Noticia 'Lost Planet 3': análisis

LostPlanet300.jpg


Capcom ha querido darle un aire distinto a la saga ‘Lost Planet’ con su tercera entrega, la cual hace las veces de precuela del título original. Para ello no sólo se ha alejado del desarrollo, dejándolo en manos del irregular estudio Spark Unlimited, sino que ha apostado por unas mecánicas que lo alejan de lo visto en las anteriores entregas. Podríamos decir que ‘Lost Planet 3’ es el título mucho más convencional de la franquicia, aunque lo cierto es que funciona mejor que la segunda entrega.

Capcom se la jugó con ‘Lost Planet 2’ y no le acabó de salir bien. Para esta precuela da la sensación de que la compañía ha querido ir sobre seguro y nos presenta un juego que bien podría ser una especie de ‘Gears of War’ algo descafeinado y situado en un planeta helado. Eso sí, el meca del protagonista es todo un hallazgo y es el encargado de darle ese punto de sal sin el que el juego hubiera hecho aguas.


’Lost Planet 3’: si en tu planeta no encuentras trabajo vete a otro


Peyton.jpg


La historia de ’Lost Planet 3’ se nos relata a través de un enorme flashback de Jim Peyton, un tipo normal y corriente que fue a buscarse la vida a un planeta helado llamado E.D.N III para poder mantener a su familia y acabó quedándose más de lo deseado. No es el primer juego en colocar a un currante como protagonista, el mismo Isaac Clarke de la saga ‘Dead Space’ es un ingeniero de sistemas que por narices ha de enfrentarse unos terroríficos seres conocidos como necromorfos, pero sí es de los pocos títulos que se esfuerza en demostrarnos que se trata de un tipo normal a través de su físico. El rostro de Peyton podría ser el de nuestro vecino, nada que ver con esos tipos duros tipo Marcus Fenix de la saga ‘Gears of War’, por ejemplo. Y resulta bastante chocante por lo acostumbrados que estamos a un cierto tipo de diseño de personajes.

Dejando a un lado la cara de bobo que tiene Peyton, la acción transcurre 50 años antes de lo vivido en el juego original. Eso significa que conoceremos el origen de los piratas de la nieve, por ejemplo, pero también descubriremos algunos trapos sucios de NEVEC. Peyton empezará llevando a cabo trabajos de lo más rutinarios y aburridos, pero sus quehaceres se verán interrumpidos por la mala costumbre que tienen los Akrid de ir atacando a la gente a la mínima. Pese a ser un obrero de tres al cuarto, el bueno de Jim tendrá que defenderse haciendo uso de sus armas. Porque en un videojuego es perfectamente válido que un humilde trabajador sepa utilizar armamento pesado.

Peyton03.jpg


Lo más interesante de ’Lost Planet 3’ es que Peyton dispone de un robot, de un meca, como le llaman en el juego, y se lo ha llevado a E.D.N III. No es tan gigantesco como los de ‘Pacific Rim’, pero no deja de ser un robotazo grandote, robusto y algo primitivo fabricado principalmente para realizar labores de mantenimiento. Un cacharro al que podemos subirnos y recorrer el frío planeta mientras nos ponemos unos temas musicales que nos ha preparado nuestra encantadora mujer.

Lo peor del juego, sin duda, es la sensación de ser el chico de los recados y, sobre todo, los tiempos de carga. Es horrible, porque tenemos que recorrer una y otra vez los mismos caminos en una dirección y en la otra y para todo hay pantallas de carga. Demasiadas pantallas de carga que, en algunos momentos, se disimulan con escenas en las que Peyton es observado o en las que vemos las conversaciones que se envían él y su mujer (las cuales, de paso, nos ayudan a conocer algo más a los personajes gracias detalles de su vida más cotidiana). Con el robot se soluciona en parte el problema de tener que andar y andar de un lado para otro al ofrecernos un sistema de viaje rápido, pero las pantallas de carga nos las vamos a tener que comer igual.

Gertie, el robot de las nieves


Gertie01.jpg


Una vez subidos en Gertie, el juego modifica la vista en tercera persona habitual para presentarnos el interior de la cabina del robot en primera persona. Aquí es donde el juego se pone interesante. Ahora podremos realizar reparaciones y otras faenas que sin Gertie serían imposibles de llevar a cabo, pero también repartir grandes hostias entre la comunidad Akrid. Los de tamaño estándar serán como moscas al lado de nuestro robotazo, pero los de gran envergadura nos plantarán cara.

