Ingress emplazó su evento mensual en Barcelona, donde más de 1.200 jugadores disputaron el control de la ciudad a través de su smartphone. A diferencia de los juegos convencionales, lo que hace especial a Ingress es lo que pasa en las calles, no en la pantalla.
Queda lejos ya la ocupación gubernamental de la central Telefónica en Barcelona y sus posteriores sucesos, pero Barcelona volvió a ser un punto clave en el desarrollo de un conflicto bélico. Fue este pasado fin de semana, el 13 de diciembre, pero en este caso, por suerte, fue en la guerra de realidad aumentada de un videojuego.
Más de 1.200 jugadores del bando de la Resistencia y del bando de los Iluminados disputaron el control de la Ciudad Condal. No con el rifle y el cañón, sino smartphone en mano, ganas de conocer gente y pasarlo bien.
Tranquilo, no estoy escribiendo un relato de ciencia ficción, aunque las líneas previas bien pudieran ser una buena premisa para su realización, hablo de Ingress.
Niantic es la startup responsable del videojuego, y en la actualidad dependen de la financiación de Google. Decidieron celebrar su encuentro mensual con los jugadores de toda Europa en Barcelona. El objetivo era que los jugadores, armados con su teléfono móvil conquistaran la mayor cantidad de portales para beneficio de su bando, representados en el mundo real por más de 400 localizaciones representativas de la ciudad. Lo más importante de la contienda fue poder desvirtualizar a los amigos y compañeros de su grupo de juego, e incluso conocer a gente que venía de otros países, tan solo para jugar y pasarlo bien.
He de reconocer que no era consciente del tremendo impacto de Ingress. Me sorprendía que un juego de este tipo movilizase a los jugadores, pero fui a Barcelona a hablar con la representante de Niantic y jugadores para intentar no sólo entender las bases del juego, sino comprender por qué Ingress tiene tanto éxito, por qué ha creado y crea lazos personales tan grandes y, en definitiva, cómo ha logrado tanto éxito cuando es algo tan fuera de lo común.
En Ingres no juegas aislado en tu casa, juegas con miles de personas pateando todos los rincones del mundo donde haya portales. Estaba muy equivocado, Ingress es fantástico.
Qué es Ingress
Ingress es planteado a sus jugadores como un juego de realidad aumentada en el que dos facciones, Iluminados y Resistencia, luchan por tomar el control de las zonas donde se encuentra la Materia Exótica.
Todo comenzó en noviembre del 2012, cuando Niantic Labs dio a conocer una 'anomalía' en el mundo: la Materia Exótica llegó a través de los Shapers a nosotros. Hay quienes creen que es peligroso lidiar con estos Shapers, y que se debe preservar la seguridad de la humanidad. Bajo este acontecimiento Niantic logró crear un simple, pero atractivo, argumento de partida a una historia que los propios jugadores escribirán a través de su smartphone y dedicación.
La Resistencia se ha declarado protectora de la raza humana y se niega a ver el posible progreso que pueda aportar dicha intrusión. Es la facción por defecto y porta el color azul.
Los iluminados creen que los Shapers traerán a la humanidad beneficios y una nueva etapa evolutiva. Por eso están a favor de que se infiltren en el planeta. Su color es el verde.
La Materia Exótica está por todas partes del mundo y es la energía que necesitan ambos bandos para realizar acciones, siendo la principal someter a la otra facción a sus intereses. La acción principal que realizarán los jugadores es la conquista y control de portales, que es donde se concentra la Materia Exótica. Estos portales están situados en puntos clave del mundo real como edificios históricos, monumentos etc. Es decir, el mapa del juego es el mundo en el que pisas, respiras y vives. Es realidad aumentada en su más pura definición.
Las facciones luchan por controlar estos portales, que a su vez son parte fundamental de la creación de campos. Un campo no es más que un área triangular entre tres portales y puede ser lo grande que se pueda, pero necesitarás que de por medio no haya ya un portal o campo controlado por la facción rival.
La aplicación te geolocaliza y usa un mapa al estilo Google Maps con una interfaz más futurista, en la que se muestran los portales a tu alrededor. Está disponible para Android e iOS. Te animo a probarla.
Parece no tener mucho interés eso de moverse por la calle controlando portales y coordinarse para formar campos, pero aunque tenga un planteamiento simple, es una obra maestra de juego en equipo desde tu barrio a nivel mundial. Lo entendí al hablar con sus jugadores, hay que vivirlo.
Cooperación, competitividad, estrategia y amistad
Hablando en Barcelona con varios jugadores me di cuenta de que Ingress era su pasión y que, a diferencia del resto de videojuegos que he jugado en mi vida, lo importante era lo que pasaba fuera del juego, no dentro de él. Me hablaban de las amistades que hicieron, de cómo se organizaron para la creación de un 'campo' de kilómetros cuadrados, de cómo llevaban una vida más saludable gracias al juego, de cómo les había cambiado la vida, de sus amigos de otros países, de las camisetas que habían diseñado para el evento... era apasionante escuchar y vivir con ellos su devoción por el juego.
