Cámaras por las que hasta Cartier-Bresson abandonaría su Leica.
Dicen que la vida es una sucesión de instantes. Pero donde una persona normal ve instantes, un fotógrafo contempla imágenes. Y no solo eso, sino que también ejerce de cronista de la realidad, aunque en lugar de tinta utilice fotos y en vez de pluma emplee una cámara. Por ello, son muchos los aficionados a este arte que, de forma atenta y deseosa, han contemplado las mejores cámaras de 2015 como aquellos instrumentos idílicos para captar su particular sucesión de instantes, algo que intentaremos recopilar en este catálogo.
Sony a7S II / a7R II
Agrupar estas dos cámaras en un mismo apartado podría ser considerado un delito por algunos, pero no existe la intención de considerarlas como un único producto, todo lo contrario. El problema es que, a pesar de mostrar diferentes características, decidirse por una de ellas es una tarea bastante complicada.
Mientras que la a7S II aprovecha su sensor para ofrecer un gran rendimiento en escenas de baja luminosidad, la a7R II opta por aumentar la resolución hasta los 42 megapíxeles para aquellos amantes de los recortes. Pero también tienen elementos en común, como un sensor tamaño Full Frame, un sistema de estabilización de 5 ejes y grabación de vídeo en resolución 4K. Lo que sí tenemos claro es que ambas son líderes indiscutibles dentro de las cámaras sin espejo.
Canon EOS 5Ds/ 5Ds R
Se trata del último gran lanzamiento de Canon. La mayoría de sus virtudes residen en el sensor, el cual alcanza los 50,6 megapíxeles y permite realizar recortes sin que perdamos calidad en el proceso. La única diferencia que existe entre ambos modelos es que la 5Ds R no tiene filtro óptico de paso bajo, algo que puede ayudar a aumentar el nivel de detalle pero corriendo el riesgo de padecer efectos indeseados, como el muaré.
Asimismo, una de las principales virtudes es su rápido enfoque de 61 puntos. Eso sí, los más apasionados del vídeo quizá encuentren que grabar a 1080/30p sea insuficiente. Sin embargo, es una de las mejores opciones para aquellos que todavía siguen apostando por el sistema réflex en lugar del mirrorless.
Fujifilm X-T10
Es la versión asequible de la alabada Fujifilm X-T1, lo cual la convierte en una alternativa bastante interesante para aquellos que no podían permitirse el modelo mayor. Con un sensor tamaño APS-C de 16,3 megapíxeles y un autoenfoque con detección de fase que llega a los 49 puntos, la X-T10 tiene suficientes ingredientes para convertirse en la cámara ideal de muchos.
Por otro lado, el diseño vintage es también otro elemento a destacar. Será casi necesario ver que tiene pantalla digital para comprobar que estamos ante una cámara de última generación y no con una analógica.
Sony RX100 IV
Su modelo anterior ya era una de las compactas del momento y este, como podíamos predecir, cumple con las expectativas generadas. En este nuevo modelo, el sensor CMOS retroiluminado de 1 pulgada pasa a ser apilado, algo que aumenta la cantidad y la calidad de la luz que es capaz de recibir.
Debido a sus características internas y una lente 24-70mm de f/1.8 – 2.8, la RX100 IV es una cámara que incluso supera en calidad a muchos otros dispositivos de mayor tamaño. Aunque, claro está, también lo hace en precio (1.150 €). Pero sus bondades no solo residen en el apartado de la fotografía, también es capaz de grabar a 4K a 30fps.
Nikon D7200
Aunque excepto leves mejoras en el enfoque y en la conectividad tampoco ofrece demasiadas novedades con respecto a su antecesora, lo cierto es que la D7100 ya ofrecía fue un dispositivo que ofrecía una buena relación entre calidad y precio, motivo por el que mucho usuarios la barajaron como cámara principal.
Por ello, la D7200 es la heredera de una línea que está un paso por debajo de la gama profesional, motivo por el que continúa ofreciendo una gran calidad a pesar de su sensor tamaño APS-C. Pero al igual que ocurría con la Canon 5Ds, esta cámara tiene carencias en lo que al vídeo se refiere y los 1080/30p pueden ser insuficientes.
Olympus OM-D E-M5 Mark II
La primera OM-D E-M5 ya cosechó muy buenas opiniones y contentó incluso a los usuarios más exigentes. Ahora, esta Mark II hereda gran parte de las características que alzaron a la cámara de Olympus como un gran referente dentro de los dispositivos Micro Cuatro Tercios.
Sus principales bondades residen en el visor electrónico de 2,4 millones de puntos, el sistema de estabilización de vídeo, un sensor CMOS de 16 megapíxeles y un autofocus capaz de abarcar 81 áreas.
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