
Escribo esto mientras tomo un café algo apurado. Estamos ya en la cuenta atrás para el Apple Event. Y los rumores llevan tiempo apuntándolo: Apple quiere un nuevo “momento iPhone X”. Y eso no se consigue con más megapíxeles en la cámara ni con un par de horas extra de batería. Se consigue con una ruptura conceptual, con un golpe de timón que haga que sintamos distinto el teléfono que tenemos en el bolsillo. El iPhone 17 nace precisamente con esa misión: romper la previsibilidad de los ciclos anuales y volver a emocionar. Apple también lo necesita.
El iPhone 17 Air será el gran protagonista. Un dispositivo ultradelgado, en torno a 5.5 milímetros de grosor, que sustituye al modelo Plus y cambia el enfoque: ya no es cuestión de tener la pantalla más grande, sino de ofrecer el diseño más ligero, el más elegante, el que vuelve a recordar por qué el apellido “Air” siempre ha significado algo especial dentro de Apple. En los MacBook y en los iPad, “Air” fue sinónimo de futuro. Ahora lo será también en el iPhone.
Apple no se limita a ajustar catálogo - está cambiando la narrativa interna de su producto estrella. Pasamos de un “más grande es mejor” a un “más delgado es diferente”. Y eso es clave: el iPhone 17 Air no compite con los Pro por prestaciones, sino por carácter. Por fin volvemos a tener un iPhone que no es simplemente un escalón intermedio, sino una declaración de intenciones - lo cual también recuerda mucho lo que significó el MacBook Air original cuando el mismísimo Steve Jobs lo sacó de un sobre encima del escenario.
Liquid Glass y un diseño que mira al futuro

Uno de los grandes cambios acompañará a este lanzamiento es la llegada de Liquid Glass con los nuevos sistemas operativos, una nueva forma de concebir la interacción con la pantalla. No hablamos ya solo de materiales más resistentes o de colores más vivos: hablamos de que la interfaz cobre cierta vida, una pizca de dosis de realidad física para buscar una interacción más natural, casi como si el software y el hardware dejaran de ser piezas separadas para convertirse en una sola entidad. Para que incluso dejen de parecer tecnología.
Apple lleva años refinando esta idea. Desde el primer iPhone en 2007, cada generación ha buscado que el cristal y los píxeles desaparezcan para dejar paso a la experiencia. En 2017, con el iPhone X, lo consiguió al eliminar el botón Home y darnos los gestos multitáctiles de navegación. En 2025, todo apunta a que volveremos a tener esa sensación de descubrimiento con un cristal que responde de otra forma, con una interacción física hiperrealista que tanto ha aprendido de visionOS. En mi opinión, aún queda mucho recorrido ya que no busca un merco cambio gráfico (como lo fue Aqua a principio de los 2000), sino una transformación compartida hacia nuevos dispositivos de una transición que empezaremos esta semana con el iPhone 17 Air.
Además, los cambios en el módulo de cámaras de los modelos Pro - ahora ocupando toda la parte superior trasera con un nuevo orden para LiDAR y el flash - son también una forma de recordarnos que estamos en un punto de inflexión, incluso en la piedra angular de los iPhone, como es la fotografía computacional. No es un rediseño por capricho: es parte de un plan que prepara el terreno para ese futuro sin isla dinámica, completamente todo pantalla. El iPhone perfecto de Steve Jobs, que todo apunta que veremos en 2027.
Adiós a la SIM física y otras decisiones valientes

En tecnología, los cambios que parecen pequeños son muchas veces el epicentro de algo mucho más grande. Y Apple lo sabe. Con el iPhone 17 Air (es probable que sea el primer iPhone a nivel mundial que ya no cuente con ella), desaparece definitivamente la SIM física. Es un movimiento lógico, tras la transición que empezó con el iPhone 14 en Estados Unidos, pero que ahora se extiende al mundo. La tarjeta SIM, esa diminuta pieza de plástico que nos ha acompañado durante más de dos décadas, pasa a ser historia.
Es un cambio que tiene un componente nostálgico: ¿quién no empieza a recordar ya con nostalgia el gesto de pinchar con un clip para abrir la bandeja y colocar la tarjeta? Pero también es un cambio que habla de madurez: simplificar el diseño, eliminar puntos de entrada al agua o al polvo, y empujar a toda la industria hacia la conectividad más fluida. Es lo que Apple ha hecho siempre: retirar lo que parecía imprescindible para que el futuro tenga espacio. El disquete, la unidad óptica de CDs o DVDs y al conector de auriculares son sus precedentes.
A esto se suman otros rumores de última hora: ajustes en precios que podrían marcar un antes y un después en la percepción de valor, y un nuevo enfoque en materiales que juegan con el vidrio y el aluminio para dar un aspecto renovado. No es un simple lavado de cara: es un replanteamiento que afecta a cómo sentimos el producto en la mano.
El Apple Watch Series 11 y la maduración de un icono

