Estamos a unos pocos días del primer aniversario de iOS 8, por lo que aprovechando que iOS 9 está a la vuelta de la esquina es el momento de sentarnos a hacer balance.
El periodismo y la comunicación viven casi de forma exclusiva de las últimas horas (si no que se lo digan a Twitter), y en el mundo de la tecnología lo último se reduce casi a minutos. Esto no solo supone una cantidad ingente de noticias, si no que muchas de ellas se basan en las "promesas" que hacen las marcas en sus presentaciones y pocas en la realidad del día a día. Claro que contamos con los análisis y crónicas, pero en su mayoría se publican a los pocos días cuando el foco de atención aún se centra en ese producto.
Por eso hoy, a pocas horas de la Keynote donde se espera que Apple presente el iPhone 6s y 6s Plus, el nuevo Apple TV, watchOS 2 e iOS 9, voy a sentarme a echar la vista atrás para ver si iOS 8 y sus consiguientes actualizaciones han cumplido con las promesas que se hicieron cuando se presentó y de paso ver qué consecuencias han tenido.
Extensiones
Como no podía ser de otra forma, la primera de las características a las que hay que echar un ojo son las extensiones. Y es que por sí mismas han supuesto toda una revolución en el App Store y en las expectativas de lo que se puede o no hacer en un iPhone o iPad. Y es que aunque para muchos las extensiones solo sirven para compartir (las conocidas "Share Extensions"), la realidad es que sus funciones son mucho más variadas.
En su presentación prometieron mejorar la comunicación e interacción entre apps sin que ello supusiese romper el "silo" que mantiene los datos de cada aplicación a salvo. Un año después puedo decir con total tranquilidad que han cumplido con creces, puesto que no solo ha facilitado las tareas que implican varias apps si no que también ha dejado completamente obsoleto el método anterior de comunicación: las famosas URL-Scheme.
El único pero que se les puede poner es que, pese a suponer un cambio tan importante, muchos usuarios siguen sin saber de su existencia al estar tan ocultos. De ahí que no me extrañe que iOS 8 fuese la primera versión del sistema que tuviese una app llamada "Consejos".
Action y Share extensions
De todas las extensiones que se incluyeron en iOS 8 esta es quizás la más usada por parte de los usuarios y también la que más desarrolladores han implementado. Su funcionamiento es bien sencillo: compartir el contenido con la app a la que pertenecen. Este es el caso de las extensiones de las apps de redes sociales, servicios para leer más tarde como Pocket o Instapaper, apps como Evernote o Drafts e incluso gestores de tareas como Things, Omnifocus o Todoist.
Pero no solo son capaces de capturar contenido, también son capaces de realizar acciones en el antes de guardarlo. Por ejemplo, en el caso de Workflow su extensión es capaz de ejecutar un flujo de trabajo sobre el contenido que hemos compartido. Lo mismo ocurre en el caso de Clips, donde podemos elegir la forma en la que se va a guardar el contenido que hemos capturado.
En el caso de las "Action Extensions" tienen el problema que se suelen confundir con las anteriores pero su función es bastante distinta. Y es que en vez de compartir contenido (aunque lo modifiquen) lo que hacen es ejecutar una acción sobre el contenido en la propia app. Dentro de esta categoría nos encontramos la que para mi es mi extensión preferida, la de 1Password, así como otras como Stacks (para convertir divisas dentro de la propia web en Safari) o View Source (para ver el código fuente de una web). En general han cumplido, pero están mal sitiadas y para próximas versiones no estaría mal que estuviesen en otro lugar o se pudiesen accionar desde el menú de copiar/pegar. Se evitarían confusiones y de paso sería mucho más útil en apps donde el texto sea el protagonista.
Document y File providers
Los "Document Providers" son la extensión más interesante y al mismo tiempo la más desconocidaDe todas las extensiones es probable que esta sea la más interesante y al mismo tiempo la más desconocida por parte del público en general. Todo por culpa de lo oculto que está y la poca cantidad de apps que lo han incluido. Para acceder a ellas primero tenemos que contar con una app que permita abrir documentos desde iCloud, como es el caso de Ulysses para iPad, después pulsar en "Ubicaciones" y activar las extensiones de las apps que proveen contenido antes de poder usarla. Y es una verdadera pena, puesto que gracias a este tipo de extensión podemos usar una app para almacenar nuestros documentos (como si fuera un Finder) y otras para editarlo y que cuando pulsemos guardar los cambios se guarden en el lugar de origen.
