Airinov, subsidiaria de Parrot y orientada a la tecnología dron para el apoyo de la agricultura, ha publicado un estudio en el que evalúa el impacto de sus productos en el rendimiento de los cultivos. La encargada de llevar a cabo el análisis ha sido Ocealia, una de las cooperativas agropecuarias más importantes de Francia.
Ocealia ha medido el efecto que tienen los productos de Airinov, con el que trabaja desde hace algunos años, en sus campos. El grupo ha publicado unos resultados positivos de la evaluación. Por cada hectárea de trigo se obtienen 69 euros más, mientras que por cada hectárea de colza oleaginosa la cooperativa gana 107 euros más de lo que ganaba antes.
Aunque se trata de unos resultados muy concretos, obtenidos con el producto de una empresa específica, lo cierto es que los drones ofrecen una serie de ventajas claras para este sector. Con el vuelo de una aeronave se puede cubrir una extensión enorme y realizar imágenes precisas del suelo. Así se puede determinar qué le falta a cada área o qué problemas puede tener.
La aplicación de los drones en agricultura consiste sencillamente en optimizar las cosechas lo máximo posible. Aspectos como el riego o los fertilizantes se pueden utilizar en las cantidades precisas. De la misma manera que elementos como los pesticidas también se pueden moderar. En algunos casos será necesario aplicar más químicos porque existe un riesgo de que una plaga termine con la cosecha y en otras ocasiones se rebajará el gasto de estas sustancias.
Los beneficios son dos. Por un lado, se controla mejor el gasto y, por el otro, los cultivos crecen mejor, con lo que hay más producto para vender.
Imágenes: Parrot y Airinov
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Ocealia ha medido el efecto que tienen los productos de Airinov, con el que trabaja desde hace algunos años, en sus campos. El grupo ha publicado unos resultados positivos de la evaluación. Por cada hectárea de trigo se obtienen 69 euros más, mientras que por cada hectárea de colza oleaginosa la cooperativa gana 107 euros más de lo que ganaba antes.
Aunque se trata de unos resultados muy concretos, obtenidos con el producto de una empresa específica, lo cierto es que los drones ofrecen una serie de ventajas claras para este sector. Con el vuelo de una aeronave se puede cubrir una extensión enorme y realizar imágenes precisas del suelo. Así se puede determinar qué le falta a cada área o qué problemas puede tener.
La aplicación de los drones en agricultura consiste sencillamente en optimizar las cosechas lo máximo posible. Aspectos como el riego o los fertilizantes se pueden utilizar en las cantidades precisas. De la misma manera que elementos como los pesticidas también se pueden moderar. En algunos casos será necesario aplicar más químicos porque existe un riesgo de que una plaga termine con la cosecha y en otras ocasiones se rebajará el gasto de estas sustancias.
Los beneficios son dos. Por un lado, se controla mejor el gasto y, por el otro, los cultivos crecen mejor, con lo que hay más producto para vender.
Imágenes: Parrot y Airinov
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