Si el iPhone 17 representa un reinicio, el Apple Watch Series 11 encarna la consolidación. Desde su debut en 2015, el reloj de Apple ha pasado de ser un accesorio curioso a convertirse en una pieza central del ecosistema. Hoy, para muchos, es tan imprescindible como el propio iPhone. Y mañana conoceremos su nueva generación, que busca más que reinventar la rueda, perfeccionarla. En el caso del Apple Watch, aún queda espacio para mejorar y escalar las posibilidades.
Con cada salto generacional, Apple ha sabido centrar el Apple Watch en lo que realmente nos importa en nuestro día a día: salud, deporte y bienestar. El Series 11 seguirá esa línea, incorporando quizás algún nuevo sensor (el de glucosa parece que aún no) y mejorando la precisión de los actuales. No es casualidad: la compañía ha logrado que su reloj pase de contar pasos a detectar caídas, medir oxígeno en sangre o incluso realizar electrocardiogramas. Lo que hace unos años parecía ciencia ficción hoy está en millones de muñecas.
Además, con el nuevo chip que se espera, el Series 11 debería dar un salto en autonomía y en fluidez de interacción. No veremos un rediseño radical, pero sí un reloj más inteligente, más consciente del contexto, más integrado con Apple Intelligence y con las rutinas del día a día. Un compañero que no se limita a mostrar notificaciones, sino que se anticipa a nuestras necesidades.
El Apple Watch Ultra 3 y la exageración convertida en virtud

El Apple Watch Ultra fue, desde el principio, un exceso. Y precisamente por eso nos enamoró. Apple decidió crear un reloj que no se contenía en nada: más grande, más resistente, más preparado para la aventura. No era para todo el mundo, y sin embargo se convirtió en un éxito porque transmitía algo esencial: ganas de ir más allá.
El Ultra 3 mantendrá esa filosofía, pero con la maduración que da la experiencia. Las mejoras en batería, en resistencia y en sensores apuntan a un dispositivo todavía más completo (se habla de un utilísimo sensor de presión arterial), capaz de acompañarnos tanto en una inmersión en el mar como en una reunión en la oficina. Es el reloj para quien quieren la experiencia del Apple Watch completa y extrema, en todos los ámbitos de la vida.
Y hay algo casi poético en todo esto. El Ultra es un reloj que incluye en su propia caja las coordenadas del Apple Park, como recordándonos que todo empieza allí. Mañana, cuando en el vídeo suban al escenario a mostrarnos el Ultra 3, deben justificar que esta generación va más allá de un cambio de materiales o de colores como ocurrió el año pasado, y que el Ultra empieza a plantar cara a otros pesos pesados en la industria.
El inicio de un plan a tres años vista

Quizás lo más emocionante de este evento es que sabemos que no acaba mañana. El iPhone 17 es solo la primera pieza de un plan de tres años. El próximo 2026 será el turno del iPhone plegable, un salto que reordenará de nuevo el mercado con muchos retos que superar. Y en 2027 llegará ese iPhone completamente “todo pantalla”, sin marcos ni isla dinámica, el sueño que parecía imposible cuando vimos el iPhone original en 2007.
Apple no está improvisando: está diseñando un ciclo consciente, que vuelve a poner el foco en la emoción, no solo en la iteración. Mañana empezaremos a recorrer un camino que ya tiene trazado su horizonte. Y esa sensación de estar en el comienzo de algo grande es la que hace que hoy lunes 8 de septiembre, muchos estemos nerviosos como niños antes de Navidad.
Este plan también conecta con la estrategia del Apple Watch: el Series 11 y el Ultra 3 no son saltos aislados, sino parte de una maduración constante, de una visión de futuro en la que la salud, la personalización y la integración con Apple Intelligence jugarán un papel clave. Es la danza de los dos dispositivos que definen nuestra vida digital: el iPhone en el bolsillo y el Watch en la muñeca. Probablemente habrán más sorpresas, como los AirPods Pro 3, que también esperamos conocer dentro de poco más de 24 horas.
La emoción de vivirlo en directo desde Apple Park

La primera vez que recorres el Apple Park no se olvida. El círculo, ese sueño de Steve Jobs, no es solo un edificio: es una máquina del tiempo. Caminar por sus pasillos de cristal curvado es como recorrer el pasado y el futuro al mismo tiempo. Mañana volveré a hacerlo, esta vez para presenciar en directo un evento que promete marcar un antes y un después.
Aún analizando el mundo Apple durante más de 20 años, nunca se pierde la fascinación por estar allí, por escuchar el murmullo de la sala antes de que las luces se apaguen, por ver la primera imagen aparecer en aquella locura de pantalla del Steve Jobs Theater. También como aficionado de Apple, como alguien que lleva media vida acompañando la evolución de estos dispositivos, es imposible no emocionarse y entender la enorme responsabilidad que conlleva comunicar todo aquello.
Mañana, desde el Apple Park en Cupertino, seguiré la keynote en directo, podré probar de primera mano todos los dispositivos y traeré mis primeras impresiones - junto al resto del equipo que desglosará cada detalle para vosotros. Y más allá de lo que tengan, de lo que sean, también hablaremos lo que se puede hacer con ellos. Al final, más allá de la tecnología, lo que importa son las emociones que nos despierta: sin eso, nada tiene sentido. Y lo de mañana, promete emocionarnos. Volver a hacerlo.
En Applesfera | Adiós a la era aburrida del iPhone, hola a la nueva era del 'One More Thing' anual. Apple tiene la munición perfecta para sorprendernos hasta 2027
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La noticia La era del iPhone 17 fue publicada originalmente en Applesfera por Pedro Aznar .
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