Noticia Lo sentimos, ni Apple ni el iPhone están fracasando

tim-cook-china.jpg



Con la prestación de los resultados financieros del segundo trimestre del año fiscal y el aluvión de titulares pesimistas en los días posteriores nos pregunta si realmente Apple está perdiendo fuerza en el mercado de los smartphones. ¿La respuesta? Su posición es más fuerte que nunca.


Por mucho que Tim Cook y Peter Oppenheimer -y a partir de agosto Luca Maestri- se empeñen en decir al mundo que la salud de la compañía está mejor que nunca con los resultados financieros en la mano, resultados que en los dos trimestres que llevamos del año fiscal han sido récords respecto del trimestre anterior, muchos siguen utilizando el pretexto del valor de sus acciones y ahora, de la caída de las ventas del iPad, para llegar a la conclusión de que Apple pierde fuelle, que está estancada y que ya no es la misma desde la muerte de Jobs; que o cambian su estrategia respecto del precio de su smartphone estrella, o en poco tiempo competirá en la misma liga que Blackberry.

Imagen de QZ

Apple no solo es una compañía de smartphones, pero puede serlo


Hay pocas ocasiones, como la del segundo trimestre del año fiscal en las que Apple haya sorprendido, cumplido y superado, las expectativas de los analistas. Este último colectivo, siempre a la sombra del crecimiento ficticio a base de margen de beneficio y número de dispositivos vendidos, se ha empeñado, trimestre a trimestre durante los dos últimos años, de inflar las previsiones de ventas y resultados, ligando irremediablemente la salud de la compañía al número de iPhones vendidos. Y aunque no al nivel que ellos siempre esperan, de nuevo inflado, Apple ha cumplido y superado:


Aunque podamos pensar que Apple se ha convertido en una compañía de smartphones, y bien puede sustentar este argumento el aumento de las ventas del iPhone que ya representan casi la mitad de los ingresos de la compañía, muy ligados a razón de dichos analistas al ascenso y descenso de las ventas de su terminal estrella, resulta que, puestos en perspectiva, nos encontramos con la misma situación que con el iPod, peor con un base mucho más potente y mucho más solvente para sustentar el crecimiento.

El ecosistema del iPhone es lo suficientemente fuerte para mantener el crecimiento por si mismoApple no solo tiene los Mac y iPod como sucedía desde 2001 hasta la llegada del iPhone. Ahora la compañía cuenta con un abanico de productos que son líderes en el mercado y que generan la flexibilidad necesaria para aumentar su portfolio. El 50% restante de los ingresos de la compañía lo sustentan los Mac, el iPad, el menor medida el casi extinto iPod y en mayor, las 800 cuentas de iTunes con tarjeta de crédito asociada que generan un 85% más de ingresos que Google Play, convirtiéndose en un segmento de mercado de vital importantancia, que sustenta sus dos terminales móviles y sirve irremediablemente para generar valor añadido al ecosistema.

Este ecosistema incluye, como decía anteriormente, las tiendas de aplicaciones, donde 30 centavos de cada dólar gastado por el usuario van directamente a Apple, por lo que la compañía puede mantener fácilmente su crecimiento y ampliar su alcance en las partes del mundo donde los dispositivos Android más baratos han tomado la delantera aportando el valor añadido que supone la fidelidad de los desarrolladores por la plataforma y el número, creciente cada día, de aplicaciones disponibles.


Todavía existen muchos consumidores aspiracionales y potenciales del iPhone en Estados Unidos y EuropaY todo esto parece que no va a cambiar a medio plazo. Las ventas en China fruto del acuerdo de China Mobile han ayudado a aumentar el número de terminales vendidos, pero hay otro factor que obligatoriamente tenemos que tener en cuenta: incluso en los países más ricos como Estados Unidos y Europa, todavía hay consumidores rezagados que siguen viendo al iPhone como un producto aspiracional, así como un grueso de consumidores que quieren cambiarse al iPhone después de comprar un terminal Android barato y acabar decepcionado con la compra, sin olvidar todos aquellos que van a comprar un smartphone por primera vez. Todos estos clientes potenciales tienen mayor importancia para la compañía e inversores que los terminales vendidos, por la sencilla razón que representan una expectativa tangible de crecimiento para Apple en el medio plazo.

