Al igual que las Exposiciones Universales, los Juegos Olímpicos también suelen ser eventos que para la ciudad de acogida suele traducirse en innovación y desarrollo, al menos en teoría. Sin embargo, la práctica es un tanto diferente. Como ejemplo de ello, tenemos las instalaciones utilizadas durante los Juegos Olímpicos de Atenas en 2004, un legado que ha terminado cosechando más deudas que progreso.
Créditos: GETTY
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Así, la Villa Olímpica, gloriosa por ser el lugar por donde se pasea la antorcha que inicia el evento, ahora se ha convertido en un gran descampado lleno de hierbas y matojos. Como indican en El Huffington Post, las únicas instalaciones utilizadas son el estadio olímpico, usado como campo por el AEK de Atenas; la piscina, el velódromo y las canchas de tenis, las cuales únicamente sirven para entrenamientos; y el estadio cubierto utilizado por el Panathinaikos.
Las grandes inversiones necesarias para el mantenimiento han provocado el estado actual de lo que en 2004 fueron los Juegos Olímpicos de Atenas, situación que debido a la grave posición económica de Grecia no tiene previsiones de cambiar. Lo único que queda, son las cenizas de una antorcha que dejó de iluminar hace demasiado tiempo.
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