Va a haber que evangelizar mucho en torno a la importancia relativa de los megapíxeles.
Conversación real, escuchada por quien escribe estas líneas:
- Me encantan las fotos que hace tu móvil, ¿cuántos megapíxeles tiene la cámara? Las del mío salen fatal.
- Doce.
- ¿Cuántos tiene el mío?
- Trece.
- Uy. ¿Cómo puede ser?
En la sociedad civil sigue permeando la idea de que la calidad de una cámara se mide en sus megapíxeles, y nada más. Los móviles de los que hablaban los protagonistas de esta conversación eran, para más INRI, dos terminales de 1.129 euros (el de 12 megapíxeles) y 199 euros (el de 13). Nosotros sabemos que los megapíxeles no son lo único que importa en un sensor fotográfico. De hecho, para algunos aspectos incluso importan más bien poco.
Esto mismo es lo que va a tener que explicar Sony para que las masas comprendan su nueva propuesta en las cámaras de sus smartphones más recientes, el XZ Premium, un gama alta con todas las letras y una cámara de 19 megapíxeles, y los XA1 y XA1 Ultra, unos gama media con cámaras traseras de 23 megapíxeles.
En el caso de las cámaras de estos terminales, la mejor es sin duda la del XZ Premium. No importa lo que diga el número de megapíxeles, y esto es algo que es importante dar a conocer La cámara del XZ Premium está, de hecho, muy lejos tecnológicamente de las de los dos gama media. Su sensor, fabricado por la propia Sony, tiene un período de exclusividad durante el cual ningún otro fabricante podrá usarlo. Este sensor es el primero del mundo que incorpora memoria RAM junto a la propia lente.
Que los megapíxeles no lo son todo en fotografía queda patente viendo esta diferencia entre gamas de lo nuevo de Sony
Esta memoria RAM acoplada permite memorizar de forma temporal fotografías que luego serán mostradas al usuario para que este pueda escoger la mejor. Forma parte de la función "captura predictiva" (no confundir con "enfoque predictivo"). Funciona de la siguiente forma: cuando el sensor detecta movimiento en la escena que está enfocando, hace entre una y cuatro fotografías de forma automática, sin que el usuario tenga que hacer nada. Esto es especialmente útil en situaciones donde tratamos de capturar un movimiento fugaz, como el de un animal mirando al objetivo, la expresión facial de un niño, un salto de alguien haciendo un deporte extremo, etc.
Los añadidos innovadores no son lo único que puede marcar la diferencia. El tamaño del sensor es algo relevante que marca la diferencia en cuanto a luminosidad y profundidad. El XZ Premium tiene un tamaño de 1/2.3 pulgadas, sensiblemente por encima de los XA1. Otra posibilidad que ofrece esta cámara es la grabación de vídeo en cámara súperlenta a 960 fps durante un par de segundos. También puede capturar imágenes con un 19% más de luz con un 50% menos de brillo.
Todo esto es algo que no tienen las cámaras de los gama media... aunque tengan un mayor número de megapíxeles. Tan sencillo de ver como complicado para muchos consumidores entender a la hora ver unas especificaciones en un folleto o un escaparate. Recuerden hacer un favor a sus personas cercanas y evangelizar con el mensaje clave: más megapíxeles no implica más calidad, y no debería ser el factor determinante a la hora de escoger una cámara, especialmente a partir de ocho megapíxeles en cámaras cuyas fotos van a ir destinadas en su inmensa mayoría a redes sociales o web.
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