A continuación les cuento como ha sido mi relación con algunas de las distribuciones de GNU/Linux que he usado. Este es un artículo que escrbí hace mucho en mi antiguo blog y lo he modificado un poquito. Si pensaban que iba a hablar de mis novias “reales”, pues enciendan el TV y busquen programas de chismes porque este no es el caso 
Mis novias informáticas: Historia de romances y aventuras

Imagen tomada de http://www.fanpop.com/clubs/love/images/8966252/title/linux-love-wallpaper
Como muchos de los amantes de la informática de mi generación, mis primeros romances en este mundo fueron sobre MS-DOS. Fue un romance corto, pero aprendí a dar mis primeros besos (como quién dice). Teclear aquellos comandos para crear, copiar carpetas, entre otras cosas, para mi era lo máximo.
Luego en una excursión conocí a quién sería mi primera novia informática, algo más serio, se llamaba Windows 95 y quedé maravillado con ella, y tuvimos una larga relación de 3 años. Fue mi primera novia formal.
La relación iba en decadencia cuando en un ómnibus me encontré una nueva chica en el año 98, pero luego de dos años terminé también con ella por ser “mentalmente vulnerable” y en el 2000, comencé una nueva relación que resultó ser peor.
Por suerte en aquellos años era un buen mozo, y llegó a mi vida la que en ese momento, pensé que sería el amor de mi vida: Windows XP. Pero lo bonito no lo es todo, nuestra relación sufría de sus altas y sus bajas por la cantidad de errores que ella cometía y la cantidad de intrusos que dejaba entrar a mi casa.
A pesar de eso llegué a dominarla bastante bien, pero en el fondo siempre supe que era una causa perdida, ella me dominaba a mi. Me mantuve más o menos estable con ella hasta que me cansé. Confieso que con ella aprendí bastante, fue una experiencia inolvidable, pero para ese entonces nunca salía de casa, estaba demasiado cómodo y no conocía que había un lugar para ligar llamado Internet lleno de variedades.
Decidí salir de mi comodidad y buscar un nuevo amor. Mi relación con XP iba en decadencia, y de casualidad en la barra de un bar me encontré con una chica (que resultó ser bonita, pero era mucho bla bla bla, pero poca acción) llamada Ubuntu. Al percatarme de que aquello no era lo mío, la convencí para que me presentara a alguna amiga, prima o hermana.. la muy guarra me presentó a su madre. Me dijo que esperara en la barra y salió en busca de ella.
En lo que esperaba por conocer a la progenitora de Ubuntu, comencé a ver a mujeres de todas clases y tipos. Me quedé maravillado con Mac OS, era verdaderamente hermosa, con mucha clase, muy diferente a Windows. Me pasó por la cabeza la loca idea de enamorarla pero me pude percatar con una corta conversación, que la nena le gustaban los regalos caros y era muy costosa.
Pensé que Ubuntu me había tomado el pelo, pues demoraba mucho en aparecer, así que salí a recorrer el lugar. Entonces fue allí, oculta en un rincón, como apenada, cuando me encontré con una mujer muy sencilla, nada presumida, linda, sin muchas pretensiones, pero eso si, emanaba seguridad y era ideal para una relación estable.
Me le acerqué con cautela y descubrí que tampoco era como Windows «algo que me alegró profundamente» era algo nuevo, desconocido y decidí entablar una conversación con ella. A medida que la conversación se iba intensificando,iba descubriendo que me costaba un poquito de trabajo entenderla, y es lógico, estaba demasiado adaptado a Windows, pero no tenía nada que perder y me arriesgué, lo di todo de mi.
Toda la noche estuvimos hablando. Me contó sobre su familia, grande, muy grande, de hecho tenía muchas primas. Le pregunté su nombre y supe que era la mujer ideal, la que buscaba. Debian, me dijo, y allí estaba yo con la boca abierta, estaba anonadado.
Ella hablaba sin parar sobre sus seres queridos, hermanas y primas, SUSE, Centos, Mandriva, Mandrake, Knoppix, Fedora, en fin una lista inmensa… y que todas nacieron linda y fuertes gracias a los genes de su padre, un señor llamado Kernel Linux. Y entonces en un giro inesperado me habló de su hija, Ubuntu. Entonces lo comprendí de todo. De hecho, ahora que lo sabía me percaté que en realidad eran muy parecidas, solo que Ubuntu estaba llena de maquillaje.
Así empezó nuestra relación, en una noche tormentosa en un bar. Fue mi novia por muchos años, y con el tiempo había cambiado, se había vuelto mas hermosa por lo que le propuse matrimonio y aceptó. Fue una linda boda donde mi Debian vistió de KDE para la ceremonia, GNOME para el baile, y para la noche de novios, usó ropa interior marca XFCE.
¡Fue tan feliz! Pero soy un espíritu libre y luego de mucho, mucho tiempo, la relación se volvió demasiado aburrida. Ya cuento con algunos años y decidí buscar a una chica más joven, más actual, y es por ello que hoy en día mantengo mi relación con ArchLinux. Pero como en toda relación, nada es perfecto. Se ha empeñado en meter cosas en mi casa que no me gusta, algo nuevo que se compró en la tienda llamado Systemshit, digo, Systemd. Ya veremos cuanto me dura.
