Aquí la evolución, a través de los smartphones más representativos de la marca, de la tecnología Amoled. De los compromisos a la excelencia en 6 años.
Galaxy S, la primera Super Amoled
Junio de 2010, Samsung Electronics presenta el primero de su serie más exitosa y prolífica de smartphones. Contaba con la primera evolución de su tecnología Amoles que apodaría Super Amoled y se mantendría hasta nuestros días. La pantalla tenía una resolución WVGA (800x480) con matriz PenTile fabricada por Samsung.
Fue la primera pantalla OLED en un smartphone con una calibración y control de calidad bueno a diferencia de los modelos que no eran "super" como la del Nexus One. El contraste era muy alto y los negros eran lo más absolutos que podían ser en una pantalla. Fue el primer gran paso de la tecnología, aunque todavía estaba lejos de los mejores paneles LCD. Los colores estaban muy saturados al tener una gama de colores muy amplia. La resolución tan baja, unida a la matriz PenTile, 2 subpixeles en cada pixel en lugar de 3, hacía que los textos no fuesen todo lo legibles que se pudiera desear. El brillo máximo y la temperatura de color estaban, también, lejos de ser excelentes. Eso sí, en vídeos y fotos la pantalla destacaba por encima de la competencia por su gran contraste. Pruebas en Displaymate.
- La primera vez que vimos una Super Amoled fue en realidad con el Samsung S8500 Wave, pero el Galaxy S que salió dos meses después fue mucho más popular.
Pese a que ya se habían usado pantallas Super Amoled HD en varios dispositivos, esta fue la primera vez que llegaron a la gama más popular de Samsung, la Galaxy S. Aunque se incrementó la resolución y se mejoró sustancialmente la eficiencia, la mitad de consumo en dos años, el panel continuaba teniendo los mismos problemas de sus antecesores: brillo bajo y colores muy saturados.
La matriz PenTile era menos obvia y leer en la pantalla era una experiencia mucho más gratificante. A partir de este terminal las pantallas Super Amoled igualaron o mejoraron la calidad general de los paneles LCD de alta gama. Pruebas en Displaymate.
Galaxy Note 3, la primera Super Amoled sin grandes compromisos
Apenas unos años después de la primera implementación de la tecnología, Samsung Electronics logró desarrollar un panel Amoled sin ningún compromiso. El brillo era muchísimo más alto, superior a los 400 nits y llegando a los 600 nits en modo automático. Pese a su gran tamaño de 5.7" su resolución Full HD hacía que la matriz PenTile ya no fuese un gran problema, además se añadieron modos de color muchísimo más fieles que las pantallas Super Amoled anteriores. Era una pantalla apta con los estándares de color profesionales usados en fotografía, con una temperatura de color cercana a los 6500K. Fue uno de los mayores cambios evolutivos de la tecnología Super Amoled y, sin duda, una de las mejores pantallas del año. Mejoró eficiencia, resolución, fidelidad de color, temperatura de color y brillo. Pruebas Displaymate.
Galaxy S5, mejorando lo que ya era bueno
Apenas meses después de la salida del Galaxy Note 3, Samsung Electronics volvió a mostrar mejoras sustanciales en sus paneles Super Amoled. La pantalla del Note 3 ya era muy buena, pero los avances lograron un panel excelente con el Galaxy S5. Contaba con un brillo máximo superior, lo que la hacía una de las mejores pantallas en exteriores. Además, contaba con un modo de bajo brillo ideal para leer a oscuras.
El modo cine del Galaxy S5 logró los mejores resultados en cuanto a cobertura del estándar de color AdobeRGB medidos hasta el momento en una pantalla de móvil o tablet. Las Super Amoled ya no eran pantallas con colores irreales y saturados, contaban con una fidelidad de color a nivel profesional. Pese a tener un brillo máximo muy superior a la pantalla del Galaxy S4, el Galaxy S5 era un 30% más eficiente. Samsung mejoraba cada aspecto de la pantalla año a año sin realizar ningún compromiso en los otros apartados.
Fue además la primera pantalla en la que el PenTile ya era imperceptible a una distancia de visión normal gracias a su resolución Full HD y 5" de tamaño. Pruebas Displaymate
Galaxy S6, rozando la perfección
La pantalla del Galaxy S5 ya era considerada como una de las mejores, y parecía uno de los topes de la tecnología Super Amoled. Quedaban pocos ámbitos de mejora, pero Samsung logró desarrollarlas en el panel del Galaxy S6.
La eficiencia se volvió a mejorar considerablemente. Cada 6 meses Samsung ha mejorado de forma sustancial sus paneles, logrado que pese al aumento de resolución y brillo consuman menos en cada generación. Es la primera vez que una Amoled consume menos en general que las mejores LCD del mercado, no sólo en contenido oscuro, sino en cualquier ámbito (salvo mostrando el color blanco).
El brillo máximo del Galaxy S6 se acerca a los 750 nits que, junto a su baja reflectancia la hacen totalmente legible en cualquier situación. La matriz PenTile ya no es ningún problema: al contar con una resolución tan grande es imposible para el ojo humano notar la ausencia de subpixeles. El modo básico de pantalla cubre casi a la perfección el sRGB/Rec.709 Gamut, siendo la mejor pantalla del mundo en un dispositivo móvil. A esta fidelidad de color, alto brillo y eficiencia acompañan un contraste y nivel de negro que nunca podrá ser replicado por un panel LCD. Prueba Displaymate
Las mejoras en los últimos 2 años han hecho pantallas con grandes compromisos pasen a ser casi perfectas. ¿Qué nos podrá deparar el futuro con avances tan grandes en tan poco tiempo?
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