¿Te gustaría ir volando a tu trabajo? En Dubai quieren hacer ese sueño realidad, pero por el momento es una mala idea, de momento.
La pasada semana tuvo lugar un anuncio que bien podría haber salido de una película de ciencia ficción. Este mismo mes de julio en Dubai podremos ver los primeros taxis autónomos voladores no tripulados y con un solo pasajero según anunció el jefe de la Agencia de Carreteras y Transporte de la ciudad. Una idea solo al alcance de una ciudad como Dubai pero no todas las ideas son buenas y los taxis autónomos voladores son, de momento, una muy mala idea.
Lo primero, no existe un motivo aparente por el que temer que no podrá producirse, existe la tecnología suficiente y una compañía china ha lanzado el EHang-184, un avión no tripulado con capacidad para un pasajero capaz de recorrer 50 kilómetros a 100 km/h como velocidad media. Y lo peor es que tecnológicamente es viable y para una ciudad como Dubai, el dinero no es problema.
Volar no es difícil, es decir, hacer volar algo es una tarea relativamente sencilla, lo complejo es controlarlo en entornos urbanos o bajo condiciones adversas. Si algo sale mal, el desastre estará asegurado, y eso es una gran presión para el ocupante y responsabilidad para el fabricante. No hay forma de sobrevivir a un fallo parcial o total del motor o software.
Desde luego, la solución pasaría por instalar un paracaídas para casos de emergencia, pero todavía esto no garantiza la seguridad porque este drone volaría entre rascacielos y edificios que provocan grandes corrientes de aire a esas alturas. Los responsables no han publicado que use algún sistema de detección de otros objetos más allá del uso de puntos en un mapa con GPS porque todos los drones serán monitorizados desde el suelo gracias al 4G por expertos. Esto se traduce en una cosa, no son taxis autónomos sino taxis controlados de forma remota. La teoría es buena, pero ¿y si pierde conectividad? O bien el drone tiene un Plan B (que no han indicado) o bien el pasajero tiene que tomar el control, y pilotar un helicóptero no es nada sencillo.
La diferencia con un coche autónomo es que todos podemos conducir un coche, son pedales y volante, y además siempre podemos pisar el freno y detenerlo donde sea si es que no sabemos conducir. Con los taxis voladores autónomos esta operación no es tan sencilla y solo hablaríamos de seguridad si también viajara un piloto experto que pudiera tomar el control. Y esto no va a suceder según los responsables.
Los taxis voladores autónomos pueden ser el futuro para muchas ciudades, pero cuando todavía no hemos conseguido que sobre la carretera circulen coches autónomos, ¿qué nos hace pensar que este año será el de los taxis autónomos voladores? ¿Es pronto? Si, pero estoy convencido que pueden ser una buena solución.
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