Barro, olor a gasolina y ladrillos de metal con ruedas. Este es el rollo que me gusta en videojuegos de conducción desde que descubrí Snowrunner de 2020. Es la base de nuestra historia: el ser humano utilizando la tecnología para imponerse a la naturaleza. Y en este caso dicha tecnología son todoterrenos, camiones y maquinaria pesada que consume un dinosaurio por minuto.
Hacía tiempo que echaba en falta un nuevo videojuego de este tipo por parte de Saber Interactive. Expeditions: A MudRunner Game no fue una mala entrega como tal, pero ciertamente se alejó demasiado de la fórmula de Snowrunner, que me regaló un placer infinito durante cientos de horas. Así que fue toda una alegría cuando nos propusieron probar la demo de Roadcraft de forma anticipada.
He jugado durante casi cuatro horas para completar todos los desafíos que propone Saber Interactive en su demo. Son tres mapas (bosque, desierto y tundra), aunque el gameplay que te comparto al final de esta publicación únicamente abarca el primer mapa, cuya duración es de poco más de una hora.
Esperando algo que nunca termina de llegar
Creo que es demasiado pronto para sacar las antorchas o tirar cohetes con Roadcraft. Esto no es más que una primera impresión de una Demo. Sin embargo, tengo suficientes horas acumuladas en Snowrunner y Expeditions para hacerme una idea de cómo será la experiencia final. Tengo la sensación de que Saber ha intentado volver a la fórmula inicial, pero parece que se queda a medio camino.
Lo que convierte a Snowrunner en una joya hermosísima es su capacidad de mantener un ritmo inusualmente bueno. Es una experiencia muy pausada y relajante, pero al mismo tiempo te mantiene en tensión en todo momento porque el más mínimo descuido suele traducirse en una empozada cuya solución puede llevarte 40 minutos, una hora o más... siempre que no recurras de la solución fácil: rescatar vehículo (devolverlo a la base) y a otra cosa. Además, tiene elementos de supervivencia (gasolina y sistema de daño por piezas) y un componente importante de gestión de recursos del mapa.
Roadcraft y Expeditions presuntamente comparten el mismo problema: eliminan gran parte del peligro de la ecuación y se vuelcan por completo en un solo aspecto que hizo genial a Snowrunner. Si en Expeditions fue la exploración, en Roadcraft es la gestión de mil cosas al mismo tiempo... y no de la mejor manera en ambos casos. Y está bien porque es una experiencia diferente y más casual (dentro de su gran complejidad), pero sigue sin ser aquello que los veteranos llevamos años esperando: Snowrunner 2. Si es lo que esperas, quiero dejarte muy claro que no lo he sentido así.
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Esto no quiere decir que Roadcraft no apunte a ser una experiencia divertida para los fans del género. Como he dicho, la demo se divide en tres mapas y cada uno cuenta con una serie de misiones que llevan a un objetivo único: restablecer la electricidad, despejar una ruta para un convoy y reparar un sistema de tuberías de gas. Todo esto me ha llevado casi cuatro horas sin quedarme a explorar el mapa al completo tras completar el objetivo principal... aunque tampoco he visto misiones secundarias ni otros alicientes para hacerlo.
Parece que se repite el sistema de incursiones que vimos en Expeditions en pos de los mapas abiertos de Snowrunner con mil actividades: misiones principales, secundarias, rescate de vehículos, descubrimiento de torres, compra y venta... La progresión tampoco parece que haya cambiado: he tenido absolutamente todos los camiones y maquinaria pesada a mano en todo momento. Todo bien colocadito en su sitio para que no tenga que preocuparme por nada. Quiero achacarlo a la demo, pero creo que sería un error garrafal que fuese así en el juego final.
No es Snowrunner 2, pero tampoco parece Expeditions
Roadcraft se centra en la gestión sobre el terreno. Manejas absolutamente de todo: desde maquinaria forestal (taladoras, camiones para transportar troncos...) hasta maquinaria centrada en la obra (asfaltadoras, apisonadoras, escavadoras, grúas...). Sin olvidar los clásicos todoterrenos, camiones de transporte y otros especiales como cableros. Variedad no le falta. Si te gustan estos cacharros y gestionar proyectos que los implican, lo vas a pasar muy bien... como un servidor.
Quiero romper una lanza en favor de Saber Interactive: Roadcraft ha recuperado parte de la dificultad que perdió Expeditions desde Snowrunner. Moverse por los mapas no es un suplicio, pero hay zonas diseñadas con muchísima maldad... No he tenido problemas de daños ni de gasolina, pero he volcado un par de veces. Lo bueno es que las físicas de conducción funcionan tan bien como siempre. ¡Es una gozada! He vuelto a sentir esa lucha del ser humano y la máquina contra la naturaleza, pero en parte porque me he autoimpuesto límites: evitar siempre que pueda cambiar de vehículo si no estoy cerca o realizar todos los viajes de ida y vuelta de un transporte con un solo camión, por ejemplo.
Tener tanto bicho disponible en el mapa apaga un poco la chispa de gestionar situaciones con pocos recursos. Espero que sea cosa de la Demo y que el juego final te obligue a pagar cada máquina que quieras incorporar a tu flota. Y si no tienes una muy concreta para una misión, pues a farmear dinero para comprarla como todo hijo de vecino. Falta el "búscate la vida" de Snowrunner tras empezar con un camión estándar. Pero quizás buscan algo más casual.
En resumen, Roadcraft mola mucho. Por sí solo es un buen videojuego: el apartado visual y el rendimiento son geniales, el sonido mola mucho, la propuesta jugable es divertida... Me ha gustado mucho, prometido, pero no es Snowrunner 2. Te doy exactamente el mismo consejo que con Expeditions: pruébalo. La demo muy extensa: tres o cuatro horas yendo a un ritmo tranquilo. Tienes tiempo de sobra para empaparte y determinar si es el rollo que te mola. En lo personal, me ha gustado mucho y voy a jugarlo por voluntad propia pese a no ser lo que llevo esperando desde 2020.
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La noticia La naturaleza no es nada cuando llevas una bestia que consume un dinosaurio por minuto. Ya he jugado cuatro horas a Roadcraft fue publicada originalmente en Vida Extra por Alberto Martín .
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