienen una razón más para alegrarse.
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