¿Cómo es vivir desde dentro una carrera de 24 horas de duración? Hipertextual participó en las 24 Horas de Ford, una carrera emocionante, complicada y muy divertida con un fin muy claro: ayudar a diversas ONGs a poder cumplir sus proyectos con la sociedad
Ford invitó a Hipertextual a correr las 24 Horas de Frod, un evento que alcanzaba ya su XII edición y que se celebraría una vez más en el madrileño Circuito del Jarama, en Madrid. Se trata esta de una carrera de resistencia en la que 11 vehículos Ford Focus ST diésel con 185 caballos de potencia y patrocinados por diversos medios de comunicación y representando a ONGs y medios del motor pelean por realizar el mayor número de vueltas con una cantidad limitada de combustible y de neumáticos. Una carrera que premia la regularidad a la hora de ser rápido y la eficiencia en el uso de la gasolina y los neumáticos.
El equipo al que habíamos sido asignados estaba apoyado por la fundación "Pequeño Deseo" y patrocinado por el programa de motor de Antena 3 "Centímetros Cúbicos". En total, 9 personas formamos parte de este equipo junto al director del mismo, que fue el encargado de realizar la estrategia, el cálculo del combustible, motivarnos, analizar cómo conducimos para poder diseñar los turnos de conducción, etcétera. Así, 10 personas estuvimos peleando codo con codo durante 24 horas seguidas por hacer que nuestra ONG pudiera llevarse el primer premio.
A las 17.00 dio comienzo la carrera, quedaban 24 horas por delante y mucho, mucho trabajo por hacer. Lo primero era comprender el coche, un Ford Focus ST diesel. Al tener solo 215 litros de combustible para toda la prueba, era vital saber exactamente cuánto gastaba el coche, no lo que dice el ordenador de abordo, sino las matemáticas, algo que no podíamos saber hasta hacer el primer repostaje, ya de madrugada. Para esta primera parte de la carrera, nuestro director nos marcó un consumo máximo algo reducido para poder contar con algo de tranquilidad al final de la prueba y para ahorrar en materia de neumáticos. Una estrategia que dio sus frutos.
Cada piloto podía correr máximo 60 minutos por stint y para poder volver a correr había que descansar 120 minutos.
Comenzamos en la zona baja de la tabla tras un primer stint muy corto y nos costó muchas horas comenzar a recuperar posiciones. A la 1 de la madrugada la estrategia conservadora con la gasolina comenzó a dar sus frutos y llegamos a escalar hasta la primera posición. Tras el primer repostaje, conseguíamos afianzarnos en la tercera/cuarta plaza, lo que nos permitiría llegar a final de carrera con opciones de pelear por la victoria.
Las altas temperaturas, unos 40 grados, eran muy dañinas para los neumáticos y casi todos los equipos tuvieron que hacer dos cambios. Nosotros pudimos estirar su vida mucho más que nuestros contrincantes directos gracias a un meticuloso trabajo de todo el equipo y llegamos al final de meta con solo un cambio. Esto fue fundamental para lograr la posición que obtuvimos. Como digo, una estrategia que nos hacía ir un poquito más lentos que la cabeza de carrera pero conservando mucho el combustible y los neumáticos de cara a poder escalar desde la novena posición de partida.
La madrugada se hizo muy larga, con pocas horas de sueño, menos de 2, y mucho, mucho estrés, para analizar lo que hacían nuestros rivales y cómo íbamos a afrontar las próximas horas de carrera. El cambio de neumáticos es siempre crítico y teníamos que realizar al menos uno antes de las primeras 14 horas de carrera según la reglamentación, por lo que era importante cuadrar el cambio de neumático con el cambio de piloto y así ganar segundos. La temperatura bajó bastante durante la noche, lo que nos permitió poder aumentar el ritmo sin gastar mucho más carburante, pero solo era un espejismo.
Acabamos dando 546 vueltas al trazado con una velocidad media de 87,5 km/h.
Los primeros rayos de luz nos devolvieron a la realidad climatológica. Seguíamos terceros a muy poca distancia de nuestros oponentes, tan solo un par de vueltas, pero con la confianza de poder presentar una dura batalla en las últimas dos horas de competición, las dos horas críticas. Si en ediciones anteriores de esta carrera muchos coches no conseguían terminarla por falta de combustible, nuestro objetivo era poder llegar de sobra y así poder hacer los mejores tiempos en la última hora. Y dicho y esto, marcamos la vuelta rápida en 2.11.663, el segundo mejor tiempo del fin de semana, pero nos fue imposible alcanzar al coche de "Aviación Sin Fronteras-La Razón" (segunda posición) y al de la "Fundación Apascovi-ONE", que acabó ganando la trepidante carrera.
Al final de la carrera, el trabajo en eficiencia, paciencia, ahorro y constancia se notaron. El equipo de "Fundación Pequeño Deseo" y "Centímetros Cúbicos" acabó tercero. Y lo más llamativo, la diferencia entre los tres primeros fue de menos de 32 segundos tras 24 horas de carrera, una muestra de la importancia de la regularidad. Nos fuimos muy satisfechos a casa porque nuestra ONG se llevó 14.000 euros para poder seguir haciendo realidad los deseos de niños/as enfermos crónicos o de mal pronóstico con el fin de apoyarles anímicamente y alejarles temporalmente de la enfermedad. Y es que lo mejor de las 24 Horas de Ford es que no compites para alimentar tu propio orgullo, sino para que este tipo de organizaciones puedan seguir ayudando a las personas.
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