Por fin hemos podido probar la nueva creación de Nintendo para Nintendo Switch: Labo.
Este sistema de juego basado en manualidades de cartón, propone a jugadores de todas las edades practicar manualidades, construir pequeños artilugios donde introducir la consola, y después experimentar con ellos.
En un principio se nos ha propuesto crear un Antenauta, un pequeño vehículo de cartón que funciona mediante la vibración de los Joy-Con, direccionada hacia las patas para que se mueva a una velocidad bastante alta para no tener ruedas. Su construcción es sencilla y rápida, y el juego nos guiará, paso por paso, a través de su construcción.
Una vez terminado, solo nos queda introducir los Joy-Con en el artilugio que hemos construido, y controlar la vibración a través de la pantalla táctil de Switch.
Con este Toy-Con podremos ver a través de la cámara infrarroja del Joy-Con derecho, así como controlar la frecuencia de vibración de estos. Repercutirá de forma directa en la velocidad y fuerza del Antenauta.
Después se nos ha propuesto crear un Toy-Con más complejo: la caña. Nos ha tomado más de una hora la construcción, y cabe destacar que no tendremos ningún problema si seguimos correctamente los pasos que nos indica la pantalla de Switch, que puede controlarse a través de los Joy-Con.
Una vez terminaba, la sensación de robustez es patente, y podremos hacer movimientos fuertes y rápidos sin miedo a romper el cartón. Lo más curioso, al menos de la propia caña, es la sensación de resistencia a la fuerza que suponen el conjunto de las gomas y las cuerdas, junto con las vibraciones de los mandos. Las sensaciones son buenísimas.
Tendremos a la venta dos Toy-Con: el número uno, con un Kit Variado, y el dos, con un Kit de Robot.
Este último nos propone un estilo de juego algo más tradicional, vistiéndonos con una mochila de cartón que detecta con cuerdas nuestros movimientos, gracias a los sensores de movimiento e infrarrojos de los Joy-Con.
Tendremos distintos modos de juego, incluido uno para quemar calorías, y es que tendremos que movernos bastante para controlar el robot. Aun así, se hace entretenido, intuitivo y preciso.
Nos ha parecido más interesando el Kit Variado. Las experiencias que proponen son más didácticas, divertidas y, como su propio nombre indica, variadas. Todavía nos resulta difícil creer que un piano construido con cartón puede funcionar tan bien.
Los usuarios también podrán investigar, crear y explorar con el Taller Toy-Con, que nos permitirá hacer pequeños programas sencillos usando las entradas humanas de la consola para gestionar salidas en forma de acciones. Es una introducción perfecta y muy divertida para que los más pequeños den sus primeros pasos de programación informática, además de poder dar rienda suelta a la creatividad de muchos.
Las opciones de personalización nos han parecido buenas, más amplias de lo que esperábamos, y una oportunidad única para crear nuestros propios juguetes como queramos.
Nintendo Labo es un producto que lo van a disfrutar todos, pero especialmente los padres y los niños, porque les permite jugar juntos y aprender divirtiéndose. Os aseguramos que las posibilidades que ofrece tanto el software como el hardware, a pesar de ser cartón, vale cada céntimo: Nintendo no vende cartón. Está vendiendo un trabajo de ingeniería y diseño colosal, que consigue convertir algo tan común como el cartón, en cosas difíciles de creer.
Os dejamos con nuestras vídeo impresiones:
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Este sistema de juego basado en manualidades de cartón, propone a jugadores de todas las edades practicar manualidades, construir pequeños artilugios donde introducir la consola, y después experimentar con ellos.
En un principio se nos ha propuesto crear un Antenauta, un pequeño vehículo de cartón que funciona mediante la vibración de los Joy-Con, direccionada hacia las patas para que se mueva a una velocidad bastante alta para no tener ruedas. Su construcción es sencilla y rápida, y el juego nos guiará, paso por paso, a través de su construcción.
Una vez terminado, solo nos queda introducir los Joy-Con en el artilugio que hemos construido, y controlar la vibración a través de la pantalla táctil de Switch.
Con este Toy-Con podremos ver a través de la cámara infrarroja del Joy-Con derecho, así como controlar la frecuencia de vibración de estos. Repercutirá de forma directa en la velocidad y fuerza del Antenauta.
Después se nos ha propuesto crear un Toy-Con más complejo: la caña. Nos ha tomado más de una hora la construcción, y cabe destacar que no tendremos ningún problema si seguimos correctamente los pasos que nos indica la pantalla de Switch, que puede controlarse a través de los Joy-Con.
Una vez terminaba, la sensación de robustez es patente, y podremos hacer movimientos fuertes y rápidos sin miedo a romper el cartón. Lo más curioso, al menos de la propia caña, es la sensación de resistencia a la fuerza que suponen el conjunto de las gomas y las cuerdas, junto con las vibraciones de los mandos. Las sensaciones son buenísimas.
Tendremos a la venta dos Toy-Con: el número uno, con un Kit Variado, y el dos, con un Kit de Robot.
Este último nos propone un estilo de juego algo más tradicional, vistiéndonos con una mochila de cartón que detecta con cuerdas nuestros movimientos, gracias a los sensores de movimiento e infrarrojos de los Joy-Con.
Tendremos distintos modos de juego, incluido uno para quemar calorías, y es que tendremos que movernos bastante para controlar el robot. Aun así, se hace entretenido, intuitivo y preciso.
Nos ha parecido más interesando el Kit Variado. Las experiencias que proponen son más didácticas, divertidas y, como su propio nombre indica, variadas. Todavía nos resulta difícil creer que un piano construido con cartón puede funcionar tan bien.
Los usuarios también podrán investigar, crear y explorar con el Taller Toy-Con, que nos permitirá hacer pequeños programas sencillos usando las entradas humanas de la consola para gestionar salidas en forma de acciones. Es una introducción perfecta y muy divertida para que los más pequeños den sus primeros pasos de programación informática, además de poder dar rienda suelta a la creatividad de muchos.
Las opciones de personalización nos han parecido buenas, más amplias de lo que esperábamos, y una oportunidad única para crear nuestros propios juguetes como queramos.
Nintendo Labo es un producto que lo van a disfrutar todos, pero especialmente los padres y los niños, porque les permite jugar juntos y aprender divirtiéndose. Os aseguramos que las posibilidades que ofrece tanto el software como el hardware, a pesar de ser cartón, vale cada céntimo: Nintendo no vende cartón. Está vendiendo un trabajo de ingeniería y diseño colosal, que consigue convertir algo tan común como el cartón, en cosas difíciles de creer.
Os dejamos con nuestras vídeo impresiones:
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