La comunidad es lo que de verdad hacer grande a un videojuego y la de Ingress es de las mejores que he encontrado.
Os prometo que no exagero, jugadores como @belona, @pireta y @ohmslaw hablaban invadidos de una pasión muy grande por un juego, que yo creía a priori bastante simplón. Me sorprendió gratamente su gran complejidad, ya que bajo ese planteamiento de guerra y captura que tanto ha sido explotado en un videojuego, se esconde algo más allá: el juego nunca acaba, nunca se detiene, no hay ganador ni perdedor más que en el reporte de áreas conquistadas que se hace periódicamente.
Anomalía Darsana en Barcelona
Los jugadores se organizaron para que un día antes del evento, todos recibieran sus camisetas y sudaderas con el color y logo de su facción. Todo ellos creado y organizado por ellos mismos, de forma paralela a la gestión del evento del sábado por Google/Niantic.
El sábado, antes de apuntarse oficialmente al evento Anomalía Darsana en Barcelona, los jugadores estuvieron desde muchas horas antes coordinandose por Slack y Hangouts, como un verdadero plan de batalla. A las 12 de la mañana, ambas facciones se concentraron con sus respectivos atuendos, expresando con gritos su emoción ante un evento que han estado esperando mucho tiempo.
Los jugadores se dividieron en grupos con líderes y una estructura de mando vertical tal y como me reportó @pireta, cosa que me sorprendió. En los videojuegos es muy difícil que se adopten roles así, pero en Ingress parece ser muy común por el beneficio del propio grupo y facción. Estos grupos se crearon con el objetivo de repartirse portales que defender y portales que conquistar, todos estratégicamente localizados para crear áreas de energía mayores que la facción rival.
Bombas, resonadores, agentes, deployar... objetivo tras objetivo se iba desarrollando la guerra de realidad aumentada de Ingress. Sus soldados fueron pateando la zona más emblemática de Barcelona conquistándola mediante su smartphone y baterías externas.
Tras la encarnizada batalla, ambos equipos se reunieron en el after party en la calle Tarragona, donde se confirmó la victoria de la Resistencia en Barcelona y en el cómputo global del resto de ciudades que también participaban. Además se entregaron premios a los jugadores con mayor distancia recorrida, más portales conquistados, etc. junto a un reconocimiento a los representantes de cada facción en forma de libro y cómic con la historia de Ingress.
Lo importante del evento, más allá de la lucha es toda la organización y horas de dedicación que pusieron los jugadores para conocer a sus amigos, hasta entonces virtuales, y pasarlo lo mejor posible.
Futuro de Ingress y relación con Google
En el juego se van añadiendo armas, mods y novedades periódicamente para incentivar a sus jugadores como el resto de videojuegos, incluso han aumentado el nivel máximo que pueden obtener sus jugadores hasta el nivel 16. Un nivel, que según los jugadores, es muy difícil de alcanzar. Se han creado misiones para hacer más entretenido el juego a los novatos que todavía no tienen gran interacción con el resto de jugadores. Son incentivos a conquistar varios portales temáticos, por ejemplo, y los jugadores son recompensados con logros mostrados en su perfil.
Y hay más de 8 millones de jugadores repartidos en más de 200 países según confirma Anne. Este despliegue de infraestructura y los eventos organizados mensualmente me hicieron preguntar a Anne cómo Niantic y Google podrían obtener beneficios del videojuego, ya que en la actualidad está totalmente financiado por la gran G.
Niantic y Google están averiguando la mejor forma de financiar su juego sin empeorar la experiencia de sus jugadores
Han comenzado a experimentar con varios partners como Vodafone en Alemania, de forma que sus tiendas sean portales en el juego y ofrezcan además, algún tipo de promoción. La idea es muy buena, evitan la publicidad intrusiva y dan un valor añadido al jugador. Quieren ir introduciendo estas formas de financiación muy lentamente, para que los jugadores den su opinión y acabe resultando en lo mejor para compañía y comunidad.
De cara al futuro Anne me pudo confirmar que de momento no hay planes ni posibilidades reales de que la aplicación llegue a Windows Phone debido a la poca base de usuarios que hay. Tened en cuenta que la aplicación de Ingress para iOS ha llegado este verano, tras casi 2 años en Android. De lo que sí hay planes es de hacer una aplicación para smartwatch, planeada ya para Android Wear y con una muy probable aplicación en el futuro para Apple Watch. No se me ocurre mejor dispositivo para jugar a un juego así que tu reloj. Suena muy futurista, pero pronto será realidad.
Os animo a probar el juego Ingress. Yo no tenía mucha fe en que me llegase a gustar, pero el entusiasmo de sus jugadores me llegó al alma. Me dieron muchas ganas de jugar, aunque leyendo sobre el juego parezca demasiado "nerd".
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