Hay películas tan clásicas que han logrado hacer historia, ya sea por sus tramas, personajes, bandas sonoras u otros aspectos que han conseguido que a día de hoy nos sigamos acordando de ellas. Regreso al Futuro es uno de esos largometrajes que más encajan en este tipo, dado que la mítica cinta de los 80 es de las mejores que existen dentro del género de la ciencia ficción y que sigue mereciendo la pena su visionado en la actualidad. Sin embargo estuvo cerca de ser bastante diferente a como la conocemos.
Más allá del hecho de que no estaba planeada como una saga o que Eric Stoltz fue el primer actor en el que se pensó para interpretar a Marty McFly, lo cierto es que la película casi contó con un nombre completamente distinto al actual que habría supuesto un cambio radical en todos sus puntos fuertes. De haber ocurrido, se habría modificado el título por el de Space Man From Pluto.
Durante la etapa de preproducción, Sid Sheinberg, uno de los mandamases de Universal Pictures, la distribuidora, se puso en contacto con los guionistas y productores de esta gran obra: Robert Zemeckis y Bob Gale. A ambos les explicó que, según su impresión, los conceptos relacionados con los viajes en el tiempo no eran demasiado fáciles de vender, lo que le hacía sentir preocupado de que el público pudiera considerar que se trataba de una película barata y anticuada, por mucho que el guion original le pareciera fascinante.
Por esta razón, estaba convencido de que un nombre que se centrara más directamente en el espacio y en la ciencia ficción captaría más la atención de los espectadores. Claro está, un título de esas características no encajaba para nada con el argumento de Regreso al Futuro, de ahí que el otro cambio que propuso Sheinberg fue el de adaptar parte del guion y de las escenas. Al equipo creativo no le entusiasmaba en absoluto su propuesta, pero no sabían cómo negar su petición sin crear un conflicto.
Fue entonces cuando Zemeckis y Gale acudieron a Steven Spielberg, le contaron lo sucedido y le mostraron la carta de Sheinberg, a lo que el director les tranquilizó asegurándoles que él sabía perfectamente cómo manejar esta situación. Eso le llevó a escribir una carta a modo de respuesta en la que le dijo lo siguiente:
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Y vaya si surtió efecto deseado. Tal vez Sheinberg captó la indirecta o se sintió demasiado avergonzado para seguir insistiendo, pero la respuesta de Spielberg convirtiendo la propuesta de Sheinberg en un chiste causó el efecto deseado y nunca más se volvió a hablar del tema, continuando con el plan original. Así, Regreso al Futuro mantuvo su título y demostró que no hacía falta incluir ideas del espacio ni de Plutón para convertirse en un éxito rotundo dentro de la ciencia ficción.
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La noticia La jugada maestra de Steven Spielberg para salvar el título de Regreso al Futuro y evitar un cambio radical fue publicada originalmente en Vida Extra por Sergio Cejas (Beld) .
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