Noticia Llevo una semana dejando el iPhone en casa para comprobar si puedo ir solo con el Apple Watch LTE. Esta ha sido mi experiencia

Llevo una semana dejando el iPhone en casa para comprobar si puedo ir solo con el Apple Watch LTE. Esta ha sido mi experiencia


El primer día que salí de casa sin el iPhone en el bolsillo, no pude evitar sentir que me olvidaba algo importante. Y eso que lo hice a propósito. Quería saber hasta qué punto mis diarias en la calle dependían del móvil y cuántas podría delegar sin problema en el Apple Watch. Todo por un experimento que me ha obligado a replantearme qué significa estar "conectado" y hasta qué punto la miniaturización de la tecnología nos permite ver el final de dispositivos como el iPhone.


En teoría, ya partía lo esencial en mi muñeca con el Watch: notificaciones, llamadas, mensajes, música, mapas... hasta pagos con Apple Pay. Pero el reto no iba solo de esto, sino de analizar mis costumbres y buscar posibles fricciones. Mi objetivo no era otro que el de sobrevivir una semana con el Apple Watch LTE como único dispositivo en la calle, dejando el uso del iPhone para casa. Y lo logré... a medias.

Por qué este experimento y por qué ahora​

Openai
Concepto del aún inédito producto de Jony Ive con OpenAI (Imagen: Ben Geskin)

La pregunta que dio origen a todo esto no vino de la nada. En los últimos meses han cobrado fuerza los rumores sobre el desarrollo de dispositivos de inteligencia artificial, como el gadget que OpenAI estaría preparando junto a Jony Ive. Gadget, que por cierto, ya sabemos que no será un móvil o unos auriculares.


Las especulaciones apuntan a que OpenAI y otras compañías están tratando de diseñar un producto que reemplace al iPhone y otros smartphones. O que, como mínimo, cuestionen el dominio de estos aparatos en nuestra vida.

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Esa idea de un mundo post-smartphone ya no suena a un futuro lejanísimo. El hardware ha adelgazado y el software ha aprendido a escuchar y anticiparse. El Apple Watch, que comenzó como una extensión del iPhone para notificaciones y ejercicio, se ha convertido en un dispositivo autónomo: permite llamadas, mensajes, pagos, música o navegación GPS.


Así que me hice la pregunta: si uno de estos dispositivos de IA aspira a desbancar al móvil, ¿qué pasa si pruebo a hacerlo ya con algo que ya tengo? El Apple Watch LTE me parecía el candidato perfecto para un experimento que también me invita a reflexionar sobre cómo me relaciono con la tecnología cuando la reduzco a lo esencial.

La experiencia que empezó regular​


Quise que el primer test fuera algo sencillo. Salí a hacer la compra al supermercado dando por hecho que llevaba la lista bien sincronizada. Uso la nativa de Recordatorios de Apple, así que no era algo que plantearme. También llevo desde hace tiempo mis tarjetas de débito y crédito en el reloj, así que, ¿qué iba a salir mal? Pues todo. Lo fundamental al menos.


Llevo cuatro años haciendo la compra en el mismo supermercado y, estúpido de mí, no recordé que la cobertura va y viene en esa tienda. Ya con el iPhone me cuesta a veces mantener conexión, aunque al hacer la lista de la compra desde el iPhone, no hay nada que sincronizar y siempre lo llevo todo bien atado. No ocurrió lo mismo con el Apple Watch.

Compras
En una palabra: desesperante

Cuando fui a abrir la lista de la compra en Recordatorios, en la pantalla del Apple Watch me aparecía el clásico (y odioso) circulito que evidencia que el contenido se está cargando. Espero medio minuto, cierro la app y vuelvo a abrirla. Espero otro medio minuto y entonces decido comprobar mi cobertura: no tengo nada de conexión. Ni siquiera para una llamada por voz.


No tenía forma de revisar qué productos necesitaba comprar. El reloj seguía funcionando, pero su potencial estaba mermado. Suerte que aquella no era la compra semanal "grande" que suelo realizar e iba para comprar cuatro cosas como aquel que dice. Más o menos las recordaba y no hubo mayor drama, aunque sí me olvidé alguna cosa.


Ese primer traspié con el Apple Watch fue una señal. Entendí que el Apple Watch, incluso con LTE, sigue dependiendo de una conexión sólida y de que ciertas tareas estén bien sincronizadas de antemano. A partir de ahí, hice mi primera trampa en el experimento, ya que para ciertas rutinas como la compra u otra que exija de conexión permanente y no esté garantizada, seguiría llevando mi iPhone.