De hecho el iPhone sigue creciendo aún teniendo en cuenta la caída del ASP -un indicador que puede dar a entender una desaceleración de las ventas- del terminal estrella de Apple. En palabras de futuro director financiero de la compañía, Luca Maestri:


Si nos fijamos en los $41 dólares de caída en el ASP del iPhone, yo diría que está motivada por el hecho de que hemos seguido haciendo las cosas muy bien en los mercados emergentes con el 4s. Ya he mencionado que hay una gran cantidad de mercados en los que hemos crecido con mucha fuerza en América Latina, en Asia y el Pacífico, en Europa del Este. Así, alrededor de la mitad de esa disminución provino de las ventas más fuertes de los 4s.

Estas son buenas noticias para Apple si significa que los usuarios de terminales Android están cambiando su percepción del mercado, auspiciados en parte por la baja calidad de los terminales más baratos que a menudo fabricantes y usuarios comparan con el terminal de Apple en igualdad de condiciones. Y también es un indicador de que Apple puede hacer más dinero vendiendo teléfonos más baratos, situación que hasta la llegada del 5c había evitado. El iPhone 5c, el mal llamado bluff de la compañía, cuyos compradores provienen en un 60% de Android

Y aún tiene un gran margen de crecimiento


iPhone-6-comparativa-1.jpg


Pero todo esto, tanto analistas como inversores lo saben muy bien. Tan bien que en el mes pasado el valor medio de las acciones de Apple se mantuvo en positivos porcentuales a pesar de que todos los que participan en el mercado saben que el segundo trimestre de año suele ser el peor para la compañía por la caída de ventas tras la campaña navideña y por las expectativas de nuevos productos en el corto plazo. Y no solo eso, de las compañías más importantes del Nasdaq, Apple ha sido la más fuerte durante el mes pasado:


Puede que Apple empiece a ser una compañía de smartphones, pero todavía es mucho más. Hay muchos segmentos de mercados dentro del ecosistema de productos entorno al iPhone que permite a la compañía crecer tanto en el medio como en el largo plazo, y eso dejando fuera nuevos nichos de mercado representados por los futuros productos que todos esperamos.

Es bastante probable que en la segunda mitad del año fiscal sea cuando Apple refuerce estos argumentos y siga dando a los inversores y al mercado los motivos suficientes para confiar en su crecimiento. Se esperan nuevos productos, como el nuevo iPhone o el rumoreado iWatch, pero desde luego este último no va a suponer, de hacerse realidad, un impacto inmediato en los ingresos de Apple en el corto plazo, pero si va a servir para mantener la confianza de que Apple es capaz de reinventarse en cada ciclo. Aún así, y en todo caso, hay un plan B:


Si al final no llega de nuevo el crecimiento de los últimos años, Tim Cook, Oppenheimer y Luca ya tienen su respuesta para el mercado: la recompra de acciones, el split 7 a 1, y el aumento del dividendo, que es el más importante del mercado con 11,4 mil millones -y solo seguido por el del Exxon Mobil con 10,8 mil millones de dólares-. En definitiva, la forma más fácil de tener contentos a los acciones cuando no esperas un aumento del crecimiento. De nuevo, y como ha sido siempre, todo está previsto.

Pero Apple is doomed, ha perdido frescura. Bueno, 43.7 millones de iPhones solo en el último trimestre no están de acuerdo con ese argumento. Mientras tanto, sigamos inflando la cuota de mercado con Android tan baratos como las prestaciones que ofrecen y que se comparan con el mejor smartphone que podemos comprar a día de hoy.

mf.gif







a2t.img
wxX0E62wOEY


Continúar leyendo...