Tras la doble faceta de Ballmer como destructor de proyectos pero que consiguió ingentes cantidades de beneficios para la compañía, Microsoft se enfrenta a nuevos retos que requieren un nuevo equipo y una nueva estrategia en el campo.
Tras convertir a Microsoft en un nombre mundialmente reconocido, Bill Gates dejaría Microsoft a su cofundador y amigo, Steve Ballmer. Durante más de 30 años Bill Gates hizo de Microsoft un imperio del software y los servicios a base de técnicas agresivas tanto con rivales como dentro de la propia Microsoft.
Muy similar en este sentido a Steve Jobs, Bill Gates no tenía ningún problema en insultar a jefes de producto en reuniones cuando algo no le gustaba. Y al contrario que Jobs, Gates tenía fuertes conocimientos de programación que le serían útiles para tratar de tú a tú temas técnicos con sus desarrolladores, principalmente como medida de intimidación.
Tirando sillas, perdiendo relevancia
En 2000, Steve Ballmer pasaría a ser el nuevo CEO de Microsoft, aunque Bill Gates no abandonaría el barco todavía: quedaría como Arquitecto Jefe de Software hasta 2006.
Steve Ballmer consiguió hacer que Microsoft tuviera una época de gloria a nivel financiero que ocultaría la debilidad de sus posiciones a medida avanzaba la década. Mercado tecnológico tras otro, Microsoft quedaba cada vez más debilitada, incluso eclipsada en muchos mercados de tecnología de consumo.
Con el ocaso de Internet Explorer Microsoft perdió el último nuevo mercado que dominóTras una lucha encarnizada con Netscape, que le costaría un juicio por abuso de posición dominante, Microsoft consigue un dominio aplastante de la entonces incipiente web. — Sería el último gran mercado que Microsoft dominara durante un tiempo.
Microsoft quedó atrás en búsqueda, nuevos navegadores y publicidad online. Android y el iPhone acabarían con la posición dominante de la canadiense RIM y de Microsoft en el mercado de computación móvil, y Amazon le robó la nube ante la inmovilidad de Ballmer.
Pero nada parecía cambiar. Steven Sinofsky, que lideró Windows hacia el lanzamiento de Windows 7, su sistema operativo más instalado de la historia, y uno de los más apreciados por usuarios y empresas, acabó abandonando Microsoft tras ser posicionado como próximo sustituto de Ballmer y el giro radical que sería Windows 8. — Sinofski es famoso por compartir la teoría de ir donde va a estar la ficha, no donde está ahora, así que seguramente su marcha tuviera más que ver con políticas internas.
Para 2010, Steve Ballmer había deshecho por acción o inacción, casi toda la posición dominante y reputación que la dirección de Gates había traído a la gran tecnológica de Seattle. Cuatro años después, y ya relación ninguna con Bill Gates, Steve Ballmer abandona Microsoft. Su nuevo destino, Los Angeles Clippers, franquicia de la NBA.
Nuevos batsmen: Panay & Belfiore
La nueva cara para el hardware de Microsoft es Panos Panay, el anterior Vicepresidente de Surface —seguramente el más relevante producto de Microsoft en años— ahora tiene bajo su mando Xbox, Lumia, los dispositivos corporales y la futura HoloLens.
Combinado con Joe Belfiore en Windows, veterano de Microsoft que ha pasado por los beligerantes —pero poco exitosos en el mercado— equipos de Zune y Windows Phone, serán los grandes encargados de intentar resucitar a Microsoft en el mercado de electrónica de consumo.
En una Microsoft donde Windows y Office ya no sean tan relevantes, quizá puedan contar con nuevas tácticas que sus predecesores no tenían a su disposición.
El Spin Bowler
L.A. Times
Cuando Ballmer dimite, Satya Nadella estaba ocupado convirtiendo a Microsoft en un gigante de servicios cloud desde su puesto de Vicepresidente Ejecutivo para servicios en la nube. Tras una larga búsqueda por un sustituto donde sonaron diversos altos cargos en Microsoft, o ejecutivos externos como el propio Sundar Pichai, Satya Nadella es elegido nuevo CEO.
Nacido en Hyderabad, su carrera es muy similar a la de su compatriota Pichai, cursando estudios de Master en Estados Unidos tras acabar su educación universitaria en la India. Amante de la poesía india e hinduista convencido, Nadella no tiene nada que ver con Steve Ballmer ni con el Bill Gates de hace tiempo.
La Microsoft de Nadella es un giro de 180º sobre la de Bill Gates de hace 20 añosAficionado al cricket en vez de al lanzamiento de sillas, Nadella mueve a Microsoft en un nuevo rumbo. Si la frase "Adoptar, extender y extinguir" definía la Microsoft de Bill Gates perfectamente, y el espíritu de la Microsoft de Nadella no puede ser más distinto. Ni su posición más diferente que la de hace dos décadas.
Tras conseguir el objetivo de "un ordenador en cada escritorio (funcionando con software de Microsoft)", y fracasar estrepitosamente en "un smartphone en cada bolsillo", y con el apoyo explícito de Gates, que permanecerá como Consejero Tecnológico, Satya apunta a futuros retos para conseguir que Microsoft sea parte crucial en el desarrollo de la siguiente gran ola de tecnología: Holografía, Realidad Virtual, Dispositivos Corporales y el Internet de las Cosas en su punto de mira.
Una gran apertura hacia desarrolladores de cualquier entorno y sistema operativo, es la primera piedra del plan de Nadella. — ¿Hasta dónde llegará? Seguramente mucho más lejos que lo que habría llegado Ballmer (hoy en día totalmente desentendido de Microsoft), pero solo el tiempo dirá.
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