En el caso de iCloud Drive la función de almacenar archivos y editarlos en cualquier app viene de serie, pero en aplicaciones de terceros el panorama es desolador. En el caso de Dropbox, aunque soporta este tipo de extensión, la implementación está a medias al solo permitir abrir un documento y no editarlo/guardar los cambios. En el caso de Transmit, Documents o Working Copy el soporte para ser "content provider" es total.
Es una pena que la extensión capaz de dotar a iOS de un perfecto sustituto al Finder se haya quedado tan en segundo plano, aunque parece que Apple no se va a rendir. De hecho con iOS 9 se usará esta extensión para poder añadir archivos adjuntos a un correo electrónico dentro de la app de Mail.
Edición de fotos
En el caso de las extensiones para fotos han corrido mejor suerte que los "document providers" pese a vivir escondidos dentro de un menú de la pantalla de edición de fotos. Y es que gracias a esta tecnología para editar una foto ya no tenemos que importarla y exportarla de la app de turno, si no que podemos hacerlo directamente desde la app de Fotos. La gran mayoría de desarrolladores de apps de edición de fotos (como Pixelmator o Afterlight) se han lanzado a añadir este tipo de extensión, exceptuando a VSCO que si bien apareció en la Keynote de iOS 8 como ejemplo aún no se sabe nada de esta característica.
Widgets
Si las extensiones han sido la característica que más promesas ha cumplido, los widgets han sido con diferencia los que más controversia han generado. Planteados como una forma de mostrar datos relevantes en la parte de "Hoy" del centro de notificaciones, los desarrolladores no tardaron en ver el potencial y plantear widgets que Apple no había previsto. Calculadoras, lanzadores de aplicaciones y apps de notas empezaron a llegar al App Store en forma de widgets hasta que Apple acabó por retirarlos de la venta. La polémica estaba servida, puesto que no solo supuso que muchas personas acabasen tirando el trabajo de meses a la basura si no que mucha gente se quedó sin soporte ni actualizaciones en una app que habían pagado.
Al final Apple acabó reculando y cambió su política respecto a los widgets, lo que hizo que apps como PCalc o Launcher pudieran volver al App Store. Y aunque un par de meses después hubo unos cuantos coletazos de la vieja política, a día de hoy podemos disfrutar de widgets tan asombrosos como el de Workflow, que es capaz de ejecutar flujos de trabajo dentro del centro de notificaciones, o el de Clips. Por no hablar de widgets más informativos como los de Fantastical 2, Things o Omnifocus.
Teclados
De todas las novedades de iOS 8 esta es quizás la que peor resultado ha tenido, pero no por que los desarrolladores no hayan sabido sacarle provecho, si no por la pobre implementación por parte de Apple. Y es que por mucho que en el App Store haya ideas tan buenas como la de Clips, que desde el teclado nos permite volcar los pedazos de texto que hemos copiado, Sunrise Meet, que nos permite crear citas en el calendario e invitar a la persona con la que hablamos, o Textexpander 3, que nos permite expandir abreviaciones en cualquier tipo de texto, mientras cambiar de teclado siga siendo tan lento y tenga tantos bugs estaremos ante una característica a medio terminar.
Tampoco le han ayudado las cuestiones sobre la seguridad (sobre todo con los infames Keyloggers) que han sobrevolado a estas apps desde su lanzamiento. Y es que aunque podemos elegir que el teclado no se comunique con nadie ni se conecte a la red, las funciones más interesantes (como las de las tres apps que he mencionado antes) solo están disponibles si permitimos un "acceso total". Y es el aviso que vemos al activar el "acceso total" el que más dudas ha acabado levantando sobre la seguridad gracias a su alarmante texto.
