La interpretación de Michelle Pfeiffer como Catwoman en Batman Returns ha permanecido en el imaginario colectivo desde 1992. La actriz sobresalió completamente en la cinta de Tim Burton, especialmente gracias a un icónico traje que se ceñía a su cuerpo para mostrarla más sensual.
Tan ceñido era que resultaba una auténtica tortura para la intérprete, la cual tenía que llevar a cabo un ritual para introducirse en él y obtener el resultado esperado. "Fue el traje más incómodo en el que he estado. Tenían que echarme talco, meterme dentro y luego sellar el traje al vacío", reconoció Pfeiffer a The Hollywood Reporter en 2017.
Si aquella situación no era lo suficientemente desagradable para ella, todavía tuvo que soportar más detalles peliagudos. "Tenía esas garras, y siempre se me enganchaban en las cosas. La máscara me aplastaba la cara y me ahogaba… tuvimos muchos problemas que resolver", relataba la actriz. Por si fuera poco, era necesario recubrir todo el traje con una capa de silicona que aportaba el característico brillo.
Al menos, el equipo de rodaje tuvo la delicadeza de adaptar el traje para que pudiese ir al baño, aunque en 1992 ya explicó que lo había pasado muy mal.
Un dolor de muelas tremendo para Pfeiffer, pero que supo soportar para regalarnos una actuación legendaria y que difícilmente se puede igualar.
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La noticia "Me aplastaba y me ahogaba": Michelle Pfeiffer era muy sensual como Catwoman, pero a costa de que le sellasen al vacío el disfraz fue publicada originalmente en Vida Extra por Juan Sanmartín .
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