
Voy a ser directo, cual puño de dragón justo en la base de la mandíbula: la llegada de Ken a la ciudad de South Town enciende una nueva chispa en Fatal Fury: City of Wolves. Es un regalazo para los enamorados de la lucha en muchos sentidos, dado que además de ser puro fanservice para los que jugamos a diario a Street Fighter, se ha añadido sin ningún coste adicional al nuevo juego de SNK y todos sus modos. Dicho esto, lo que más me ha gustado de esta potente adición es lo muy bien que encaja este World Warrior en su saga hermana, y con esta entrega en concreto.
Más que un golpe sorpresa, la llegada del amigo rubiales de Ryu a Fatal Fury es un contra-ataque amistoso y perfectamente ejecutado. Sabíamos que se sumaría a un panel de luchadores seleccionables basado en Garou: Mark of the Wolves en el que regresaban leyendas de la casa y se añadían personajes tan pintorescos como el futbolista Cristiano Ronaldo o el caricaturesco (pero efectivo) D.J. Salvatore Ganacci. Sin embargo, Ken merecía un trato muy especial. Como mínimo tan cuidado como las adiciones de Terry Bogard y Mai Shiranui a Street Fighter 6. Y eso, ya te adelanto, se ha logrado con creces.
Si has estado más de 30 años sin tocar un juego de lucha te interesará saber que a Ken Masters ya no le define su kimono y el color de su pelo con respecto a la infinita variedad de personajes cuya técnica que ha sido cortada por el mismo patrón de Ryu. O, si lo prefieres, no viene como invitado estelar solo para cubrir la plaza de Ryo Sakazaki, sino para enriquecer el juego y aupar todavía más su matiz competitivo. ¿Lo suficiente para eclipsar a los auténticos campeones de SNK? Lo primero que te gustará saber es que el tratamiento que ha recibido es el de alguien que parece que lleva toda la vida en sus sagas. Y eso les beneficia a todos.

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Eso no quiere decir que Ken renuncie a sus hadouken o puñetazos ascendentes imbuidos en llamas, y te aseguro que si te roza cualquiera de sus patadas giratorias (que tiene una barbaridad) quien más lo va a notar será tu barra de salud. Sin embargo, el primer gran acierto de KOF Studio es cómo adapta el personaje y su distintivo estilo clásico, pero agresivo, a las sensaciones jugables, las mecánicas y característico ritmo de Fatal Fury: City of Wolves. Y ojo, que si nos vamos más allá del competitivo, SNK incluso se atreve a alinear su trasfondo con el que vimos en los juegos de Capcom. ¿Todo aciertos?
SNK lleva la pasión de Street Fighter a su terreno
Llegados a este punto toca plantearnos la cuestión que, posiblemente, te estés planteando: ¿Por qué Ken llega a Fatal Fury... y no Ryu? El japonés no solo es el embajador de Capcom, sino que junto a Chun Li se le puede considerar el gran icono y punto de referencia dentro de los juegos de lucha. Sin embargo, y tras poner a prueba al americano en City of the Wolves, no solo tengo claros los motivos, sino que celebro los resultados.
De entrada, la agresividad y el dinamismo de Ken contrastan y se complementan de escándalo con la manera de crear aperturas y combos rápidos de los luchadores de Fatal Fury en general y los herederos del estilo Kyokugenryu, en particular. Ryu habría aportado muchas otras cosas, que conste. De modo que con trastear solo un poco los botones sientes que estás ante un personaje muy diferente a un Marco Rodrigues cuyas técnicas son descaradamente similares y, de paso, dejas la puerta abierta a la entrada a un Ryo Sakazaki de Art of Fighting que -admitámoslo- era una manera poco disimulada de añadir al arquetipo de Ryu en Fatal Fury Special o The King of Fighters.
Sin embargo, lo verdaderamente interesante es cómo el Street Fighter hace propias las mecánicas de City of the Wolves. Vaya por delante que el estilo de Ken en el nuevo Fatal Fury no se limita a adaptar sus golpes y ataques al uso de cuatro botones más el de Rev, sino a cómo se aprovechan sus golpes, sus patadas y movimientos especiales para acelerar la agresividad del combate. Lo cual no está reñido con un sistema de defensa (que combina el mítico Just Defense con el Rev Guard) que hará que los más espabilados se luzcan y le den la vuelta a la tortilla y que aquellos con buenos reflejos sean mucho más peligrosos al contraatacar.

