En España no tenemos imperios publicitarios como en Estados Unidos, pero últimamente han ocurrido acontecimientos que sitúan a la publicidad como un sector vivo y lleno de alegrías para inversores y empresarios.
La publicidad, además de ser uno de los principales modelos de negocio para múltiples empresas (tecnológicas o no) y una punta importa en el ataúd de muchas otras (que le pregunten a los periódicos y medios tradicionales), se ha convertido con el paso de los años en una especie de gallina de los huevos de oro en lo que se refiere a la economía techie española.
En un fenómeno que se ha repetido en los principales ecosistemas de startups de todo el mundo, las empresas de publicidad (afiliados, adtech, etc) fueron junto a las de comercio electrónico las primeras en revolucionar un mercado que se había mantenido prácticamente intacto durante décadas.
Seguro que a la mayoría de lectores le sonarán empresas como la americana Craigslist y otras desconocidas como Google o Yahoo que han terminado convirtiendo en máquinas de imprimir dinero. En España, salvando las distancias, ha ocurrido algo parecido.
Aquí, por diversos motivos, no hemos presenciado la construcción de un imperio del tamaño de los mencionados anteriormente, pero sí que en los últimos meses y años estamos asistiendo a una serie de acontecimientos que sitúan a la publicidad como uno de los sectores que más alegrías ha dado a empresarios e inversores.
Los ‘exits’ publicitarios
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Ricardo Cobaleda García e Iñaki Ecenarro crearon Milanuncios y Trovit, respectivamente, a mediados de la década pasada. Milanuncios, siguiendo el modelo inaugurado por Craigslist en Estados Unidos, se propuso crear un portal de publicidad que diese cabida a todo tipo de anuncios, desde empleo a compraventa de coches, pasando por prostitutas, casas y cualquier cosa que uno se pueda imaginar.
Trovit, de la mano de Ecenarro, Raúl Puente y Daniel Giménez, vio la luz bajo el nombre de Buscocurro y tras centrarse en el mercado de las ofertas de trabajo, acabó expandiéndose al ámbito inmobiliario y automovilístico apoyado en un potente sistema de RTB (real time bidding) y SEO desarrollado por la propia empresa en su sede de Barcelona.
A pesar de que existe la creencia popular en Internet de que los "pelotazos" (entendido como una venta más o menos rápida de una startup) están a la orden del día, lo cierto es que estos casos son excepciones y la mayoría de empresas tardan años en venderse.
En el caso de Milanuncios y Trovit fueron casi 10 años, siendo ambas vendidas en 2014. Trovit fue comprada por la japonesa Next CO por 80 millones de euros, convirtiendo a sus fundadores en millonarios y otorgándole a Cabiedes & Partners -el único fondo que había invertido en la empresa- un retorno de 57X.
Milanuncios, cuyo accionario continuaba estando en manos de Cobardea en el momento de su compra, fue vendida a Schibsted con una valoración de 100 millones de euros. Como anécdota comentar que en la venta no fue incluida la sección de contactos -léase, prostitución- de Milanuncios, que hoy en día continúa en manos de Cobaleda y su equipo bajo el nombre de Pasión.com.
Un año antes de las ventas de Milanuncios y Trovit, el gigante noruego Schibsted fue también protagonista de otra sonada operación en el sector de los clasificados español, comprándole a David González Castro el 24% que todavía poseía de Anuntis por 70 millones de euros, lo que supone valorar el 100% de la compañía en €280 millones.
A este grupo de operaciones millonarias se han sumado en 2015 otras dos, protagonizadas por dos empresas diametralmente opuestas en lo que a su notoriedad mediática se refiere: idealista y Mitula.
Fundada por los hermanos Encinar, idealista es en estos momentos el principal portal inmobiliario en España y uno de los más potentes en Portugal e Italia. La empresa, que ya había sido tasada en 100 millones de euros a mediados de 2014, elevó su valoración a 150 millones de euros según El Confidencial tras la venta de una parte importante de la empresa a Apax, uno de los fondos de inversión con mayor tradición en Nueva York y Londres. Jesús y Fernando Encinar continúan al pie del cañón y parece que no tienen intención de abandonarlo.
Mitula, al igual que Trovit, ha construido un imperio publicitario apoyado en el SEO y en el buen posicionamiento de sus resultados en Google. Aunque desconocida para muchos, la empresa con sede en Madrid ha ido ganando tamaño con el paso de los años y en 2014 ingresó 10.8 millones de euros con un EBITDA de 4.2 millones de euros.
Lo más llamativo de la empresa fundada por Gonzalo del Pozo, Gonzalo Ortiz y Marcelo Badimon fue su reciente salida a bolsa en el mercado australiano, que ha elevado su valoración a más de 128 millones de euros, convirtiéndola, como explica José A. del Moral en este artículo, en una de las startups españolas “más caras”.
La nueva hornada de startups publicitarias
Muchas de las empresas anteriores ya han cumplido una parte importante de su ciclo de vida, en forma de pasta gansa para sus fundadores, empleados e inversores.
Ahora, el turno le toca una nueva hornada de startups españolas que están intentando atacar el mundo de la publicidad desde diferentes ámbitos. Wallapop o Selltag desde el móvil, ADTZ desarrollando tecnología propia que sustente el marketing en redes sociales de sus clientes, y ExoClick como la empresa de adtech española que más factura gracias a las páginas porno.
¿Alguien da más?
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