Reconozco que el diseño, el acabado y la variedad de Akrid está muy por debajo de lo visto en las anteriores entregas. Los más gigantescos no impresionan como antes, e incluso algunos de tipo cangrejo son más bien tirando a cutres, pero los enfrentamientos a bordo de Gertie son muy espectaculares y satisfactorios. Es una lástima que teniendo el Unreal Engine 3 como motor gráfico, Spark Unlimited no le haya sabido sacar provecho más que para algunas localizaciones del planeta, sobre todo en exteriores. Las hay verdaderamente espectaculares, con efectos climáticos muy bellos, pero el resto son más bien genéricas y repetitivas. Vista una gruta, vistas todas.

Volviendo a Gertie, otra de las cosas interesantes que tenemos a nuestro alcance es la posibilidad de mejorarlo. Hay un tipo llamado Gale que se encarga de ensamblar nuestro robot cuando llegamos a E.D.N III, y él mismo se encargará de hacer las modificaciones necesarias que nos permitirán llevar a cabo nuevos movimientos, tanto para desempeñar tareas de mantenimiento o reparación como para repartir puñetazos.

Gertie02.jpg


También podremos mejorar nuestro armamento estándar, pero lo cierto es que hay muy poca variedad de armas y de accesorios. Tampoco he visto que Peyton necesite nada más: con un fusil, una escopeta y unas granadas basta para completar el juego sin ningún tipo de problemas.

’Lost Planet 3’ también tiene misiones secundarias. Y multijugador


La campaña principal de ’Lost Planet 3’ ofrece aproximadamente unas 10 horas de juego, pero las misiones secundarias, pese a no ser demasiado numerosas ni especialmente atractivas, pueden ayudar a alargar un poco la historia. En todo caso llega un momento en que lo que queremos es que todo avance y nos olvidamos de esos recados que nos piden unos y otros.

LostPlanet301.jpg


Sobre el multijugador no hay mucho que decir. ’Lost Planet 3’ cuenta solamente con cuatro modos distintos en los que vivir enfrentamientos entre equipos de cinco jugadores, hordas o el típico capturar la bandera. En todo caso me ha costado horrores encontrar partidas en las que probar un poco por dónde van los tiros, por lo que intuyo que no será precisamente uno de los títulos más jugados en el online. Es más una forma de intentar alargar la vida del juego que algo bien pensado y bien ejecutado.

Conclusiones


’Lost Planet 3’ resulta un juego entretenido. Cansa un poco el tema de las constantes pantallas de carga que nos dejan mirando la pantalla como tontos en demasiadas ocasiones, pero como juego de acción en tercera persona cumple su cometido. Se echa en falta algo más de cariño en cuanto a su diseño, especialmente si hablamos de los grandes enemigos y de gran parte de las localizaciones, pero Gertie es un gran hallazgo y lo mejor del juego sin ningún tipo de duda.

La historia no tiene demasiado margen de maniobra al tratarse de una precuela, pero lo cierto es que esconde varios secretos que, sin ser muy originales o impredecibles, nos mantienen enganchados al pad para ver qué sucede con Peyton, con su familia y con NEVEC. En todo caso sigue siendo mejor juego que ‘Lost Planet 2’, pero no supera al original ni de lejos.

Por cierto, aunque el tráiler de lanzamiento está subtitulado, el juego viene completamente doblado a nuestro idioma. Y hay que decir que es un buen doblaje. Ojo a la BSO, que recuerda a la de ‘Alien’ (y no es lo único que el juego tiene en común con la película).


Plataformas: PC, PS3, Xbox 360 (versión analizada)
Desarrollador: Spark Unlimited
Compañía: Capcom
Lanzamiento: ya disponible en consola (30 de agosto de 2013). En PC el 27 de septiembre
Precio: 54,95 euros (en Amazon
ir
está a 49,23 euros)

-
La noticia 'Lost Planet 3': análisis fue publicada originalmente en Vidaextra por Alex C (http://www.vidaextra.com/autor/Alex%20C).

mf.gif








a2t.img
EHh-wlvT_uk


Continúar leyendo...