
Igual que si nos encontrásemos dentro de la película futurista más delirante, en un futuro no muy lejano podríamos enfrentarnos a casos en los que un ordenador portátil denuncie a su propietario por tenerlo encerrado en un cuarto sin iluminación, o más estrambótico aún, que un smartphone nos lleve a juicio por insistir en mantenerlo encerrado en el bolsillo del pantalón.
Sí, sabemos que suena raro y hasta estúpido, pero serán casos a valorar si se cumple la profecía del profesor Marcus du Sautoy, docente de la Universidad de Oxford que anuncia que en un futuro no muy lejano y con el desarrollo que está siguiendo la tecnología, podríamos enfrentarnos a tener que conceder y valorar “derechos humanos” a nuestros dispositivos tecnológicos...
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