
Desde hace varios años, la división de móviles de LG se ha convertido en un dolor de cabeza que no cesa para la chaebol coreano, una división que no acaba de dar con la tecla para ofrecer un smartphone que se venda como churros en el mercado y que le permita recuperar la buena imagen que tenía la compañía antes de la invasión de los fabricantes asiáticos.
La industria de la telefonía ha experimentado un parón en el continuo crecimiento que estaban mostrando en los últimos años, y lógicamente LG no ha sido inmune a esta bajada. La división de móviles de LG ha perdido durante todo 2018, algo más de 700 millones de dólares.

El máximo responsable de la división de móviles de LG, afirmó a principios del año pasado, que no estaban dispuestos a seguir la tendencia habitual del mercado lanzando un nuevo terminal de gama alta todos los años, un movimiento que cumplieron a medias pero que parece no les ha servido absolutamente para nada.
Los 700 millones de pérdidas contrastan con los ingresos totales que ha anunciado la compañía en la división de móviles: 7.080 millones de dólares. Las ventas en el último trimestre de 2018, bajaron un 16% en comparación con el trimestre anterior, situando los ingresos del cuatro trimestre en 1.510 millones de dólares.
A pesar de los malos resultados, la compañía afirma que:
La estructura de negocio de la división móvil mostró mejoras como resultado de un mejor control de los costes de los materiales y de la eficiencia escuchada, basada en la estrategia de modularización de la plataforma de la compañía.
En el mismo comunicado que ha enviado a los medios con los resultados financieros, LG afirma que la división de telefonía impulsará los productos 5G y lanzará diferentes modelos para cubrir todas las gamas del mercado de la telefonía. Además, se centrará en mercados clave en los que la firma LG sigue siendo fuerte.
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