En 2014 un juez dictaba que el gobierno de Estados Unidos, a través de su departamento de justicia, debería poder acceder a los datos de los clientes que Microsoft tuviera en sus servidores de correo electrónico, a pesar de estar físicamente fuera de Estados Unidos, en este caso en Irlanda.
Microsoft recurrió, con el apoyo del propio gobierno de Irlanda, pero parece dispuesto a cambiar de estrategia ante un segundo fallo judicial en su contra, que podría cambiar mucha jurisprudencia contra la privacidad de los usuarios en Internet a nivel internacional.
Una nueva legislación, de camino en el Senado de EE.UU., la Law Enforcement Access to Data Stored Abroad Act permitiría, de ser aprobada y ratificada, el acceso por parte del gobierno y agencias de EE.UU. a datos alojados por empresas estadounidenses en el extranjero.
Según una entrevista en Financial Times, Microsoft creará un nuevo centro de datos en Alemania para almacenar datos de sus usuarios no estadounidenses, pero será operado por una subsidiaria de Deutsche Telekom, intentando evitar así jurisprudencia y legislación que le obligue a entregar datos.
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