Fue en las navidades 2013-2014 las que marcaron el mayor punto de inflexión gracias a un muchacho nuevo en la ciudad llamado Moto G. Por primera vez, un smartphone de bajo coste (menos de 200 euros en España) llegaba sin frustrar al usuario, sin carencias de peso. Simplemente, era un terminal limitado por su precio, pero completamente satisfactorio. Y hasta entonces, algo así era un rara avis.
La apuesta continuó con el primer Moto E en 2014, b… Seguir leyendo...
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