De hecho, que puedas encadenar dos y hasta tres técnicas especiales es una deliciosa locura con el rubiales de Capco,.Pasar de un hadouken potenciado a una Jinrai Kick con los dos botones de patada y rematar a lo loco la cadena de golpes con un potente remate o un Ignition Gear (el equivalente a los Súper Arts) convierten a Ken en alguien peligrosísimo con su propio talón de aquiles para que no se desmadre la cosa: tal y como se espera de alguien con un espíritu tan ardiente, acabará llevando su indicador de REV al tope demasiado pronto.
En Fatal Fury: City of Wolves se apuesta por dejar que los jugadores potencien sus técnicas, las encadenen entre sí e incluso hagan maravillas desde el inicio del round sin tener que acumular la energía necesaria. La clave aquí es que, en ligar de costar bloques como en Street Fighter 6 hay un indicador de porcentaje de REV que, al llenarse al 100%, nos impide hacer esos sobreesfuerzos hasta "enfriarse". Esta dinámica beneficia a todos los personajes de SNK, quienes hacen un mayor uso de los ataques especiales, pero también aporta más herramientas y agresividad a Ken en concreto.
El resultante: al aplicar el repertorio de golpes y ataque especiales tan agresivos y técnicos del World Warrior en batallas en las que te puedes lucir y soltar la melena desde el principio, tienes a tu alcance un verdadero festival de fuego, chispas y explosiones. Y pese a que no me atrevería a decir que los jugadores que usan a Ken son un poquito más impacientes que los que juegan con Ryu, te aseguro que el REV System le da unas alas al americano que le sientan de escándalo a la hora de medirse a corta, media y larga distancia con los tipos más duros de South Town.
Un tributo a una rivalidad histórica. Una promesa de reencuentro
Para entender lo bien que se ha adaptado Ken al estilo de SNK hay que partir de dos hechos muy claros: los responsables de las sagas Fatal Fury y The King of fighters ya habían trabajado con el personaje, tanto en sus propios crossovers contra Capcom como en el primer Street Fighter de 1987 y, además, estaba la enorme responsabilidad de corresponder con el mismo mimo y devoción que se había puesto al llevar a Terry Bogard y Mai Shiranui a Street Fighter 6. Un listón muy alto, todo sea dicho.
El trato especial que SNK ha tenido con Ken se nota desde el panel de seleccionables, y pese a que el nivel de detalle de su nuevo atuendo suma puntos extra, también se ha incluido su traje clásico. Un aspecto secundario que, de momento, solo tienen el propio Terry Bogard y Cristiano Ronaldo. Sin embargo, más allá de las estupendas sensaciones a los mandos y lo bien que le sienta el estilo REV a Ken en cada ronda en la que participa, hay algo más. Una rivalidad implícita y, a la vez, una hermandad palpable entre las sagas Street Fighter y Fatal Fury.

En City of Wolves hay una sensación de vínculo que traspasa las sagas. Algo así como si Ken siempre hubiese sido parte de la manada de lobos de los personajes Fatal Fury (en Japón a la saga se la llama Garou Densetsu) y se nota no solo al ver lo bien que funcionan sus combos, adaptados a este juego, al bloquear al instante siguiendo la dinámica de Mark of The Wolves para que nos marquemos un Evo Moment 37, lo cual ya está pasando, o al medirse por primera vez en un videojuego contra leyendas del calibre de Andy Bogard. Un combate implícito dados sus respectivos roles y que tan solo ha tardado 33 años en hacerse realidad.
Y pese a que, como es natural, deberás pasar por un muy necesario periodo de adaptación si vienes de Street Fighter en general y de la última entrega en particular, porque el peso y la manera de encajar golpes es distinta, hay pequeños detalles que marcan una gran diferencia que van desde las frases con las que se despide al ganar una ronda a su integración en el modo Historias de South Town y, por supuesto, en un modo Arcade en el que se rinde un bonito tributo a la legendaria rivalidad entre Capcom y SNK y todo lo que tienen en común. Ofreciendo, por cierto, algo inesperado: una escena post-créditos al estilo Marvel Studios.
Esa escena tiene el propósito directo de ubicar cronológicamente Fatal Fury: City of Wolves solo un poquito antes de los acontecimientos de Street Fighter 6 y, en el proceso, atar ambos universos. Pero, durante el mismo, Ken y Terry Bogard fantasean con combates de ensueño como Zangief contra Tizoc o el propio Ryu contra los personajes de la saga Art of Fighting. Dándole al jugador y fan de una o las dos sagas ese punto de fanservice y retomando una promesa esperanzadora que Capcom ya dejó caer en el World Tour de su propio juego: las puertas a que ocurra un Capcom vs. SNK 3 no están cerradas. De hecho, llevan cierto tiempo queriendo abrirse. Y no lo vamos a negar: la adición de Ken será un potente empujón a la popularidad de un Fatal Fury que merece mucho más protagonismo. Y no solo por razones históricas, sino por ser genuinamente bueno.
¿El siguiente pequeño gran paso? La anunciada llegada de Chun Li a South Town como la segunda luchadora invitada de Fatal Fury: City of Wolves. Un icono que trasciende los propios juegos de lucha y que se unirá a Fatal Fury en invierno de 2025 con un enorme desafío por delante por parte de SNK: lograr que jugar con ella es tan divertido como con Ken. Algo que lograrán los de Osaka no solo siendo fieles a su esencia y legado jugable, sino igualando el mismo cariño que ya le han dado al campeón americano, obsesionado con la pasta y amigo y rival tanto de Ryu, como de Terry Bogard.
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La noticia Ken es el nuevo combustible que necesitaba Fatal Fury: más que un turista en SNK se siente como un lobo más de la manada fue publicada originalmente en Vida Extra por Frankie MB .
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