Noticia Marco Arment no se sentía bien

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¿Qué ha pasado con Peace? Peace es el bloqueador de anuncios que llegó al número 1 de las aplicaciones de pago de la App Store. Su creador, Marco Arment, lo ha retirado 36 horas después de su llegada.


La llegada de iOS 9 supuso la aparición de muchas aplicaciones adaptadas a él. Y en este caso, supone un nuevo género en la App Store: los bloqueadores de anuncios y rastreadores para Safari. En los primeros dos días con iOS 9, cuando ni siquiera han actualizado muchos usuarios que sí tienen pensado hacerlo pronto, algunos de estos bloqueadores llegaron a lo más alto de la lista de aplicaciones más vendidas. Incluidas las de pago. Y la número 1 fue... Peace, una aplicación del desarrollador, escritor y podcaster Marco Arment.

Y de pronto, zas. Peace, retirada de la App Store, apenas 36 horas después de su llegada. Con unos cuantos miles de dólares recaudados por el camino. ¿Por qué? Según Arment, "simplemente no me sentía bien".

La influencia de The Deck


The Deck es una red de publicidad digital que se distingue por ser simple, sencilla, no intrusiva y mucho más elegante que los competidores habituales. Entre sus usuarios están A List Apart, Daring Fireball (de John Gruber, amigo personal de Arment), Dribbble, Simplebits, Six Colors, Twitterrific, Instapaper, The Noun Project... Pues bien, los anuncios de The Deck también son bloqueados. Y no se sabía si esto también iba a ocurrir.

El asunto está en que...


  1. Poca gente esperaba que la popularidad de los bloqueadores de anuncios como Peace fuera tan alta en las primeras horas con iOS 9. Y menos aún con los de pago. Y tengamos en cuenta que Peace no es una app de $0.99, sino de $3.99. Las estimaciones totales dan unos beneficios, tras la comisión de Apple, de algo más de $100.000 en las primeras 36 horas.


  2. ¿The Deck iba a ser arrastrada también? Nadie dijo a ciencia cierta si estaría entre las filtradas o no. Al fin y al cabo, el espíritu de un bloqueador de anuncios es luchar contra la mala experiencia de usuario al visitar una web y la publicidad intrusiva. De esto último puede haber muchas intepretaciones, casi siempre penalizando al anunciante y al publisher, pero sí había sitio para la esperanza en The Deck, para creer que su modelo iba a ser válido para un adblocker y no iban a ser engullidos también. No fue así.
Los bloqueadores


En el post de Arment, él mismo ha recomendado alternativas y ha explicado que aceptará las peticiones de devolución de dinero. Buen momento para subrayar de nuevo el "no me sentía bien", y para intuir presiones de quien hasta hace tres días era su gran amigo, The Deck, afectado por la aplicación de Arment.

Los bloqueadores son inevitables, no se van a ir, y tienen sentido, pero también hay formas de contribuir con los medios que te gustan mientras llegan soluciones.Los bloqueadores son en cierta medida inevitables, y al menos estos últimos que han aparecido juegan de forma más limpia que AdBlock Plus. Tarea de los medios será buscar nuevas formas de monetizar la audiencia, el tráfico y la comunidad. También será tarea de los usuarios, si quieren mantener su colaboración gratuita a los medios, mantener a quienes no utilizan fórmulas intrusivas y excesivas de publicidad en listas blancas, es decir, sacarlos de los bloqueadores.

Un bloqueador no sólo bloquea publicidad. No está pensado simplemente para no ver los anuncios. También penaliza a las webs que abusan de ella en forma de interstitials, scripts y demás, que a su vez penalizan al usuario provocándole un mayor consumo de datos móviles y de batería. ¿El problema? Que la reputación de un producto afecta a todo el género. Si la mayoría de medios generalistas y muchos medios recurren a estas técnicas, nadie irá bloqueándoles uno por uno, sino que todos acabarán en el saco del bloqueador en cuestión.

Más que el hecho de que Apple permita bloqueadores como Peace en su App Store, lo que debería hacernos pensar es su enorme éxito. Sorprendente sobre todo en el caso de los de pago. Parece inevitable que va a llegar una transición en que la publicidad que conocemos esté forzada a cambiar. Ocurrió con los pop-ups, venidos muy a menos desde que los propios navegadores incluyen opciones nativas para bloquearlos. Ocurrió con Flash por razones similares. Ocurrirá ahora de una forma más global. Mientras tanto, si quieres apoyar a un medio que te gusta, y has decidido usar un bloqueador de publicidad, lo cual nos parece perfectamente comprensible, ponlo en la lista blanca. Será la mejor forma (si es que no hay un modelo de suscripción al estilo del estrenado por MacStories de contribuir a que dicho medio pueda continuar con su trabajo.

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