La plataforma de mensajería de Pavel Durov, Telegram, se ha convertido en el objetivo de algunos gobiernos donde la libertad de expresión, aunque está presente, no es completamente real. A mediados del mes pasado, Rusia comenzó una batalla contra Telegram para bloquear el uso de esta aplicación de mensajería en el país, debido a que no le entregaba las claves de cifrado utilizado en su plataforma.
Ahora es el gobierno de Irán, quien ha tomado la misma decisión, pero por motivos diferentes, aunque similares a los que nos encontramos en Rusia. Según el gobierno de Irán, han bloqueado esta plataforma de mensajería, utilizada por 40 millones de usuarios, debido que es el principal método de comunicación para convocar las protestas que se están sucediendo en el país.
El motivo de utilizar Telegram y no otra plataforma, es el cifrado de punto a punto que nos ofrece, además de la posibilidad de crear chats privados donde los mensajes de pueden eliminar automáticamente transcurrido un tiempo preestablecido. Como era de esperar, a través de los diferentes canales disponibles en el país, comenzaron a popularizarse aplicaciones VPN, aplicaciones que permiten saltarse el bloqueo que está sufriendo esta aplicación en el país.
El bloque de Telegram, llama especialmente la atención, ya que esta aplicación era la utilizada por gran parte de los ministerios iraníes para comunicarse, gracias a las opciones de privacidad que nos ofrece. Tras realizar el bloqueo, el gobierno de Teherán, está tratando de promocionar el uso de una aplicación de mensajería local, llamada Sorush, una aplicación que está considerada por una herramienta del gobierno para poder espiar a los usuarios.
En Rusia, el gobierno de Putin, hizo la misma recomendación con la aplicación de mensajería del gigante de las búsquedas en el país Mail.ru, una empresa que pertenece a uno de los mejores amigos del primer ministro ruso, por lo que el acceso a todas las conversaciones está prácticamente garantizado.
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