CloudFlare ha cerrando una polémica ronda de financiación serie D por 110 millones de dólares cubierta por Google Capital, Microsoft, Qualcomm y la china Baidu.
Por normal general, el mundo y los emprendedores suelen celebrar el éxito de una startups, y sobre todo, de una buena ronda de financiación. El hecho de que se promocione, o se premie, el esfuerzo de tal o cual proyecto puede servir de punto de apoyo o inspiración para muchas otras startups del mismo sector, o quizá, para demostrar ciertos valores al mundo. La última noticia ha venido de la mano de CloudFlare, que acaba de recaudar 110 millones de dólares Serie D a través de una alianza estratégica con Google Capital, Microsoft, Qualcomm y Baidu.
La alianza de CloudFlare con Baidu ha supuesto la apertura de un gran debate internacionalEn un sentido estricto, CloudFlare, que está dedicada la mejora de la velocidad de descarga y a la seguridad de Internet, esa afamada ciberseguridad que últimamente tanto se ha puesto en entredicho, ha confirmado que empleará la mayor parte de los fondos obtenidos para ampliar su expansión internacional, aumentar su gama de productos para tecnología móvil, empezar a dirigirse a las grandes corporaciones con el objetivo de aumentar su facturación y ampliar su red y la conectividad en todo el mundo.
Con estos objetivos sobre la mesa, y mirando las empresas implicadas en el acuerdo, hemos de admitir que CloudFlare ha cerrado una jugada estratégica, que de salirle bien a futuro, muchos estarían deseando para sí, porque está claro que la selección de las empresas financiadoras no ha sido aleatoria.
En primer lugar, Qualcomm, especializada en tecnología móvil, es la que le dará el soporte técnico para mejorar ese área de negocio. Microsoft, otro gigante tecnológico, que le otorga la llave para entrar en el mundo de las corporaciones; a través de Microsoft Azure, cualquier empresa del mundo puede acceder a los servicios de CloudFlare. Google, que no necesita definición, afrontará los problemas futuros de escalas en Intenet apoyando la ampliación de redes en todo el mundo.
Estos tres gigantes, ya de por sí tienen un papel importante. Pero ha sido el cuarto de la partida el que más protagonismo tiene: Baidu, conocido como el Google chino.
Una alianza que no convence a todos...
Últimamente, y cada vez más, el hecho de que una compañía anuncie "su nueva expansión internacional" es sinónimo de que quiere irse a China.Más especialmente cuando esta compañía es estadounidense. Pero China, o el caramelo de Asia, es a la vez un regalo y una maldición: millones de clientes y millones de problemas.
Hace unos días, antes de esta nueva de financiación, el buscador chino Baidu y CloudFlare cerraron un acuerdo estratégico mediante el cual ambas compañías creaban una nueva empresa afincada en Beijin, y denominada Yunjiasu, con el objetivo de que CloudFlare pudiese ejercer plenamente en el país asiático.
Baidu podría estar usando la tecnología de CloudFlare para reforzar su censuraY la polémica se desató. La asociación, que podría verse como la victoria del pueblo chino, guarda su lado oscuro.
A través de la tecnología de CloudFlare y la red de datos de Baidu, el servicio de Yunjiasu permitiría cargar más rápido los sitios extranjeros desde China, y las webs chinas desde fuera, que normalmente se ven afectadas por la fuerte censura que el régimen chino ejerce sobre Internet. Hasta ahí todo muy bien: China empieza a confiar en la tecnología extranjera, se empieza a atisbar alguna apertura es esa fuerte censura...
Sin embargo, ya han sido muchos los rumores que han girado entorno a esto, y ven una segunda intención en todo esta asociación. Y es que ya son muchos los que dicen que Baidu, y el Gobierno por extensión, podría estar usando la tecnología y los conocimientos de CloudFlare para reforzar su sistema de censura. Es decir, CloudFlare, que es una una compañía diseñada para proteger webs de ataques DDoS ahora ofrece un servicio de mejora a una una empresa empleada por las autoridades chinas para lanzar precisamente ese tipo de ataques. Extraño y contradictorio.
Ahora habrá que ver cómo gestionan esa financiación, y a todos sus nuevos socios. Por lo que la pregunta que nos queda es ¿Cómo se llevarán Google y Baidu ahora que coexisten bajo el mismo techo?
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