La obra más conocida de Masamune Shirow puede presumir de haberse adaptado al cross-media con bastante éxito a pesar de la amplia profundidad de sus tramas. 'Appleseed', 'Dominion Tank Police' o, la que que nos ocupa, 'Ghost in the Shell', conservan una constante dualidad moral con su fantástico acabado narrativo al servicio de sus pinceles: Universos cyberpunk donde el ser humano se vuelve máquina y las máquinas intentan buscar su humanidad.
Con tres series de historietas publicadas entre 1989 y 1997, tres películas de animación, varias adaptaciones al anime y un futuro salto a la gran pantalla en 2017 con la mismísima Scarlett Johanson en el papel principal, 'Ghost in the Shell' regresa a los videojuegos tras 10 años desde su paso por las primeras plataformas PlayStation.
Esta vez a manos del estudio Neople y presentando una triple apuesta ganadora al combinar un First Person Shooter de una licencia conocida y cierto renombre, pero apostando por el modelo free-to-play.
'Ghost in the Shell: Stand Alone Complex - First Assault Online' es un nombre realmente largo, pero a la vez es una declaración de intenciones. Basado en el universo de Shirow, tendremos por delante un conjunto de niveles y personajes extraídos directamente la serie de televisión homónima, aunque adaptada a los estándares occidentales de diseño. De este modo, el acabado de los personajes se ha visto acomodado al ojo occidental sin restarle un ápice de identidad a los diseños originales, y eso, se mire como se mire, es un tremendo acierto.
Bienvenido a la Sección 9,una fuerza de operativos cibernéticos élite
En cualquier caso nosotros haremos uso de los miembros de la sección 9, una fuerza de operativos de élite entrenados para combatir las constantes amenazas y el terrorismo cibernético por las calles del Japón de 2029. Una de las primeras cosas que destacan de la propuesta es que a diferencia de otros shooters donde cada equipo representa una facción distinta, en 'Ghost in the Shell: Stand Alone Complex' todos los jugadores combaten con los miembros de la sección 9.
Sin embargo, a nivel de juego, se nos presentarán visualmente los miembros del equipo rival con el aspecto de los ciberterroristas. Un pequeño truco que aboga por la posibilidad de que todos puedan hacer uso de la Comandante Motoko Kusanagi, Batou y compañía, al precio de no existir distintas facciones, y que distingamos a golpe de vista entre aliados y enemigos.
Durante la beta cerrada se dio la opción de probar tres de los modos de juegos que estarán disponibles, cada uno sobre un escenario distinto. Elegimos a nuestro personaje favorito, en mi caso aposté por unas primeras partidas con Kusanagi y luego cambié a Batou, y eso no sólo se hace notar por sus propios atributos físicos. Una de las claves de partida es el Skill Sync, la habilidad especial de cada personaje que además podremos compartir y combinar.
De este modo, a niveles estratégicos, la clave distintiva del título a nivel de gameplay es saber entenderse y moverse en grupo, aprovechando cada una de las habilidades especiales de los protagonistas. estas habilidades irán mejorando y escalando niveles conforme progresamos.
Mucho más que una licencia
El primero de los modos fue la clásica batalla por equipos. Es importante destacar que cada una de las fases está ambientada en un capítulo muy concreto de la serie de televisión ' Stand Alone Complex', con lo que la licencia no está sólo para llamar la atención. Mientras el resto de los jugadores completan sus cargas, tendremos acceso a explorar el mapeado libremente, con un acabado de cascadas de datos como las que se ven en la serie o se popularizaron en la película 'The Matrix'. Una vez iniciado el encuentro, veremos como la jugabilidad bebe directamente de títulos como 'Counter Strike', y eso es bueno.
En lo personal, he de admitir que gradualmente he ido aclimatando a los shooters sobre mando y en la versión jugable tuve que volver a hacerme con la precisión del ratón y el teclado. Sin embargo se aseguró que en la versión final ambos sistemas de control estarían disponibles.
Tras corretear por los nocturnos entresijos de una serie de pasillos y edificios supuestamente abandonados empieza la rafaga de disparos. Lo bueno de ser Kusanagi es que al ser alcanzado por dos o tres disparos certeros, ves como cada uno de los apéndices de tu cuerpo acaban volando en distintas direcciones sin manchar el suelo, pudiendo contemplar los detallados cableados internos junto al esqueleto de metal del modelo. A partir de ese punto era espabilarse o llenar el suelo de recambios.
