Noticia La gran incógnita del Apple Watch: ¿y eso qué hace?

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Después de un mes con el reloj en la muñeca hay una pregunta que me han repetido todo el mundo que se ha dado cuenta de que llevo un Apple Watch, "¿y eso qué hace?"


En estas últimas semanas, y en especial desde los últimos resultados financieros, la gran pregunta que ha venido rodeando al Apple Watch, sobre todo por parte de la prensa, es "¿cuántos se han vendido?". Sin embargo, tras un mes con uno en la muñeca me he dado cuenta de que esa pregunta es realmente irrelevante. Puede que le interese a Wall Street o a los analistas, pero no le importa a ningún consumidor potencial. La gran incógnita del Apple Watch, la que Apple debería responder cuanto antes, es qué hace y qué aporta.

Tranquilos, no es que me haya dado un ataque de amnesia y se me hayan olvidado los motivos por los que me lo compré. Sin embargo, esas son las preguntas que más me han repetido todas las personas que se han dado cuenta que llevo un Apple Watch en la muñeca. Y aunque yo tengo muy claro que es lo que le puede aportar el reloj a alguien como yo siempre que un amigo me ha preguntado “¿y eso qué hace?” me quedo en blanco pensando qué decirle que le pueda interesar.

Para mí, el reloj ha sido una de las mejores ayudas para empezar a dominar mi iPhone y dejar de sacarlo del bolsillo cada diez minutos para ver “si ha llegado algo”. También me encanta llevar en la muñeca apps como Workflow (sobre todo con flujos de trabajo como el que uso para guardar mis niveles de glucosa), MoneyWiz o Things. Pero yo solo soy un periodista tecnológico. Y aunque a veces nos cueste aceptarlo, este segmento de mercado al que pertenezco no ha sido el responsable de que se hayan vendido 74,6 millones de iPhones en tres meses. Apple sabe que tiene que responder claramente a la pregunta, pero... ¿cómo hacerlo cuando estamos ante un dispositivo tan personal que cada usuario busca algo distinto? Veamos los anuncios del Apple Watch.

Up y Goals



Tanto en “Up” como en “Goals” la idea que se transmite de lo que hace el reloj es bastante sencilla: guarda toda tu actividad diaria y entrenamientos para después incentivarte a moverte más. Algo que puede hacer con mayor o menor eficacia dependiendo de lo mucho que te “piques” o no.

Te apele o no, es innegable lo mucho que aporta el reloj en este sentido y todo con tres simples círculos. Aunque hay ocasiones en las que los sensores se equivocan (como cuando piensa que estás de pie pero no es cierto), en general las medidas son bastante realistas tanto en sesiones de entrenamiento como en el movimiento diario.

Us y Closer



La idea tras “Us” y “Closer” es quizás una de las más simples junto a la de actividad, sin embargo, a día de hoy, también es la más difícil de disfrutar salvo que tú y tus allegados estéis “All-in” en el ecosistema de Apple. Tanto yo como mi pareja tenemos un Apple Watch y la verdad es que es genial poder estar siempre al tanto de los mensajes del otro o sentir nuestros latidos (por muy ñoño que parezca), pero salvo que al menos tus amigos usen iMessage las opciones de comunicación en el reloj son algo limitadas (SMS y llamadas).

Claro que existen las apps de terceros, pero con grandes ausentes como Facebook (con Messenger) o WhatsApp y las limitaciones de WatchKit tendremos que esperar al menos un par de semanas hasta que, con watchOS 2, las posibilidades de comunicación se abran.

Rise



“Rise” es el encargado de explicar la que quizás sea la característica más difícil de entender para el público en general pero al mismo tiempo la que más adoro del reloj. En este mes he podido comprobar como mucha gente ve el reloj como una cadena más para atarte al mundo digital, cuando en mi experiencia el reloj es la llave que me ha liberado de estar constantemente mirando el móvil “a ver si ha llegado algo importante”.

Tras dedicar unos cuantos minutos ajustando las notificaciones y la forma en la que suenan mi móvil y reloj (iPhone siempre en silencio y sin vibración, reloj en silencio pero con la vibración activa) puedo decir que he dejado de preocuparme de estar al tanto de lo que me envían. Si es lo suficientemente importante el reloj me va a avisar y si no estará esperando a cuando tenga un rato libre en el centro de notificaciones del móvil. ¿El resultado? Ningún mensaje ni llamada de la gente que me importa se pierde entre una maraña de notificaciones de Twitterrific o mails.

Beijing y Berlin



Este verano he tenido la suerte de poder irme de vacaciones con el Apple Watch, y aunque tengo pensado dedicar un artículo a ello, puedo adelantaros que lo que se ve en los anuncios de “Berlin” y “Beijing” es cierto. Viajar con un Watch, siempre que tengas datos, es un auténtico placer puesto que te evitas tener que sacar el móvil en lugares concurridos o situaciones en las que puede acabar dañado.

Funciones como el GPS con su guiado por vibraciones, tener la previsión metereológica a un vistazo o llevar los billetes en Passbook hacen que tengas que mirar menos el móvil (con todas sus distracciones) y te puedas centrar en disfrutar.

Del nicho a las masas


Son 4 tipos de anuncios y aunque todos representan a la perfección lo que es el Apple Watch todos apelan a usos y funciones distintas. Es posible que para una persona se combinen varios, por lo que el trabajo de marketing se complica. Es un producto tan personal que hay que venderlo de forma personalizadaEs un producto tan personal que hay que venderlo de forma personalizada. De ahí que sean tan importantes las citas para probarlo y comprarlo, pero el interés se tiene que generar antes.

En mi caso cada vez que un amigo me ha preguntado el ya famoso “¿y eso qué hace?” he intentado darle una respuesta acorde al tipo de “usuario” que es. A los deportistas y los que quieren perder peso les he hablado de las funciones de salud y actividad, mientras que a los que pensaban que era una nueva cadena para estar siempre online les he contado lo mucho que “libera” del móvil. Pero hay otros grupos a los que no he sabido muy bien que contarles y al final les he acabado por enseñar los distintos “juguetes” que tiene.
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Photototo - Shutterstock


Si Apple no sabe responder con convicción, el Watch acabará siendo un producto "nicho"Y aquí es donde está el verdadero “problema” para Apple. Seguramente haya gente que tras ver los anuncios o leer sobre él haya entendido el concepto y se lo haya comprado. Los habrá que lo quieran para hacer deporte y también habrá un grupo que pese a no saber muy bien que hace se ha hecho con uno por que le gusta su diseño. No podemos dejar fuera al grupo de “early-adopters”, que lo han comprado solo para probarlo. Pero con todos ellos, y teniendo en cuenta la barrera que supone tener que poseer un iPhone, es difícil que sume las cifras astronómicas que el mercado espera.

No me entendáis mal, no quiero decir que el Apple Watch sea un mal producto o que vaya a fracasar estrepitosamente. De hecho, personalmente, lo considero todo un éxito viendo el impacto que ha tenido en mi día a día y cómo ha entrado al mercado de los dispositivos corporales. Pero aunque sea un grandísimo producto o cuente con uno de los mejores diseños de Jonathan Ive, si Apple no consigue responder con convicción qué va a hacer el reloj en la vida de los usuarios de a pie acabará siendo un producto de “nicho”. Un nicho en el que seguramente venderá millones de unidades y generará decenas de millones en beneficios pero, como le ha pasado al iPad, al no superar las desorbitadas expectativas se acabará considerando un “fracaso” por parte de la prensa y los analistas.

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