
Si prestas atención, notarás que en El Club de la Lucha de David Fincher hay toneladas de referencias al café de Starbucks. Una barbaridad. De hecho, además de ver el logo repartido de manera generosa hay una cantidad preocupante de personas consumiendo simple café de máquina y puedes encontrar vasitos y tazas no tan escondidos a lo largo del metraje. ¿Por qué no salta el letrerito de publicidad emplazada al poner la película? Técnicamente porque no lo es.
Vaya por delante que no hay café en cada escena de la película, pero eso no quita que la presencia del mismo, ya bien sea de la marca Starbucks o sin ningún tipo de marca visible, sea algo tan intencional como desmesurado. Si te fijas, hasta en nuestra imagen principal el maldito Tyler Durden lleva un albornoz con tazas de café. Pero claro, la tanto el filme como la novela de Chuck Palahniuk giran en torno al deseo de anarquía. ¿Cuál es la intención de Fincher?
Una de las claves para entender el mensaje es pasa por prestar atención a la trama de la película. En cómo el protagonista, poco a poco, entiende que todo lo que le rodea no deja de ser "una copia de otra copia" y, a la vez, en su ajetreado trabajo para una compañía de seguros se ha acostumbrado en sus viajes a raciones individuales de ocio y amistad. De este modo, y en declaraciones al medio Far Out por parte de David Fincher, el cineasta no tardó en conectar con aquella idea tan compleja recordando cómo fue su llegada a Los Ángeles.
"Cuando me mudé a Los Ángeles en 1984, era imposible conseguir un buen café en Los Ángeles. Era realmente patético. Luego apareció Starbucks, y fue una idea genial: buen café. Y cuando triunfó, había como dos o tres en cada esquina."
En muchos aspectos, tanto el auge de Starbucks como el hecho de vivir en una sociedad en la que el consumo de café nos ayuda a sobrellevar las cargas de nuestro día a día resuena con la temática principal de la película. O, al menos, con la visión del mundo que Tyler Durden, el personaje interpretado por Brad Pitt, deja patente al establecer cómo ansiamos un estilo de vida y acumulamos o consumimos cosas que no necesitamos trabajando en empleos que odiamos.
Esto, se mire como se mire, se aplica tanto a aquellos que buscan llenar su vacío existencial al pedir las exóticas variedades de café de la carta como a quienes están despachándolo tras el mostrador, cuando desearían estar dedicándose a otra cosa. A partir de aquí, un apunte esencial: David Fincher no tiene absolutamente nada en contra ni de Starbucks, ni de su café.
"Nos divertimos mucho usando [la marca]; hay vasos de Starbucks por todas partes, en cada toma. No tengo nada personal contra Starbucks. Creo que intentan hacer algo bueno. Simplemente tienen demasiado éxito"
¿Y qué opinan en Starbucks al respecto?

Con una lectura clara sobre por qué hay tanto café en El Club de la Lucha es inevitable no hacerse la cuestión final: ¿qué opinan en Starbucks al respecto? Lo cierto es que antes de inundar su película de referencias con extra de cafeína el propio Fincher les mostró el guión a los responsables de la marca. Es más, según el cineasta incluso les dieron muchos de los vasos que luego vimos en la película.
"Es demasiado bueno. Pero leyeron el guión, sabían lo que hacíamos y estaban dispuestos a burlarse un poco de sí mismos. Es decir, no nos dejaron usar su nombre en la cafetería que queda destruida por la trágica obra de arte corporativa, pero sí estuvieron dispuestos a darnos materiales que les sobraron."
El protagonista de El Club de la Lucha, interpretado por Edward Norton, empezó a ir a sesiones de grupo porque "Es más barato que el cine y encima dan café". Quizás si hubiese consumido menos los acontecimientos de la película hubiesen sido diferentes, pero eso solo era la mitad de un gran problema mayor. Como intentar compensar su vacío personal saqueando el catálogo de Ikea.
Hay muchas más marcas que se emplean en la película, que conste. Pero quizás, solo quizás, ahora le encuentres a El Club de la Lucha una nueva lectura. Por eso ha sido, sigue siendo y será una película tan rematadamente buena.
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La noticia La película del Club de la Lucha está plagada de referencias a Starbucks, y no es casualidad fue publicada originalmente en Vida Extra por Frankie MB .
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