La religión suele influir bastante en el comportamiento de una persona. Trump forma parte de un movimiento cristiano bastante particular que profesa peligrosas máximas.
Ya todos sabemos que Trump es basura, ahorremos la introducción. Lo que casi nadie ha reportado es que el actual presidente de los Estados Unidos forma parte de un tipo de cristiandad bastante raro. Y no hablamos de "raro" como en el caso de un perro escalando un árbol, sino el "raro" que se usa para describir una lluvia ácida o un ring de peleas de conejos.
Desde que apenas era un niño, Donald Trump fue introducido al "Evangelio de la Prosperidad" o "World of Faith", un ala creciente de la cristiandad estadounidense cuyas máximas pueden ser resumidas en dos tenebrosas interpretaciones de la biblia: los seres humanos son literalmente dioses y Dios quiere que seas rico, por tanto, si lo eres, significa que te ama bastante. Para el milmillonario de nacimiento, es fácil ver por qué un culto como este resulta tentador.
Las creencias poco ortodoxas del "World of Faith" no terminan aquí. Para justificar la importancia que le dan al estado económico de sus creyentes, afirman que Jesús y sus discípulos eran ricos, siendo dueños de casas y otros recursos monetarios. Dan argumentos como la habilidad de Jesús de viajar constantemente, sin tener que trabajar, que se la pasaba conviviendo con las clases altas, supuestas referencias de discípulos siendo dueños de casas, que Judas Iscariote era su tesorero, etc.
#SquadGoals
Deciden ignorar citas directas de Jesús urgiendo a sus discípulos a abandonar todas sus posesiones materiales para seguirlo, o la más famosa refiriéndose a este tema: "Es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja, que para un rico entrar en el reino de Dios". Pero, hey, los hechos alternativos son igual de válidos que los hechos comunes y corrientes, ¿verdad?
Además de estos "hechos alternativos", otros ámbitos de su administración también parecen provenir de las enseñanzas del World of Faith. El encargado de introducir a Trump a esta forma de cristianismo fue el pastor Norman Vincent Peale. Este escribió un libro titulado "The Power Of Positive Thinking", en el cual describía su perspectiva de los fundamentos de la religión. Un periodista familiar al movimiento afirmó que el vocabulario utilizado en dicho texto es bastante similar al que usó Trump a lo largo de toda su campaña. Haciendo énfasis en palabras como "éxito", "enorme", "asombroso", etc.
El actual presidente fue criticado a lo largo de su campaña por hablar de manera exageradamente simple, usando siempre las mismas palabras para hablar de los mismos temas. Esto hacía imposible que Donald respondiera cualquier pregunta de manera seria y precisa, prefería divagar usando su peculiar y persuasiva forma de hablar.
Ok, recapitulemos. La religión que Trump profesa afirma que Dios quiere que seas rico (y si ya lo eres significa que te ama más que a todos los no ricos) y su forma de expresarse se asemeja bastante al léxico usado por el pastor que lo introdujo al movimiento. Aunque no lo crean, todavía no hemos llegado a la parte más inquietante.
Los miembros del World of Faith están convencidos de que son "pequeños dioses"; no en ninguna manera metafórica, dioses literales. Para afirmar esto se basan en pasajes de la biblia que hacen referencia a como Dios nos hizo "a su imagen y semejanza" y como somos "sus hijos". El fundador del grupo argumentaba que todo creyente era la viva reencarnación de cristo. Hacen énfasis en el hecho de que los seguidores del movimiento no son parecidos a los dioses, sino que lo son. Kenneth Copeland incluso dijo "no tienes un dios en ti. Eres uno".
Afirmaciones como estas son la razón porque este grupo es severamente criticado dentro del mundo del cristianismo. Muchos incluso los llaman herejes por inflar el ego de los creyentes, lo cual es completamente opuesto a las enseñanzas de Jesús que motivaban la humildad. Incluso el Papa Francisco ha llegado a cuestionar la verdadera fe de Trump.
Por tanto, el actual presidente de los Estados Unidos cree que Dios lo ama más que a cualquiera por todo el dinero que tiene y piensa que es un Dios literal. Todo lo que ha hecho hasta ahora empieza a tener sentido.
"Como decía mi señor y salvador Jesús: pásame la cocaína si no quieres que me ponga violento".
Tenemos que hablar de otra de las grandes influencias religiosas en la vida de Donald Trump. Paula White es la responsable de fomentar sus sensibilidades religiosas. Ha sido su consejera espiritual por años, incluso tomando vuelos privados para sesiones de estudio de la biblia en Atlantic City. Su relación es tan cercana que White fue la encargada de realizar la oración principal en la inauguración presidencial.
Paula predica que, como todo creyente es un Dios en sí mismo, pues todo lo que quiera puede hacerse realidad, con apenas decirlo (siempre y cuando lo merezca). ¿No serán estas las enseñanzas que motivaron a Trump a ser presidente, a pesar de no contar con los más mínimos credenciales para serlo? Es incierto, pero lo que si podemos dar por hecho es que el presidente de los Estados Unidos filtra su comportamiento a través de un sistema religioso demente.
Si les interesa aprender más sobre las falacias del World of Faith, mejor conocida desde ahora mismo como "La religión que al Anticristo le parecería super cool", les dejamos un interesante video a continuación.
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