A lo largo de Dragon Ball hemos visto una buena cantidad de personajes nacer y crecer durante la serie. Gohan, Goten o Trunks son algunos de los más conocidos, pero existe uno en particular que nació antes de tiempo por una razón muy clara: el futuro del universo dependía de que llegara antes al mundo.
En el arco final de Dragon Ball Super, Vegeta era uno de los elegidos por Goku para participar en el Torneo de Poder y luchar por el futuro de la humanidad, pero lo cierto es que, en un principio, el príncipe de los Saiyajin no estaba disponible para la pelea debido a que tenía que pasar tiempo con Bulma, que en ese momento estaba embarazada. Es aquí cuando llegó Whis para solucionarlo.
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Para poder acceder a este torneo, Vegeta recibió la ayuda del sacerdote para que Bulma diera a luz antes del Torneo, cosa que consiguió de una manera bastante sencilla, sabiendo el enorme poder que tenía en sus manos, y dando así vía libre para que el Saiyajin pudiera luchar contra los demás universos sin tener que estar atento a su mujer.
Tras acercar su bastón a la barriga de Bulma, Bra llegó a nuestro mundo de la manera más pacífica posible y, lo mejor de todo, sin que Bulma tuviera que pasar de nuevo por un parto, algo que siempre es molesto para una mujer. Además, esto demuestra, a su vez, que Vegeta no es solo un gran luchador, sino un hombre que, por encima de todo, tiene a su familia, algo que su mejor amigo no parece tener en cuenta.
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La noticia La hija de Vegeta nació por intervención divina. Literalmente fue publicada originalmente en Vida Extra por Iván González .
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