Quienes prefieren concentrarse en hacer una sola cosa a la vez en lugar de abusar de la multitarea, no solo tienen mejor rendimiento en todo, sino que irónicamente se les da mejor cambiar de un trabajo al otro y enfocarse en el nuevo objetivo más rápidamente.
Si preguntas a cualquier persona verdaderamente productiva y no a aquellos que parecen estar siempre ocupados haciendo mil cosas pero nunca terminan nada, lo más seguro es que te digan que para obtener los mejores resultados se concentran en una cosa a la vez. Para que algo quede bien hay que dedicarle tiempo y atención, no convertirlo en una de las tantas microtareas diarias en las que avanzamos demasiado lento por no invertir suficiente de nosotros en ellas.
Es muy común creer que porque somos capaces de hacer muchas cosas a la vez, las estamos haciendo bien. La diferencia entre lo primero y lo segundo, es abismal. Los humanos no somos buenos en el multitasking y para comprobarlo, la ciencia ya está estudiando cómo funciona nuestro cerebro cuando queremos cargarlo con más de una tarea a la vez.
La multitarea no es un superpoder, es una debilidad
Aunque muchos científicos han pensado por años que para el cerebro es imposible procesar más de una linea de información al mismo tiempo, la cada vez más creciente tendencia de los humanos modernos a la multitarea ha hecho replantearse esta idea. Si es posible que algunas personas tengan una capacidad especial para procesar mucha más información a la vez, entonces estos individuos tendrían un control casi sobrehumano sobre lo que piensan y sobre las cosas a las que prestan atención.
Crónica de un fracaso anunciado.
Foto: Jason Salmon - Shutterstock
Es no poder dejar de pensar en lo que no estás haciendo en lugar de concentrarte en lo que sí estás haciendo.
Los fanáticos de la multitareas pensaran que tienen el superpoder de hacerlo todo a la vez y ser más rápidos y productivos que los demás. Pues, estarían equivocados. La realidad, al menos según los resultados obtenidos hasta ahora, es que nos distraemos como gato mirando una mosca.
Lo más interesante y gracioso de esto, es que en un estudio realizado en la Universidad de Stanford se encontró que las personas que no abusan de la multitarea son capaces de cambiar de una labor a otra de manera más eficiente que los "superhumanos multitaskers". La cuestión es, que las personas con más tendencia a la multitarea suelen distraerse con más facilidad, cualquier cosa irrelevante llama su atención, les cuesta más concentrarse, siempre están mirando todo lo que pasa a su alrededor, no pueden separar una cosa de otra en sus mentes, no pueden dejar de pensar en lo que no están haciendo para concentrarse en lo que si están haciendo.
Y, además tienen mala memoria.
Hacer muchas cosas a la vez disminuye nuestra inteligencia
Las personas que regularmente se someten a gigantescas cantidades de información (gracias Internet, redes sociales y smartphones) no prestan atención, no controlan su memoria, ni son capaces de cambiar de una tarea a otra tan bien como quienes prefieren concentrar sus esfuerzos en hacer una sola cosa a la vez. De hecho, abusar de la multitarea puede disminuir tu cociente intelectual hasta 15 puntos. Básicamente intentar hacer demasiado al mismo tiempo nos hace estúpidos.
Aún no se sabe si los amantes crónicos de la multitarea nacen con una inhabilidad para concentrarse o si terminan dañando sus habilidades cognitivas a largo plazo por someterse a una avalancha de información constante todo el tiempo. Lo que es un hecho, y solo tienes que evaluarte a ti mismo para saberlo, es que hacer demasiado a la vez termina bajando tu rendimiento al mínimo, casi como si estuvieses borracho o a punto de caerte de sueño.
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