Algunas de las sagas más conocidas de Capcom son Monster Hunter, Mega Man, Resident Evil o Street Fighter, entre otras, pero a lo largo de toda su historia ha desarrollado títulos muy clásicos y que han pasado a ser muy legendarios. Algunos de ellos hasta han vuelto a la vida en algún momento gracias a recopilatorios, como es el caso de Captain Commando, uno de los mejores beat'em up que ha desarrollado la compañía.
En realidad esta es una de las obras más importantes que ha llegado a publicar, dado que su protagonista, que es el que da nombre al juego, fue llamado así por la combinación de las letras de Capcom, de ahí que se convirtiese originalmente en su mascota, aunque esa historia la dejaremos para otro momento. En esta ocasión toca hablar de la censura tan extremadamente grande que sufrió una de las versiones en las que fue publicado.
Captain Commando llegó por primera vez a las máquinas recreativas en 1991 y en él podíamos controlar al propio Captain Commando, capaz de ejecutar ataques eléctricos y de fuego, quien está acompañado por otros tres personajes más muy variopintos. Uno de ellos es un alienígena con el aspecto de una momia equipado con un par de cuchillos, un ninja capaz de cortar en dos a todo lo que se cruce en su camino y un bebé superdotado capaz de controlar a un robot.
Gracias al hecho de contar con cuatro héroes, en la versión arcade se podían juntar hasta cuatro personas al mismo tiempo para repartir estopa de la buena. Sin embargo, en la versión de SNES se redujo la cantidad de jugadores a la mitad, por lo que dos personas debían unir fuerzas para abrirse paso por unos cuantos escenarios en los que hay que machacar a golpes a multitud de enemigos. Eso sí, esta cantidad se vio reducida ante la falta de potencia de la consola de Nintendo.
En Vida Extra
Me pareció un soberano aburrimiento al ver el tráiler, pero he jugado a su demo y ahora estoy completamente enamorado... y algo confuso
Si bien son dos cambios muy notorios entre una versión y otra, lo cierto es que esto no son más que meras anécdotas en comparación con la censura que se aplicó. Tampoco es que la que se distribuyó en las máquinas recreativas fuese uno de los juegos más violentos que existen, pero se ve que alguien debió pensar que sí porque se eliminaron una auténtica burrada de características y algunas de ellas de lo más sorprendentes.
Para empezar, como habéis podido leer anteriormente, uno de los ataques más letales de Captain Commando es su lanzallamas, con el que puede achicharrar a los adversarios para que estos ardan hasta el punto de quedar reducidos a cenizas. En cambio, en SNES simplemente se queman, pero no les pasa nada más, dado que se quedan en el suelo eliminado y después desaparecen como lo haría cualquier enemigo.
Hablando de fuego, también destaca el hecho de que en la versión arcade hay ciertos malhechores que están equipados con armas que queman lo suyo. De hecho, cuando estos mueren las dejan caer al suelo y las pueden recoger los jugadores para devolverles la misma moneda, pero eso es algo que no podían comprobar los que jugaban en SNES, porque este tipo de enemigos y sus correspondientes armas se eliminaron.
Babyhead no es el único que puede controlar un robot, porque determinados enemigos son capaces de pilotar las llamadas Ride Armors, unas máquinas de gran tamaño a las que se suben y pueden propinar puñetazos muy demoledores. Por suerte, los jugadores lo pueden comprobar también si los eliminan y luego se suben a ellas, pero aquellos que tuviesen la versión de SNES se quedaron con las ganas porque Capcom se deshizo de ellas.
Con respecto a los otros dos protagonistas, como son Ginzu y Mack, comparten otra curiosidad más, aunque en estos casos corresponde a su descripción, porque esta se vio alterada en la consola de Nintendo. Para que os hagáis una mejor idea, aquí tenéis el antes y el después de cada uno, respectivamente:
Más allá de todo esto, los propios enemigos tampoco se libraron de modificaciones. Uno de los casos más llamativos es el de Mardia, quien es capaz de escupir una baba verde, lo que puede hacer creer que está vomitando. Igual esto se consideró demasiado asqueroso y desagradable, por lo que en SNES ya no lanza nada por su boca y en su lugar solo arroja bombas.
Otras que se vieron afectadas fueron Carol y Brenda, unas luchadoras enemigas que hay que reconocer que muestran una gran parte de su cuerpo ante la falta de ropa, especialmente la zona de su trasero, de ahí que en SNES se consideró que era más conveniente que fuesen más tapaditas.
Aun así, si hay algo que no debía gustar nada era el hecho de ver a personajes fumando, como hacen dos enemigos en la primera fase de todas mientras están en cuclillas. En SNES se optó por la vía fácil y simplemente se les trató como dos matones normales y corrientes que aparecen de repente en el escenario.
Volviendo al asunto de la violencia, se quiso evitar cualquier aspecto que fuese una muestra claramente explícita de algo así. Es por ello que en la máquina recreativa los enemigos se derriten y su piel se cae a cachos hasta quedarse en los huesos con los ataques letales de Mack o también pueden ser diseccionados con el golpe letal de Ginzu, con chorros de sangre y desmembramientos. Como era de esperar, nada de todo esto sucede en SNES.
En este mismo sentido, la sangre debía de ser erradicada por completo, ya que esta se podía observar al dar tajos con Ginzu, lo que se podría considerar algo entendible, pero lo sorprendente es que los golpes de Mack generaban una nube de humo rosa que se optó por eliminarla para que no apareciese nada similar.
Finalmente, con la misma finalidad de no dejar referencias a nada de lo señalado recientemente, el nombre del jefe final de la fase siete, llamado Blood (sangre en inglés), pasó a ser Boots, siendo la versión de SNES la única en la que se produjo este cambio. Por lo tanto, se podría considerar a Captain Commando como uno de los títulos más censurados de la historia y, a pesar de ello, sigue siendo un clasicazo que sigue mereciendo la pena después de casi 30 años.
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La noticia La censura de Captain Commando en SNES fue tan desmesurada que hasta rozó lo ridículo fue publicada originalmente en Vida Extra por Sergio Cejas (Beld) .
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