Noticia La ola de frío que llega a España, explicada en cinco claves

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A partir del martes 17 de enero, llega una ola de frío a España que provocará un descenso de temperaturas y nevadas y heladas en la Península y Baleares.


La situación invernal se recrudecerá esta semana. Según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), hoy martes 17 de enero comienza una ola de frío que se prolongará al menos hasta el próximo jueves 19. Pero, ¿qué diferencias hay entre este frente y las temperaturas habituales de la primera estación del año? ¿Nunca se había dado una ola polar de este tipo? Explicamos en cinco claves el evento metereológico que marcará los próximos días.

¿Qué es exactamente una ola de frío?


Aunque no existe una definición exacta de ola de frío, la AEMET explica que se trata de un "episodio de al menos tres días consecutivos, en que como mínimo el 10% de las estaciones consideradas registran mínimas por debajo del percentil del 5% de su serie de temperaturas mínimas diarias de los meses de enero y febrero del periodo 1971-2000". La imprecisión a la hora de hablar de este tipo de fenómenos de olas polares lleva a que, en muchas ocasiones, se exagere la situación meteorológica.

La ola de frío debe mantenerse al menos durante tres días consecutivos y con temperaturas más bajas que las mínimas registradas habitualmente

"En invierno es normal que haga frío y no podemos hablar de ola de frío, cuando las temperaturas, aun siendo bajas o incluso muy bajas, sean relativamente habituales en el periodo invernal", aclaran desde la agencia. Por poner un ejemplo: si nos fijamos en el municipio de Molina de Aragón, situado en Castilla-La Mancha, el 40% de los días de invierno se registran mínimas por debajo de -4ºC, y el 20%, por debajo incluso de -7ºC. Sin embargo, en Sevilla ocurre lo contrario: la temperatura mínima absoluta determinada hasta el momento fue de -5,5ºC. Si la mínima es de -7ºC en la capital hispalense, sí podría formar parte de una ola de frío.

¿Por qué ocurre este fenómeno?


Desde el martes 17 de enero, se introducirá una nueva masa de aire seco y frío, de origen continental, como consecuencia de un flujo del nordeste provocado por las bajas presiones en el Mediterráneo y las altas presiones del interior del continente europeo. Para que se pueda caracterizar como ola de frío, los investigadores analizan cuatro valores: la duración del episodio, el número de provincias afectadas, la temperatura mínima y la anomalía de la propia ola.

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Previsión para el martes 17 de enero. Fuente: AEMET.


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El día más frío será el miércoles, según la previsión de la AEMET.


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La situación del jueves, según la AEMET. A partir del viernes, las temperaturas se suavizarán y aumentará la cota de nieve.


Los efectos de la ola de frío


Con excepción de las zonas litorales, se producirán heladas en casi toda la Península. Según las estimaciones de la AEMET, las temperaturas mínimas en zonas de montaña (Pirineos y Sistema Ibérico) serán inferiores a los -10ºC, llegando incluso a los -15ºC. En la mayor parte del territorio peninsular, las temperaturas máximas no superarán los 5ºC, especialmente el miércoles, considerado como el día más frío. El 18 de enero, hay previstas precipitaciones en Baleares y en el sureste peninsular en cotas muy bajas, que podrían llegar al nivel del mar en esas regiones.

El miércoles 18 de enero será el día más frío, con heladas generalizadas e incluso nevadas en el este y sureste peninsular y Baleares

La AEMET prevé que haya nevadas copiosas en el este y sureste de la Península, ya que el flujo de aire será más húmedo. Según su análisis, podría haber nevadas débiles incluso en el centro peninsular. A partir del viernes 20 de enero, las temperaturas se irán suavizando como consecuencia del final de ola de frío. Sin embargo, los expertos alertan de que las temperaturas seguirán siendo bastante bajas, con lo que podría haber heladas generalizadas pero menos intensas. Lo más probable es que la cota de nieve también suba a partir del viernes 20.

¿Es el peor episodio invernal?


Ni mucho menos. Una investigación realizada por el Servicio de Banco Nacional de Datos Climatológicos evaluó las olas de frío desde 1975. Los dos peores episodios se sucedieron en el invierno de 1980-1981 y el invierno de 1975-1976, con una duración de 31 y 22 días, respectivamente. Los científicos determinaron que en algunas épocas incluso no llegó a registrarse ninguna ola de frío.

No es la peor ola de frío registrada hasta la fecha. Por el contrario, hubo inviernos en que no se sucedieron estos fenómenos climáticos

El invierno más crudo se vivió entre 1944 y 1945. Durante aquella estación, se registraron temperaturas mínimas de -21,2ºC en el Observatorio de Daroca (Zaragoza), -19ºC en el Observatorio de Burgos/Villafría, -17,4ºC entre León y la Virgen del Camino, -16,8ºC en Reinosa (Cantabria) y -15,5ºC en Albacete/Los Llanos. Aquel invierno se vivió también el valor más bajo registrado en la estación de Madrid Retiro, con una temperatura mínima de -10,1ºC. Aquella ola de frío se dividió en dos episodios seguidos de diez y doce días. Nada semejante al fenómeno que llega a España esta semana, por fortuna.

Recomendaciones a seguir


Ante el descenso de temperaturas y las posibles nevadas, los consejos más habituales se basan en utilizar el transporte público y abrigarse bien, permanecer atento a las zonas heladas para evitar caídas y, en el caso de utilizar el vehículo, asegurarnos de que el depósito está lleno y llevar cadenas por si sorprende la nieve. En esa situación, se debe conducir sin realizar maniobras bruscas, reduciendo la velocidad y encendiendo las luces, e intentar circular por las vías principales.

Abrigarse bien, utilizar el transporte público y conducir con precaución son algunos de los consejos a seguir durante los próximos días

En el ámbito doméstico, las autoridades recomiendan no colocar estufas cerca de muebles y cortinas, ni poner ropa a secar encima de braseros, hacer un uso correcto de la calefacción y desenchufar los electrodomésticos que no sean necesarios. Lo ideal es que la temperatura de casa se mantenga entre los 20 y los 22ºC, ventilar las habitaciones y tomar bebidas calientes, evitando el alcohol, ya que disipa el calor corporal. En el caso de heladas, se puede dejar correr un hilo de agua para que no se hielen las tuberías de la vivienda.

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