Las baterías de hidrógeno son la última promesa sobre la revolución que se acerca en el almacenamiento de energía. La novedad es que su presentación al público es cosa de menos de un mes, aunque el punto negativo sigue siendo el precio.
Los drones son probablemente una de las tendencias más destacadas de los últimos tiempos, y es algo que resulta muy curioso, porque más allá de usos para el público general como la grabación de vídeo o manejo y conducción eventual, no parece que pueda llegar a ser una tecnología rompedora ni usada en la cotidianidad del día a día, aunque Amazon se empeñe en demostrar que tienen mucho que decir en asuntos de entrega de paquetes. La realidad es que uno de los escollos a los que se enfrentas los drones actuales es su corta autonomía, y la solución a esto la puede tener una nueva batería de hidrógeno desarrollada por Intelligent Energy, según leemos en The Verge.
Se trata de una compañía británica que investiga con energía basada en hidrógeno, y la batería de hidrógeno es su máximo hallazgo hasta la fecha, ya que añadiendo pilas de hidrógeno en baterías tradicionales de drones se puede alargar el tiempo hasta dos horas más respecto a lo que consigue una batería de las que actualmente se usan. Lo mejor es que debido a las características del hidrógeno comprimido la batería se puede recargar en pocos minutos, frente a los 40 que requieren las mencionadas baterías tradicionales.
El uso de baterías de hidrógeno podría suponer una gran ayuda al despegue de los smartwatches.
Según Intelligent Energy, las pruebas son muy solventes, ya que se ha estado experimentando con ello durante 14 meses, y se espera que las primeras demostraciones públicas lleguen durante el CES en Las Vegas. Normalmente estos anuncios pueden venir publicitados sin experimentaciones previas, pero que comience a llegar a las ferias en estado final es garantía de su comercialización. El gran problema sigue siendo el precio, que sí supera por mucho al de producción de baterías actuales.
Se acerca una revolución en autonomía, y quien se adelante cumplirá con una de las grandes demandas del mercado.
Lo que más ilusiona de esta nueva tecnología de batería, que se suma a la lista de otros clásicos como el grafeno, es su implementación futura y plausible en otro tipo de dispositivos, que globalmente sí necesitan mejorar su autonomía exponencialmente, a la vez que mejorar considerablemente el tiempo de carga en el caso de no conseguir lo primero. De hecho, durante el verano la compañía ya se hizo famosa anunciando esta aplicación del hidrógeno en baterías de smartphones, con la afirmación de que con su sistema podrían ofrecer una semana de autonomía frente al día en el que situaríamos el estándar actual.
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