Noticia Hubo un tiempo en que Windows Mobile dominaba y el iPhone era un aspirante. 24 meses después, Apple le arrebató el puesto y no volvió a mirar atrás

Hubo un tiempo en que Windows Mobile dominaba y el iPhone era un aspirante. 24 meses después, Apple le arrebató el puesto y no volvió a mirar atrás


La hemeroteca suele ser cruel y con Microsoft lo ha sido especialmente. Todavía se recuerda aquel momento de Steve Ballmer, CEO de Microsoft, riéndose a carcajadas del precio y la falta de teclado físico del iPhone original. Según su visión, aquel dispositivo era una excentricidad condenada al nicho y no tenía ninguna oportunidad de convencer al sector empresarial, el verdadero motor del dinero en la telefonía móvil de entonces.


En 2007, el mercado estaba dominado por BlackBerry, con sus teclados físicos, y Windows Mobile, que replicaba la experiencia de escritorio en un teléfono. Los smartphones eran herramientas de productividad, no objetos de consumo masivo.

Sin embargo, el mercado tardó apenas 24 meses en borrar esa sonrisa y dar un golpe de realidad. Un mes, el de diciembre, pero en 2009, los datos confirmaron lo impensable dos años antes: iPhone OS acababa de superar a Windows Mobile en cuota de mercado en Estados Unidos. Aquel cruce de líneas en una gráfica marcó el final de Microsoft en el bolsillo y el inicio de un futuro como el que nunca se imaginó Apple.

Una carcajada que envejeció mal


La caída de Microsoft en el terreno móvil no ocurrió de la noche a la mañana, pero el sorpasso de 2009 simboliza el cambio de guardia. Mientras Ballmer defendía un modelo basado en stylus y teclados físicos, Apple apostaba por una interfaz totalmente táctil que redefinió cómo se usaban los dispositivos. Windows Mobile, con su estructura de menús heredada del escritorio de PC, empezó a sentirse arcaico a una velocidad pasmosa frente a la fluidez de lo que hoy conocemos como iOS.


El iPhone ofrecía un nuevo modo de navegación y un ecosistema de apps que rápidamente captó la atención del público y de desarrolladores, ampliando su atractivo más allá del mercado corporativo. Para cuando llegaron las cifras de finales de 2009, el daño era irreversible. De los 36 millones de smartphones que había entonces en Estados Unidos, una cuarta parte ya ejecutaba el sistema operativo de Apple.

iPhone Steve Jobs


El problema de fondo es que Windows Mobile cometió el error de intentar meter un PC entero en una pantalla de tres pulgadas. Todo era diminuto y pensado para trabajar, no para disfrutar. Para hacer algo tan simple como cerrar una ventana, necesitabas sacar un lápiz de plástico (el stylus) y afinar la puntería. Apple entendió que el dedo es el mejor puntero del mundo: mientras en Windows te peleabas con barras de desplazamiento microscópicas, en el iPhone todo funcionaba con gestos naturales. Esa diferencia, tener que aprender a usar el móvil frente a usarlo por intuición, fue la verdadera causa de la desbandada.

Windows Mobile 2009
Windows Mobile en 2009

Microsoft, que años antes miraba a todos desde arriba, cayó a la tercera posición. Lo curioso de aquel momento es que el líder indiscutible todavía era BlackBerry, con un 40% del mercado, otro gigante que, al igual que Microsoft, no supo ver que el viento había cambiado de dirección. Symbian y Palm OS también comenzaron a desmoronarse, incapaces de adaptarse a la nueva era táctil y al ecosistema de aplicaciones que Apple consolidaba.

Windows Mobile

El efecto dominó tras la llegada del iPhone


Aquel diciembre de 2009 desató una reacción en cadena en las oficinas de Microsoft. La pérdida de cuota de mercado frente al iPhone les forzó a tomar decisiones drásticas: apenas unos meses después, en 2010, decidieron sacrificar Windows Mobile para intentar renacer con Windows Phone.

Windows Phone


Fue un intento de reiniciar la estrategia y competir de tú a tú con la experiencia de usuario que proponía Apple, pero llegaron tarde a una fiesta donde las reglas ya las dictaba Cupertino.


El cambio de tendencia también se reflejó en la bolsa y en las acciones de ambas empresas. En mayo de 2010, solo cinco meses después de perder la batalla del sistema operativo móvil, Apple superó a Microsoft en capitalización de mercado, un símbolo más de la transformación que estaba ocurriendo.

Bolsa Apple


De la lista de rivales que Apple tenía en 2009 (BlackBerry, Palm OS, Symbian y Windows Mobile), ninguno sobrevivió. El único que logró entender el cambio de paradigma y adaptarse fue Android, configurando el duopolio que conocemos hoy. El ecosistema abierto de Android y su rápida adopción por fabricantes permitió competir directamente con Apple, mientras que Microsoft y otros gigantes quedaron rezagados, incapaces de reaccionar a tiempo.


Ahora, con iOS rozando el 60% de cuota en Estados Unidos y una Apple que sigue rompiendo récords de ingresos con los iPhone 17, aquel momento de 2009 sirve para recordar la importancia de anticiparse al cambio tecnológico. Más allá de las cifras, la historia deja una lección: en tecnología, quien ignora los cambios, corre el riesgo de convertirse en historia. Como decía Jobs, hay que estar siempre "stay hungry, stay foolish".

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La noticia Hubo un tiempo en que Windows Mobile dominaba y el iPhone era un aspirante. 24 meses después, Apple le arrebató el puesto y no volvió a mirar atrás fue publicada originalmente en Applesfera por Guille Lomener .

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