La diferencia de armamento en esta primera fase no fue demasiado acusada, aunque mientras nos preparábamos para el segundo de los modos pudimos curiosear con propiedad en la tienda online y empezar a materializar nuestros avances y logros en forma de un completo arsenal mucho más contrastado y absolutamente personalizable. Desde silenciadores, que en el caso de las tres misiones jugadas considero que fueron una inversión bastante equivocada, hasta armas y complementos para las partes cibernéticas de nuestro personaje.
Es importante recalcar que el juego, a pesar de ser un Free-to-play no habrá ningún elemento o ítem de la tienda que no se pueda adquirir a través de moneda in-game obtenida a base de jugar. Evidentemente, siempre está la opción de empezar fuerte y escalar niveles cómodamente con una modesta inversión inicial a cambio de un buen equipo y una escopeta que nos haga los enfrentamientos más cuesta abajo.
El segundo de los modos, basado también en otro de los episodios clave de la serie, está menos enfocado al shooter táctico y más a buscar aprovechar los puntos fuertes de la licencia. En esta ocasión, y sobre un area urbana, deberiamos alternar entre derribar a nuestros enemigos mientras hackeamos unos enormes Tachikomas, una especie de tanques aracnidos que supondrán una enorme amenaza. Desde luego esta versión de captura de bandera se encuentra algo descompensada una vez que tienes el primer Tachikoma merodeando por la base que tienes que hackear.
Hackear, infiltrarnos... Al final todo se resuelve a disparos y granadas
Finalmente, el último de los modos que se pudo probar nos llevó a una especie de instalaciones científicas con sus laberínticos pasillos, donde debíamos centrarnos en dos zonas principales con el fin de colocar unas bombas. En este caso, si éramos eliminados tendríamos que esperar a que finalizara el asalto para poder regresar a una nueva partida, sentenciando el resultado final a favor del equipo que consiga 5 éxitos bien eliminando a sus rivales o colocando los explosivos dentro del tiempo límite.
Dependiendo del modo de juego el tiempo para reaparecer cambia, al igual que si nos centramos más en intentar ataques más estratégicos, intentar una infiltración o sencillamente hacer el cabra con una escopeta o una Magnum y arramblar lo que tengamos por delante.
En un principio las armas de la primera partida ofrecían combates bastante homogéneos a pesar de las típicas granadas y las recurrentes hojas de cuchillas a corta distancia. Sin embargo, poco a poco el juego dejó menos margen para el uso de rifles francotiradores o metralletas y se hizo mucho más ameno conforme fuimos potenciando las escopetas. Quizás con un espectro mayor de jugadores hubieran evolucionado en otra dirección las partidas.
Por otro lado las mecánicas de Skill Sync ofrecen una alternativa muy interesante y que consiguió que se plasmara en la partida: no operamos cono un grupo de personajes individuales con habilidades contrastadas, sino que buscábamos un la activación de nuestras habilidades al posicionarnos con proximidad entre aliados, y hay modos en los que funciona mejor y en otros, a pesar de no ser una opción principal, marca una diferencia.
El problema fundamental de evaluar 'Ghost in the Shell: Stand Alone Complex' es que a pesar de que está en una fase perfectamente jugable e idonea para que pueda comenzar a aclimatar el balance de niveles, personajes, armas y habilidades, se encuentra con la dualidad de no terminar de abordar los niveles mecánicos y visuales de los pesos pesados de las sagas anuales y gigantes de la industria como 'Call of Dutty' o 'Battlefront', mientras que si lo comparamos con el resto de propuestas de shooters en free-to-play puede encontrarse dentro de unos pantanos de un género quizás demasiado recurrido en la actualidad.
Por lo demás, montones de armas desbloqueables que nos tendrán muy entretenidos, un aspecto gráfico que no despunta demasiado, variados y divertidos modos de juego y, lo más agradecido: intenta desligarse del prejuicio de ser otro juego de disparos, pero con los personajes de creados por Shirow .
'Ghost in the Shell: Stand Alone Complex' desde luego gustará más a los seguidores de la obra original que a los incondicionales de los FPS que estén aferrados a su título habitual y deseen tener un affaire de un par de días con alguna propuesta novedosa. Sin embargo, de desarrollarse en más profundidad el sistema de Skill Sync, no cabe duda que las siglas del manga y el anime serán la excusa perfecta para sumergirnos en esta lluvia constante de balas, tornillos y tanques de araña.
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La noticia Jugamos a Ghost in the Shell: First Assault Online, más Shirow y menos Counter Strike fue publicada originalmente en Vidaextra por Frankie MB .
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