Noticia In3 celebra su segunda edición recordando que sin integración no se puede emprender

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  • In3, el evento de emprendedores promocionado por la Embajada de Estados Unidos, celebra su segunda edición en la que busca, sobre todo, integración de todos los players del mercado.
  • Los inversores analizan la importancia de tener unicornios, pero sin olvidarse del resto.

Segundo año consecutivo, segunda convocatoria, segundas oportunidades. In3 en su corta vida, se está consolidando ya como uno de los eventos clave del año emprendedor. ¿Su peculiaridad? Supone una integración directa de la Embajada de Estados Unidos con el ecosistema emprendedor español, principalmente para aquel que ya tiene un nombre, o una financiación lograda, en el sector. Y ya de paso, un recordatorio de que la innovación, los inversores y las instituciones deben estar en el mismo barco, como bien ha recordado Pedro Moneo, fundador de Opinno. Atentos amigos políticos, que en la parte de instituciones públicas aún queda mucho trabajo por hacer.

Los fondos internacionales son muy necesarios para complementar a un, de momento, joven inversor localSi hay algo cierto en esta historia, y que ha tenido a bien recordar el mediático Embajador de Estados Unidos, James Costos, es que “los últimos meses en España han sido los más activos en lo que a emprendimiento se refiere”. Después de todo, en una consecución de hechos sin precedentes que ha tenido lugar en lo que llevamos de 2016, se han cerrado los mayores exits del ideario del emprendimiento español: un Just Eat ha comprado La Nevera Roja un Ventee Privée se ha hecho con un, ya consolidado, Privalia. Y así una gran lista de ejemplos. Muchas voces se habían levantado en España, avisando del estallido de una posible y peligrosa burbuja; y si hay algo que se tiene claro al sur de los Pirineos es que las burbujas no son buenas. La cuestión detrás de todo esto es que ni tan mal: Kivo Ventures, K Fund y JME acaban de conseguir 170 millones de euros para continuar con sus inversiones en un fondo conjunto y anunciado en el mismo evento. El dinero, amigos, está.

Unos inversores que tienen claro que “criar unicornios”, ya sea dentro como fuera de España es una misión muy compleja. Dave McClure, fundador de 500 startups, sabe que “la mayor parte de las inversiones terminan en fracaso”, y más o menos entre el 50% y el 80% de las startups cierran; por lo que cada 1.000 sólo una podría terminar en gigante tecnológico y tirando por lo alto. En España, y como nos comenta Sofía Benjuema, de Google Campus, “encontrar nuestro unicornio es todo un reto y cuenta pendiente”. Pero, y aquí viene la moraleja, sin olvidarse de que todas esas que no llegan a estar entre esos curiosos animales, pero que sí tienen éxito en su trabajo, son sumamente importantes para el grueso del ecosistema: unos no pueden existir sin los otros.

Creerse el talento en España, saberse importantes e influyentes. De nuevo, para Sofía, otra tarea esencial. Casi el 44% de la inversión a emprendedores viene de fuera, por lo que algo tendrán que ver ellos que no se ve desde dentro, y mucho tienen que enseñar a un, de momento, joven sector inversor local. Pero en su opinión, no hay que relajarse: “hay que atreverse a pensar más a lo grande; muchos emprendedores se quedan en el mercado nacional. Eso hay que cambiarlo. Ser más ambiciosos”.

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Pincasso: Shutterstock


El referente de Estados Unidos


Las comparaciones son odiosas, como quien dice, y buscar Silicon Valley en España es como intentar encontrar una aguja en un pajar. Para McClure, Silicon Valley es una “completa alucinación colectiva en la que todos tienen que creer”. Y cada uno cree de forma diferente, por lo que crear tiene que ser nativo de cada región.

Echando un ojo a los acontecimientos que se dan al otro lado del charco vemos que, de hecho, la economía digital ya ocupa el 6% de la inversión total de PIB estadounidense. Y esto, para David H. Thorne, asesor de la secretaría de estado de EE.UU, es un ventaja:


”Con esta situación, la mayor parte de los trabajos que han nacido en Estados Unidos tienen origen en esta industria, en la tecnológica; en un sector en el que la energía individual de los pequeños emprendedores es una de las mayores fuerzas del país.”

Y aquí intervienen directamente los gobiernos, entendiendo que el emprendimiento ayudará al crecimiento económico de un país. Pero sin olvidar que, como comenta Thorne, “fallar no es una anomalía, es algo esperado si haces algo realmente innovador”.

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