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Como muchos de los amantes de la informática de mi generación, mis primeros romances en este mundo fueron sobre MS-DOS. Fue un romance corto, pero aprendí a dar mis primeros besos (como quién dice). Teclear aquellos comandos para crear, copiar carpetas, entre otras cosas, para mi era lo máximo.
Luego en una excursión conocí a quién sería mi primera novia informática, algo más serio, se llamaba Windows 95 y quedé maravillado con ella, y tuvimos una larga relación de 3 años. Fue mi primera novia formal.
La relación iba en decadencia cuando en un ómnibus me encontré una nueva chica en el año 98, pero luego de dos años terminé también con ella por ser “mentalmente vulnerable” y en el 2000, comencé una nueva relación que resultó ser peor.
Por suerte en aquellos años era un buen mozo, y llegó a mi vida la que en ese momento, pensé que sería el amor de mi vida: Windows XP. Pero lo bonito no lo es todo, nuestra relación sufría de sus altas y sus bajas por la cantidad de errores que ella cometía y la cantidad de intrusos que dejaba entrar a mi casa.
A pesar de eso llegué a dominarla bastante bien, pero en el fondo siempre supe que era una causa perdida, ella me dominaba a mi. Me mantuve más o menos estable con ella hasta que me cansé. Confieso que con ella aprendí bastante, fue una experiencia inolvidable, pero para ese entonces nunca salía de casa, estaba demasiado cómodo y no conocía que había un lugar para ligar llamado Internet lleno de variedades.
Decidí salir de mi comodidad y buscar un nuevo amor. Mi relación con XP iba en decadencia, y de casualidad en la barra de un bar me encontré con una chica (que resultó ser bonita, pero era mucho bla bla bla, pero poca acción) llamada Ubuntu. Al percatarme de que aquello no era lo mío, la convencí para que me presentara a alguna amiga, prima o hermana.. la muy guarra me presentó a su madre. Me dijo que esperara en la barra y salió en busca de ella.
En lo que esperaba por conocer a la progenitora de Ubuntu, comencé a ver a mujeres de todas clases y tipos. Me quedé maravillado con Mac OS, era verdaderamente hermosa, con mucha clase, muy diferente a Windows. Me pasó por la cabeza la loca idea de enamorarla pero me pude percatar con una corta conversación, que la nena le gustaban los regalos caros y era muy costosa.
Pensé que Ubuntu me había tomado el pelo, pues demoraba mucho en aparecer, así que salí a recorrer el lugar. Entonces fue allí, oculta en un rincón, como apenada, cuando me encontré con una mujer muy sencilla, nada presumida, linda, sin muchas pretensiones, pero eso si, emanaba seguridad y era ideal para una relación estable.
Me le acerqué con cautela y descubrí que tampoco era como Windows «algo que me alegró profundamente» era algo nuevo, desconocido y decidí entablar una conversación con ella. A medida que la conversación se iba intensificando,iba descubriendo que me costaba un poquito de trabajo entenderla, y es lógico, estaba demasiado adaptado a Windows, pero no tenía nada que perder y me arriesgué, lo di todo de mi.
Toda la noche estuvimos hablando. Me contó sobre su familia, grande, muy grande, de hecho tenía muchas primas. Le pregunté su nombre y supe que era la mujer ideal, la que buscaba. Debian, me dijo, y allí estaba yo con la boca abierta, estaba anonadado.
Ella hablaba sin parar sobre sus seres queridos, hermanas y primas, SUSE, Centos, Mandriva, Mandrake, Knoppix, Fedora, en fin una lista inmensa… y que todas nacieron linda y fuertes gracias a los genes de su padre, un señor llamado Kernel Linux. Y entonces en un giro inesperado me habló de su hija, Ubuntu. Entonces lo comprendí de todo. De hecho, ahora que lo sabía me percaté que en realidad eran muy parecidas, solo que Ubuntu estaba llena de maquillaje.
Así empezó nuestra relación, en una noche tormentosa en un bar. Fue mi novia por muchos años, y con el tiempo había cambiado, se había vuelto mas hermosa por lo que le propuse matrimonio y aceptó. Fue una linda boda donde mi Debian vistió de KDE para la ceremonia, GNOME para el baile, y para la noche de novios, usó ropa interior marca XFCE.
¡Fue tan feliz! Pero soy un espíritu libre y luego de mucho, mucho tiempo, la relación se volvió demasiado aburrida. Ya cuento con algunos años y decidí buscar a una chica más joven, más actual, y es por ello que hoy en día mantengo mi relación con ArchLinux. Pero como en toda relación, nada es perfecto. Se ha empeñado en meter cosas en mi casa que no me gusta, algo nuevo que se compró en la tienda llamado Systemshit, digo, Systemd. Ya veremos cuanto me dura.
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