En paseos cortos cumple con creces y elimina distracciones​

Podcast
Benditos podcast (y benditos AirPods que se conectan al Watch)

Trabajando en casa y sin demasiada vida social a diario, la mayor parte de mis pruebas se basaron en paseos por el barrio acompañado de mi perro. En esas ocasiones no necesito mucho: música o podcast, alguna llamada puntual y saber si alguien me ha escrito por WhatsApp. Todo eso lo hace el Apple Watch sin problema.


Emparejado con mis AirPods Pro 2, el Apple Watch se convirtió en mi reproductor autónomo. He podido usar Apple Music y Pocket Casts y hasta contestar mensajes rápidos con el dictado por voz. La calidad de las llamadas con el altavoz y micrófono del Watch es más que aceptable, especialmente si no hay mucho ruido ambiental, aunque yendo con los AirPods en la mayoría de casos, eran estos mis fuentes de audio.

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Lo mejor de esos paseos no ha estado en lo que he podido hacer con el Apple Watch LTE, sino en lo que no he tenido que hacer. Esos paseos son mi distracción diaria de la rutina, mi momento de desconectar con música y podcast, pero cuando iba con el iPhone, siempre acababa distrayéndome. Me llegaba una notificación y, además de atenderla, tendía a dispersarme mirando de paso redes sociales como X o Instagram. Y todo ello mientras caminaba. Con el Apple Watch no ha existido semejante tentación.


En esos paseos, he sentido que recuperaba atención en lo importante: el paseo. Que miraba más a mi perro y menos a una pantalla. Que estaba más presente. Y que, en el fondo, eso es lo que solemos buscar cuando queremos reducir el uso del iPhone.

No culpable en las quedadas con amigos​


Odio el verano con todas mis fuerzas, pero siendo un tío optimista que intenta quedarse con lo bueno, me encantan esos momentos de estar sentado en la terraza de un bar mientras charlo con amigos. Pero hay un problema de la era digital: cuando no es uno, es otro, pero siempre hay alguien que se pone a atender el móvil y emborrona ese pequeño momento de desconexión.

Tinto
Sin un iPhone que me distraiga, los tintos de verano saben mucho mejor (por si hay dudas, era 0,0 )

He tomado mucha conciencia sobre ello en los últimos años y no suelo distraerme tanto cuando estoy con amigos, pero reconozco que puntualmente he seguido picando (igual que en los paseos). Sin embargo, en mis quedadas con Apple Watch LTE como único acompañante digital, puedo presumir de ser el único que no se distrajo respondiendo mensajes o viendo vídeos de TikTok. No culpable, señoría.


Y no es que no pudiera: los mensajes me seguían llegando y si alguien me llamaba, podía responder desde el reloj. Sin embargo, el hecho de no tener acceso a las redes sociales y otras apps que me roban tiempo, cambió completamente la dinámica. El Apple Watch no me da acceso a todo, pero justamente por eso no interrumpe. Es como tener solo la parte útil del iPhone, sin las mil notificaciones basura ni las ganas de mirar una pantalla cada diez segundos.

Pero no todo es maravilloso​

Iphone
Al final, el iPhone es insustituible

Aunque la experiencia ha sido positiva en general, también me ha dejado claro que el Apple Watch, incluso en su versión más avanzada, no está preparado para sustituir al iPhone en todas las situaciones. Hay limitaciones que no son solo de software o conectividad, sino de su propia naturaleza.


Por muy pulido que esté watchOS, hay tareas que simplemente no son cómodas en una pantalla tan pequeña. Véase leer un simple correo, una tarea que esporádicamente se puede hacer sin problema, pero como sea un poco largo, te dejas los ojos. Y eso que no soy (de momento) demasiado miope.

Mi Apple Watch me salvó los oídos sin que me diera cuenta. Te enseño a activar las alertas que me protegieron
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Mi Apple Watch me salvó los oídos sin que me diera cuenta. Te enseño a activar las alertas que me protegieron

La autonomía también es un factor a tener en cuenta. Al usar el reloj como dispositivo principal con LTE activo, escuchando música en streaming y atendiendo llamadas, noté que me costaba más llegar al final del día con batería hasta el punto de tener que recargarlo a media tarde.


Aun así, el balance final es positivo. Este experimento me demuestra que aún estamos lejos de que dispositivos como el Apple Watch sustituyan al iPhone. Sin embargo, me ha demostrado que esporádicamente puedo seguir saliendo sin él y sin que me preocupe en tener que volver corriendo a casa. Salvo que me vaya a la compra...


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La noticia Llevo una semana dejando el iPhone en casa para comprobar si puedo ir solo con el Apple Watch LTE. Esta ha sido mi experiencia fue publicada originalmente en Applesfera por Álvaro García M. .

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