La realidad es que pese a lo alarmante del texto queda en mano de cada desarrollador que deciden hacer con ese "acceso total". En el caso de Clips o Sunrise solo se utiliza para poder comunicar teclado y app de manera que podamos acceder al contenido copiado o planear una cita. En casos en los que si que se usaba este acceso para ver lo que escribía el usuario, hubo compañías que siguieron distintos caminos: Smile, creadores de Textexpander 3, dejó bien claro que aunque la app buscaba entre el texto escrito para encontrar las abreviaciones estos datos se almacenaban en una cache que se borraba cada vez que se pulsaba espacio y jamás salía de la app. Otros, otros como Swiftkey, no creyeron que fuese algo tan importante e incluso acabaron publicando informes con los datos que habían recogido. Sea como fuere, he de recordar que a la hora de escribir datos sensibles como las contraseñas iOS siempre nos obliga a usar el teclado original de Apple, donde es imposible que haya ningún tipo de problema de seguridad.
Continuity
Aunque el día de la presentación casi pasó desapercibido por culpa del bombazo de las extensiones, teclados y widgets Continuity ha sido una de las tecnologías más importantes para Apple y su Watch. Su objetivo era bastante sencillo, mejorar la comunicación y el cambio entre dispositivos. De esta forma si estamos escribiendo un correo en el iPhone podemos seguir donde lo dejamos en nuestro iPad o Mac cuando llegamos a casa (Handoff), o si recibimos una llamada de teléfono (o SMS) y tenemos nuestro iPhone en otra habitación podemos contestar desde el Macbook. Lo mismo se aplica a compartir internet, que desde iOS 8 se puede activar directamente desde el iPad o el Mac con el que queremos acceder a la red (sin tener que tocar el iPhone).
En su momento parecía una de esas características que no acabarían teniendo mucho protagonismo, sin embargo, solo tuvimos que esperar hasta la presentación del Apple Watch para ver la relevancia que iba a tener. Y es que es gracias a Continuity que el reloj se "lleva tan bien" con el iPhone, sin ella la integración no estaría a la misma altura que está hoy. Aunque tanta "comunicación" entre dispositivos tambien tiene sus inconvenientes, como que tiemblen las paredes cada vez que me llama alguien por que se han puesto a sonar mi Mac, iPad e iPhone a la vez para avisarme.
Fotos
Aunque la nueva app de fotos, con sus nuevas herramientas de edición y extensiones, llegó el primer día para la sincronización en iCloud nos tocó esperar hasta abril de 2015 (casi un año). Y como suele ser habitual cada vez que Apple lanza un servicio en la nube, lo hizo con dudas y la habitual polémica respecto a su rendimiento. Es muy probable que según a quien le preguntéis os acabe hablando bien o mal del servicio, pero en mi caso su funcionamiento se ajusta a lo anunciado.
Superada la "traumática" primera subida (es lo que tiene tener más de 150 GB en fotos), todo me ha funcionado a la perfección. Todos mis dispositivos tienen las últimas fotos y vídeos a los pocos segundos (o minutos si me paso dandole al disparador) y no he sufrido ningún tipo de perdida de datos. De ahí que no me importe pagar más por tener almacenamiento en iCloud (comparado con los planes que ofrecen Google o Dropbox) si de esta forma lo único que me tiene que preocupar de mis fotos es sacarlas lo mejor que pueda.
A pesar de todo, un gran avance
No todo ha acabado funcionando igual de bien, pero eso no quita que iOS 8 haya sido una gran actualizaciónCuando Craig Federighi se subió al escenario hace un año y tres meses para presentar iOS 8 ninguno nos imaginábamos lo que acabaríamos viendo. Ni con los rumores era fácil creer que todo lo que estábamos viendo era real, puesto que supuso un giro de 180º en la política de Apple respecto a lo que podían o no hacer las aplicaciones de terceros. En aquella época era impensable que tecnologías como las extensiones (sobre todo las "Content Providers" y "Sharing extensions"), los widgets en el centro de notificaciones o los teclados de terceros y hoy ya son indispensables para muchos usuarios.
Sí es cierto que no todas ellas han acabado funcionando igual de bien, o que ha habido polémicas respecto a que se puede o no se puede hacer, o que algunos usuarios siguen desconociendo su existencia pese a los esfuerzos de Apple con la app "Consejos", pero eso no quita que iOS 8 haya supuesto uno de los mayores cambios en el sistema operativo del iPhone y del iPad desde la llegada del App Store en iPhone OS 2. Aunque lo mejor de todo es que esta tendencia de características para los usuarios más avanzados se va a consolidar con la llegada de iOS 9 en los próximos días.
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