Los mejores televisores UHD de este año incluyen varias tecnologías aplicadas seguramente desconocidas e incomprensibles para los clientes. Es comprensible, son muchas y sin una explicación previa es difícil saber cómo y cuánto afectará a nuestro disfrute del contenido. En el caso que nos ocupa en este artículo hablaremos de los nanocristales, una tecnología exclusiva de Samsung en sus televisores.
Las pantallas LCD (pantallas de cristal líquido) han estado con nosotros durante décadas y tienen dos tipos de iluminación. Hasta hace una década, todos los LCD estaban retroiluminados por lámparas fluorescentes de cátodo frío, posteriormente llegaron los LEDs blancos para sustituirlos y de ahí la denominación de televisor "LED". En esencia, la mayoría de televisores que existen en la actualidad son LCD con retroiluminación LED.
El quid de la cuestión es el siguiente: cuando se usa esa iluminación de LEDs blancos, el espectro de color de las pantallas es muy amplio, por lo que para crear colores lo más vivos y puros posibles de los tres primarios — rojo, azul y verde — se necesita una estrecha banda de luz.
Barra de nanocristales - Los Alamos National Laboratory
Lo que ha hecho Samsung en sus televisores es incorporar una película de nanocristales (miden nanómetros) que sean capaces de captar la luz de LEDs azules en lugar de LEDs blancos, emitiendo a una longitud de onda específica para hacer los colores más puros y menos difusos o "lavados".
Tradicionalmente, se emplea una capa de fósforo sobre cada LED que retroilumina el televisor, para conseguir que la luz que emite el LED sea de color blanco. Esta luz incide en los pixeles RGB para mostrar el color. Al quitar la capa de fósforo del LED conseguiremos dos cosas: que el color de la fuente de luz sea azul puro y que la luz sea más eficiente. Conseguir que la fuente de luz sea azul es beneficioso para mostrar colores mucho más puros, por ejemplo al pixel BLUE le llegará la luz pura de su mismo color, y al resto le iluminará una luz de color primario. Además como ya no tapamos el pixel con una capa de fósforo, la cantidad de luz que emite el LED será mucho mayor con la misma energía aplicada, con lo cual lo que conseguimos es una fuente de luz mucho más eficiente que el LED tradicional.
Además de unos colores más ricos y vivos, el proceso hace al televisor más eficiente y más respetuoso con el medio ambiente. Al no hacer pasar la luz a través del fósforo no se producen tantas pérdidas. Es decir, a la misma energía un televisor con nanocristales tendrá más brillo o consumirá menos que los televisores LED tradicionales al tener que emplear menos energía en conseguir el mismo brillo.
El azul es una parte muy importante del espectro cromático, y es la parte con más energía. Bastante más que el rojo o el verde. Por eso se comieza con esa energía y gracias a la refracción se pasa a las menores creando los colores rojo y verde. Si se comenzase con el rojo o el verde, crear el azul sería mucho más complicado e ineficiente. Sería como arrastrar una roca ladera arriba en lugar de bajarla.
En el caso actual, un televisor SUHD, que cuentan con la tecnología de nanocristales, mostrará verdes y rojos mucho más intensos, precisos y realistas que un televisor LED tradicional sin comprometer ninguna del resto de características.
Pieza de nanocristales - MIT
Los nanocristales son diminutos y su tamaño determina el color a mostrar. Hay dos tamaños. El "grande" con un diámetro de 50 átomos muestra el rojo, y el "pequeño" de 30 átomos el verde. Hay miles de millones de ellos en un televisor SUHD de Samsung.
En los televisores LED tradicionales se emplean filtros para determinar el color final. Cuando se ponen en funcionamiento no se logra apenas transmisión a través de ellos. Si comienzan con un color lo más puro posible el filtrado es mucho más leve, lo que se traduce en una mayor eficiencia. Esa eficiencia es poca luz "gastada". Es decir, un televisor con más brillo, colores más vivos y realistas sin compromisos energéticos.
Brillo que es fundamental para lograr una grata experiencia en la gran novedad de los últimos años: el vídeo HDR. A más brillo mayor podrá ser el detalle de las escenas y diferencia entre el punto más oscuro y el más luminoso de una escena sin comprometer el contraste.
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